Nuestros otros blogs
Destacamos
Tags
Ver más
El blog de
Si estás pensando en hacerte streamer lo más seguro es que te hayas planteado las dos opciones más conocidas: Youtube o Twitch. Mirando comentarios, opiniones de influencers y leyendo un poco, casi con certeza terminarás apostando por la segunda plataforma.
No es que en este blog estemos comprados, es que Twitch ha pasado por la derecha a Youtube en los últimos años. Lo ha hecho básicamente poniendo entre algodones a sus creadores. Mientras Google lo fiaba todo a su errático algoritmo, Amazon se esmeraba regalando chuches y otros premios.
Por eso de 2017 a esta parte la mayoría de referencias de Youtube han dado el salto a la competencia. Y no solo en Estados Unidos. Iconos como Auronplay, The Grefg, Willyrex o El Rubius, además de irse a Andorra, se han cambiado de plataforma.
Así que sí, si te estás preguntando cómo empezar en Twitch ya has dado tu primer acierto: escapar de las promesas de Youtube. Ahora toca enfrentar la dura realidad de otro servicio que tampoco es que regale nada. De hecho, todo lo contrario.
Aunque todo el ruido viene de Ibai y el resto de streamers famosos, el día a día de Twitch es bien distinto. Datos del año pasado indicaban que de media el 5% de los creadores no tiene espectadores, y en torno al 25% solo registra uno (a veces ellos mismos).
Los comienzos siempre son duros y por eso en este artículo te queremos echar una mano. Aquí no vamos a darte consejos de Twitch para que mejores la monetización o aumentes las views. Nos vamos a centrar en lo emocional; lo que marca la diferencia.
Para empezar en Twitch vas a tener que soltar la panoja. Puedes tener la suerte de ser muy grandilocuente y atraer a público con el micrófono hinchable de tu primo, pero a la larga se te terminará viendo el plumero. Quien quiere dinero antes debe gastarlo.
En este mismo blog venimos desde hace tiempo hablando de los distintos componentes que tienes que pillarte para ser un gamer en toda regla. Ya sea para jugar o para hablar de la coliflor, te van a servir igual en Twitch:
¿Cuánto hay que gastarse? Pues lo que uno quiera. A la lista debes sumar un buen micrófono (entre 80 y 200 euros), una webcam decente (50-180 euros), y claro, una capturadora en condiciones (100-500 euros).
Gordo de la Lotería solo hay uno. Aunque intentes copiar lo que hace Ibai, no vas a conseguir sus mismas estadísticas. Esto se debe a que los usuarios (tú incluido cuando consumes Twitch) valoran la originalidad. De hecho eso es precisamente lo complicado de encontrar.
¿Intentando pasar gato por liebre? Lo más probable es que elijas a uno de los grandes como víctima y claro, tus espectadores no van a tardar en descubrir el pastel. Con esto no queremos decir que no haya que estudiar lo que hacen los demás.
Es interesante y hasta obligatorio, tomar nota de los formatos, el tono, los juegos y la constancia de los streamers más famosos. Ellos, aunque no lo creas, también hacen lo mismo con iconos de Estados Unidos y de otros países conocidos por su actividad. Ahí tienes una buena respuesta a cómo empezar en Twitch.
Míralo como quieras pero si no tienes tiempo suficiente para dedicarlo a Twitch, es mejor que ni lo intentes. A diferencia de lo que ocurre en Youtube, que puedes tener un bombazo jugando a la lotería del algoritmo, el servicio de Amazon premia la constancia.
Esto es así porque lo que busca es cultivar al creador como un artista profesional. Que no haya carpinteros, charcuteros, analistas SEO y otros trabajadores petándolo con sus streamings de los domingos por la tarde. Fíjate que El Rubius y compañía se pasan el día haciendo directos.
¿Cuánto tengo que streamear? Lo cierto es que no hay una receta mágica. Lo que recomiendan quienes ya han tenido éxito es, al menos una vez cada tres días. Como norma general: tres veces por semana.
Nadie va a ir a comprarte una barra de pan por arte de magia. Tendrás que publicitar tu panadería en el periódico local, Internet y tus redes sociales. Pues lo mismo pasa con los canales de Twitch: sin publicidad no hay audiencia.
Para que surja el chispazo de la viralidad primero tiene que haber una cierta cantidad de espectadores. Lo del crecimiento geométrico vendrá después por cosas del algoritmo si todo lo has hecho bien.
Pero al principio debes hacer un esfuerzo importante por darte a conocer en Twitter, Instagram y TikTok. Hasta Youtube te puede servir. Recuerda compartir siempre el enlace de tu canal y de instar a tus pocos viewers que corran la voz en sus círculos más cercanos. Ah, y hazlo siempre con HUMILDAD.
Este es un consejo que te vale tanto para crecer en Twitch como para conseguir trabajo en LinkedIn. Nos referimos al concepto "empatizar" entendido dentro del espacio del networking de redes sociales.
Tu primer instinto siempre va a ser mandarle un mensaje privado a El Rubius esperando a que te conteste. ¡Error! Estos grandes streamers reciben tantos correos y notificaciones al día que ni se van a detener un segundo para responderte.
De hacerlo, estarías partiendo de una relación desigual: él siempre entenderá que quieres pedirle un favor y tú te sentirás superincómodo. La clave del éxito real está en hacerse amigo de otros creadores con los mismos —o similares— espectadores que tú. Eso te llevará a colaboraciones, juegos, y, en definitiva, una comunidad.
Si con todos estos consejos sobre cómo empezar en Twitch todavía la pifias es porque, o tienes demasiada prisa en hacerte rico, o no has entendido bien en qué consiste eso de ser streamer. Suena romántico, pero es la pasión la que te llevará lejos.
