¿Cuánto de verdad hay en ello? Si lo analizamos con lógica, una actualización es como un parche de los desarrolladores, que corrige problemas y mejora el servicio del software inicial. Instalarlo sería lo obvio.
Ahora bien, en la práctica, más de una vez el lanzamiento de una nueva versión no siempre supone una mejora automática de lo que ya teníamos. De hecho, es una retahíla que conocen bien los usuarios de Windows.
Incluso la propia Microsoft ha recomendado más de una vez a sus usuarios que no actualicen sus PC; a veces porque la nueva versión no está lo suficientemente rodada, y a veces porque aparecen incompatibilidades inesperadas.
Es por eso, que no actualices tu pc a windows 11 hasta que le hagan una actualización definitiva, reparen los bugs y acomoden TODO
Pero no creas que es un problema solo de los ordenadores. ¿Cuántas veces te has topado con una app en la tienda que tiene muchas descargas, pero sus últimas valoraciones son pésimas? Una actualización puede destruir hasta el mejor software del mercado.
En este artículo no vamos a convencerte de que no actualices tu móvil. De hecho, es literalmente imposible que sepas qué versión es buena y cuál no, antes de instalarla. Lo de evitar la actualización tiene que ver con más el espacio.
Si nos alejamos de las versiones del software principal, es decir de Android y de iOS (que siempre hay que instalar), nos topamos con actualizaciones de apps que en muchos casos ni nos van ni nos vienen.
Esas son las que hay que atajar para evitar tener que andar pasando cosas al ordenador porque la cámaraya no te deja hacer más fotos, o porque WhatsApp se pasa el día lanzándote avisos para que liberes espacio de la memoria.
Desactiva las actualizaciones automáticas de la Play Store
La tienda de Google tiene un sistema automatizado que permite tener siempre todas las apps actualizadas sin hacer nada. Lo ajustas para que solo lo haga cuando estás conectado a una red Wifi y listo.
Ahora bien, cuando tenemos apps que ya no usamos o que solo recurrimos a ellas un par de veces al año, es probable que prefieras actualizarlas de forma manual. Pues bien, el proceso es bastante sencillo.
Entras en la Play Store (la deberías tener instalada de serie en tu terminal Android) y te vas al apartado de Ajustes, desplegando el menú de la esquina superior izquierda de la home.
Ahí buscas la opción “Actualizar aplicaciones automáticamente”, y al pulsar sobre ella verás varias opciones de configuración. Una para que suceda, es decir, para que las apps se mantengan al día sin tener que hacer nada, y otra para que no pase.
La tienda, como ya hemos dicho, también te permite restringirlo a los momentos en los que hay conexión Wifi. Eso te puede ayudar a ahorrar datos, pero no solucionará el problema del espacio. Para eso tendrás que desactivarlo por completo.
Ten en cuenta que la Play Store seguirá instalandosin pedirte permiso aquellas actualizaciones que considere críticas para garantizar la seguridad del sistema. Vamos, las que tú mismo instalarías sin pensar al enterarte de alguna falla.
La actualización manual de apps en Android
A partir de este momento, tendrás que fijarte al menos un día a la semana para pasar revista e ir actualizando aquellas apps que consideres importantes. Entra en la tienda, vuelve a Ajustes, y ahí elige “Mis aplicaciones y Juegos”.
Google te mostrará de forma resumida las aplicaciones que tienen una actualización disponible. Solo tendrás que pulsar sobre la que quieres instalar, y listo. Más laborioso pero saludable para tu memoria interna.
Desactiva las actualizaciones automáticas en la App Store
No creas que por utilizar iPhonete ibas a librar de este tema. Tu móvil se puede saturar igual con las actualizaciones de las apps. Recuerda que con cada nueva versión estos softwares van pesando más y más.
Lo que en un principio era una app ligera termina convirtiéndose a la larga en un lastre para el rendimiento y la memoria del terminal. Y claro, iOS las instala automáticamente pensando más en tu seguridad que en tu espacio de almacenamiento.
Por suerte para solucionarlo no hay más que seguir un proceso también sencillo. En este caso no hay que entrar en la tienda, sino ir a la Configuración general del terminal. Ahí busca el apartado de la App Store.
Al entrar verás varias opciones (bastantes más que en Android). Una para desactivar por completo las actualizaciones de apps, y otra para anular el proceso automático. Sí, lo que andábamos buscando.
Pero es que si seguimos mirando más abajo también encontramos otra opción para activar las actualizaciones automáticas pero con un filtro de peso. Es decir, una regla con la que puedes seleccionar a partir de cuántos MB de la app el sistema te tiene que preguntar con antelación.
AsÍ, si por ejemplo la última actualización de Instagram pesa más de 200 MB, aunque tengas activada la función automática, iOS te mostrará un mensaje flotante sea lo que sea que estés haciendo, para pedirte permiso.
Al margen de eso, este SO también permite desinstalar aplicaciones que ya no utilices. No se borrarán sino que irán a parar a la nube. Mantendrás el acceso directo, y al pulsar sobre él volverá a descargarse la aplicación manteniendo todos tus datos y actividades. ¡Muy práctico!
La actualización manual de apps en iOS
Ahora llega la parte aburrida. Como has desactivado la actualización automática, tendrás que ir de app en app para asegurarte de que todas se mantienen al día. O al menos las que más usas y más te interesan.
Ahora sí, entra en la App Store, selecciona el icono de tu perfil (situado en la parte superior derecha de la pantalla), y haz scroll para ver todas las aplicaciones que tienes instaladas en el móvil.
Si hay actualizaciones pendientes la tienda te las mostrará en un apartado separado, justo al principio de la lista. Debajo verás las notas del parche, y a su lado un botón bien grande para actualizar.
Cuidado con las aplicaciones de terceros fuera de las tiendas
No hace falta que te lo recordemos, pero instalar aplicaciones mediante apks que no están ni en la Play Store ni en la App Store es una de las cosas más peligrosas que puedes hacer con un teléfono móvil.
Las tiendas de los Sistemas Operativos tienen programas y cláusulas muy estrictas para los equipos desarrolladores, con las que se aseguran de que nada de lo que aparezca en el lineal sea peligroso o vulnerable.
Estos ingenieros, claro, a cambio de vender su producto reciben una parte del beneficio de su modelo de pago (si lo tiene). Es una relación simbiótica de la que te beneficias directamente. Si escapas, renuncias a ella.
Es verdad que hay algunas aplicaciones que no están ni en las tiendas oficiales porque incumplen alguna ley de copyrighto de privacidad. En ese supuesto dependerá de ti si quieres correr el riesgo o no.
De hacerlo nosotros te recomendamos que cuentes con unbuen antiviruscapaz de detectar virus al instante. Y bueno, a lo que íbamos, para actualizar dichas apps tendrás que entrar directamente a la web del desarrollador. Sí, mediante el navegador del teléfono.
En el equilibrio está la virtud. No podemos decirte que hagas siempre una cosa u otra. Que actualices automáticamente en todo momento o que apuestes por el método manual. Estudia tu caso y actúa con precaución.
A lo mejor, si te has quedado sin espacio en el teléfono, mejor que andar entrando en ajustes y haciendo ingeniería espacial, deberías tratar de ampliar la memoria con servicios en la nube o tarjetas SD.