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Hay periféricos que llevan acompañándonos toda la vida, a veces en un cajón, otras sin salir de su caja, pero ahora de repente se convierten en imprescindibles. Alrededor del ordenador tenemos unos cuantos ejemplos que están ganando en relevancia, con las cámaras webs como principales protagonistas de una nueva época.
El pasado 2020 ha sido un acelerador de muchas cosas y una de ellas ha sido claramente el teletrabajo. La cámara web se ha convertido en herramienta esencial para desempeñar nuestras facetas laborales, para realizar streamings o para mantener nuestras relaciones sociales por culpa de la maldita pandemia.
Hemos aprendido a arreglarnos para salir más guapos en las videollamadas, también hemos adecentado el lugar con atrezo e iluminación, pero muchos nos hemos olvidado de mejorar la cámara web, elemento principal en esta operación.
Como las cámaras webs suelen venir de serie en portátiles y en algunos ordenadores de sobremesa, no le prestamos la atención necesaria. Si estás buscando una, a continuación vamos a darle un repaso a las principales características a tener en cuenta:
La gran mayoría de cámaras webs integradas en portátiles o de bajo presupuesto no pasan de la resolución 720p, que es claramente una calidad bastante baja para las conexiones de Internet que tenemos y las grandes pantallas en las que realizamos las conexiones.
Solo por mejorar en definición ya tenemos una buena razón para actualizar, marcando el formato 1080p como el punto ideal para realizar videollamadas o streamings. La otra cosa importante a tener en cuenta es la fluidez: elegid siempre algo por encima de 30 imágenes por segundo, siendo 60 la cifra ideal.
Algunos modelos superiores son capaces de grabar vídeo en formato 4K, está bien elegirlo para estar preparados para el futuro pero la realidad es que los principales servicios de videollamadas no van a darle un soporte. Para streamings de vídeo sí puede ser interesante, especialmente en el caso de YouTube.
A fin de cuentas estamos ante una cámara y como tal tiene una manera de captar la realidad, que principalmente viene determinada por la óptica. Las webcams más caras tienen mejores objetivos, pero también debemos tener en cuenta el campo de visión.
Con ángulo de visión entendemos lo angular que es la visión, cuantos más grados más escenarios se verá. La mayoría de modelos se mueve en torno a los 80 grados, para que en en una distancia cercana pueda mostrar nuestro busto y parte del escenario. También es interesante si queremos que salga más gente.
En cámaras webs asequibles puede que este ángulo sea más bajo y no nos merezca la pena, ya que el resultado se ve más forzado. Podemos encontrar modelos superiores que permiten cambiar el ángulo de visión.
Otro dato a tener en cuenta es la apertura de la lente, que nos indica cuánta luz entra en el sensor, ya que va a condicionar cómo funciona la cámara cuando no tienes buena iluminación ambiental. En webcams son habituales los rangos entre f/2,0 a f/2,8, cuanto más bajo mejor.
Las cámaras asequibles suelen llevar un foco fijo, es decir, que no enfocan a los elementos que hay en la escena. Nuestra recomendación es que elijas una con autoenfoque, ya que facilita que te muevas o acerques cosas a la cámara.
Si lo piensas bien, en la mayoría de comunicaciones el audio es más importante que la propia imagen, por lo que contar con el mejor audio posible es una garantía. Muchas cámaras webs cuentan con su propio micro, algunas de ellas incluso disponen de sistemas estéreo de captación del sonido.
Algunos modelos más avanzados presumen de tecnología de reducción de ruido, como la que se emplea en auriculares de última generación. Con ella se consigue eliminar ruido externo dándole prioridad a nuestra voz.
La realidad es que la calidad media es bastante reducida y para aquellos que van a hacer un uso intensivo de las videollamadas, o vayan a realizar streaming de contenidos, es muy recomendable comprar un micrófono dedicado, con el que vamos a mejorar mucho la calidad del sonido.
No hay diseños fascinantes ni realmente especiales, casi todas se parecen mucho, cambiando principalmente de forma circular a rectangular, así que depende un poco de gustos.
Si nos parece más interesante desde el punto de vista la funcionalidad estudiar el sistema de anclaje que emplea, por si queremos colocarla en un trípode o en el marco de la pantalla del monitor.
Si contamos con una estancia bien iluminada le vamos a hacer un gran favor a nuestra webcam, por muy buenas características que tenga. Hay algunos modelos que cuentan con iluminación integrada basada en anillos alrededor del objetivo que cumplen un buen papel.
En el caso de que vayas a dedicarte al streaming de contenidos o si para ti es muy importante la calidad en las videollamadas, no dudes en invertir en iluminación auxiliar: no es muy caro y el cambio a mejor en la grabación de vídeo puede ser gigante.
Cámaras webs las vamos a encontrar de todo tipo, la mayoría en unos precios que se mueven entre los 50 y 100 euros, pero que tenemos que valorar muy bien si mejoran realmente lo que tenemos en nuestros equipos.
Si vamos a hacer un uso intensivo de ella y queremos marcar las diferencias la idea es invertir en una buena webcam, que dicho sea de paso es un mercado bastante dominado por Logitech:
Queríamos plantear una opción económica de mano de una primera marca en accesorios como es Microsoft, por si no tienes cámara web y no puedes gastar mucho. Su resolución se queda en 720p a 30 imágenes por segundo, su visión es de 68,5 grados.
Subimos de nivel con una cámara web que puede grabar en formato 1080p a 60 imágenes por segundo, y amplía el campo de visión hasta los 78 grados. Un modelo confeccionado para dar la talla con Twitch y YouTube. Eso sí, ya es un modelo que ronda los 100 euros.
Si no queréis renunciar a la resolución 1080p a 30 imágenes por segundo, pero vuestro presupuesto es muy corto, os invitamos a conocer este modelo de Aukey que no cuesta mucho más de 40 euros. El ángulo de visión es de 65 grados y cuenta con micrófono dual con reducción de ruido.
Vale, no te importa invertir lo máximo porque quieres resolución 4K y diferentes ángulos de visión (65°/78°/90°), pues entonces tienes que apostar por la Brio de Logitech. Destaca además por el soporte HDR, posibilidad de hacer zoom digital 5X y enfoque automático. Nos acercamos peligrosamente a los 200 euros.
La cámara para videollamadas ideal, siempre presente en todas las listas de recomendación por venir de la mano del especialista Logitech y por contar con un precio que se encuentra en la media, unos 80 euros.
Nos ofrece a cambio resolución 1080p a 30 imágenes por segundo, una visión de 78 grados, y dos micrófonos.
Aunque la época dorada de las webcams ya ha pasado, el auge de Youtube y después de otras plataformas de streaming como Twitch, ha devuelto a la vida a estos accesorios antes olvidados. Es 2021 pero seguimos hablando de cámaras web. Por algo será ¿no?
