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Seguro que alguna vez has tenido que formatear tu ordenador, tu teléfono móvil o algún disco o unidad externa, como un USB. Es algo más común de lo que crees. En ocasiones, la tecnología necesita hacer borrón y cuenta nueva para seguir funcionando.
Justo me ha petado un disco duro por la cara... no puedo ni grabar, ni renderizar ni hacer miniaturas... olé
— Advy ✨ (@AdvyStyles) March 22, 2017
Los sistemas de almacenamiento son cada vez mejores. Aunque formatearlos puede ser la única solución antes de comprarte un nuevo dispositivo. Eso sí, debes saber muy bien cómo hacerlo. No empieces a formatear sin antes leer estos consejos y precauciones.😜
En primer lugar, elige un formato o sistema de archivos. Tienes exFAT, FAT32 y NTFS. ¿Para qué sirve cada uno de ellos?
No es lo mismo formatear un tipo de unidad de almacenamiento u otra. Podríamos decir que cada una utiliza su propio lenguaje a la hora de trabajar con diversos archivos e información.
En el caso de exFAT, se trata de una actualización de FAT32 que llegó en 2007 de la mano de Windows Vista, de Microsoft. Es compatible para Windows, macOS y GNU/Linux.
Eso sí, te recomendamos que el sistema operativo de tu ordenador no sea demasiado antiguo. Si tienes una versión anterior a OS X 10.6.5 Snow Leopard o Windows XP SP3, no podrás utilizarlo.
Un punto positivo es que no solo sirve para tu PC, sino también para el móvil. Tanto en Android como en iPhone, te aconsejamos actualizar el software de tu teléfono. También dependerá, según el fabricante, que sea compatible o no.
Además de mejorar de forma espectacular el límite en cuanto a su capacidad, pasando de 4 GB a 1000 millones de TB:
Sin duda, FAT32 lo ha revolucionado todo. Es genial para casi todos los sistemas operativos y dispositivos, aunque mejorable si lo comparamos con exFAT. Eso no quita su gran adaptabilidad, desde 1996.
Pero tenemos que hablarte de sus limitaciones. Solo podrás guardar archivos de hasta 4 GB. Si necesitas más, tendrás que elegir un sistema de mayor capacidad. Así que la solución es exFAT.
Un apunte: si tienes un USB 2.0. (aunque a estas alturas ya no es muy recomendable), no habrá ningún problema. Eso sí, una unidad externa de un número superior te permitirá transferir la información hasta diez veces más rápido.
También es compatible con Windows, macOS y GNU/Linux. Así que si vas a guardar archivos que ocupen poco, con FAT32 vas que chutas. 🥅⚽
Por último, está el formato NTFS. Es el sistema que viene configurado por defecto en Windows. Por supuesto, sin las limitaciones de FAT32. ¡Pero es el más antiguo de todos!
Aunque se trata de un Sistema de Archivos de Nueva Tecnología, salió al mercado en 1993. Trabaja más lento que exFAT, para lectura y escritura en tarjetas de memoria y otras unidades externas.
Como ventajas, emplea menos recursos del sistema y acciones tan sencillas como crear, copiar, pegar o mover se ejecutan más rápido.
Su principal inconveniente es su incompatibilidad con algunos sistemas operativos. Por ejemplo, lo que ocurre con macOS es que puede leer dispositivos formateados con él, pero no escribir en estos.
Así que si tienes un ordenador de la marca Apple y quieres guardar archivos con NTFS, esta opción la puedes descartar. Por su parte, exFAT suele ser el más recomendado para juegos.
Diferencias entre exfat, fat32 y ntfs | |||
---|---|---|---|
exFAT | FAT32 | NTFS | |
Capacidad | 1.000 millones TB | 4 GB | 16 TB |
Compatibilidad | Windows y Linux | Windows | Windows |
Seguridad | Admite permisos de acceso | Baja | Permite encriptar archivos |
Antes que nada, si estás pensando en formatear alguno de tus dispositivos, aquí te dejamos varias recomendaciones.
Asegúrate de guardar toda la información que sea importante en una unidad externa. También comprueba que no esté dañada y que vas a poder recuperar todos tus archivos sin problema.
Si no tienes un disco duro externo, USB o pendrive, otra opción es que subas tus archivos a la nube o que te los envíes a tu correo electrónico. Esto último te recomendamos que lo hagas con plataformas como WeTransfer o Smash.
Dropbox o Google Drive también son herramientas de sobra conocidas con las que podrás recuperar tu información de forma rápida y sencilla. Eso sí, más vale prevenir y que guardes la información importante a menudo.
No te tires a la piscina y te pongas a formatear USB, discos duros y demás como un loco, lee dos veces esta guía si hace falta. ¡Más vale prevenir que curar! ⚠️
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