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Es lo primerito que vas a analizar al comprar un ordenador, un móvil o una tablet: la conectividad. El número y tipo de puertos indica las posibilidades reales del dispositivo. Y claro, ¿cómo se utilizan estos puertos? Exacto, con los distintos tipos de USB.
Ya sabrás que los iPhone y demás aparatos de Apple utilizan un tipo conector USB distinto al del resto de marcas (el famoso Lightning). Esto también lo utilizan las marcas para generar diferencias y obligarte a quedarte en uno u otro ecosistema.
Es lo mismo que pasa con los distintos tipos de HDMI, pero a un nivel mucho más exagerado. Seguro que tienes la casa llena de cargadores antiguos y no todos te valen para cargar el móvil que utilizas actualmente. Huele a obsolescencia programada, ¿verdad?
La cosa es tan loca que es un tema hasta de debate a nivel europeo. En 2021 la Comisión lo llevó a legislación aprobando un estándar universal, el USB-C. Desde entonces han estado presionando para extenderlo a todos los fabricantes en 2024.
Y sí, ¡bingo! El Parlamento ha conseguido aprobar la medida este junio. A partir de dicho año Apple tendrá que dejar de fabricar sus productos con puertos Lightning y deberá adoptar el USB-C. Lo mismo para el resto de marcas.
¿Cuántas veces habéis cogido el cable equivocado? ¡Nunca más! Acabamos de lograr un acuerdo legislativo para que, desde 2024, el USB-C sea estándard en todos los ratones, teléfonos, cámara, tablets...
— Luis Garicano 🇪🇺🇺🇦 (@lugaricano) June 7, 2022
Ahorro: 250 millones (¡y muchos dolores de cabeza!)https://t.co/3nvOmZsgiq
Todavía queda mucho tiempo para que entre en vigor, pero al menos es un paso decidido para solucionar un problema que viene de largo. En la esfera legal se lleva peleando esto desde 2009.
¿Qué hacemos hasta entonces? Pues esperar y seguir intentando esquivar todas las incompatibilidades. Por lo que, para que no te pierdas entre mil diferencias, queremos echarte un cable. 🔌
Aquí te explicamos cómo son y para qué sirven los distintos tipos de USB; desde el más típico y conocido hasta esa conexión superextraña que no tienes ni idea de para qué sirve.
Ojo, que no son lo mismo los conectores USB —lo que conoces por "cables"— que los estándares USB. Lo primero es físico y visual pero lo segundo tiene que ver más con las funciones de cada terminación. Ahora llegaremos ahí, pero antes...
USB son las siglas de Universal Serial Bus, el estándar que utilizan los cables básicos de conexión a nivel mundial. Estos proporcionan tanto alimentación eléctrica como datos. Cosa importantísima si tenemos en cuenta para qué se creó.
Simplificándolo mogollón, a principios de los 90 el mercado tecnológico era la jungla; cada fabricante hacía un poco lo que quería con el tema de la conectividad. Eso suponía un derroche loquísimo de materiales y dinero tanto por parte de las marcas como de usuarios.
Por eso Intel, Microsoft, IBM, Compaq, Nortel, DEC y NEC decidieron unirse en la UBS-IF para crear un estandar homogéneo. En 1996 nació el USB 1.0 que tanta polémica causó, y dos años después el USB 1.1, mucho más reconocido y ya extendido en todo el mundo.
En esencia el cabezal tiene una serie de pines que encajan con cada tipo de puerto. Esto es lo que hace que una generación no sea compatible con la anterior y así sucesivamente. Imagínatelo como una pieza de lego y un único bloque compatible. Pues eso.
El USB incorpora un cable de par trenzado (ramificaciones internas) que indican la potencia de carga eléctrica que pueden transmitir; el amperaje de toda la vida. Lo normal es partir de 5V y desde ahí ya ir subiendo dependiendo de las especificaciones.
En el USB 1.0 y el USB 2.0, por ejemplo, funcionaba lo que se conoce como half dúplex, dos cables intercalados con una intensidad de salida de 500 mAh. La impedancia de referencia es de 90 ohmios ± 15%. No hace falta que te quedes con ello.
La cosa es que la tercera generación de los tipos de USB incorporó una línea más de cables, aumentándolos hasta cuatro. Este full dúplex permite enviar y recibir señal al mismo tiempo, y transportar hasta 900 mAh de Intensidad.
Antes de llegar al USB 1.0 hubo versiones previas que no terminaron de cuajar. La historia de los tipos de USB parte de 1998, entendiendo cada generación de estándar como una evolución tecnológica que aplica a la industria por completo.
Esto lo decimos porque el principal aliciente de los fabricantes para ir mejorando la conectividad está en la demanda creciente de datos y de velocidad. Cada estándar mejora al anterior en esos dos apartados, y por tanto satisface más necesidades.
¿Cuál es el mejor tipo de USB? Te recomendamos que antes de comprar nada mires la ficha técnica del producto para comprobar el estándar. Lo ideal es que no baje de USB 3.0, y que preferiblemente llegue a 4.0. El más extendido es el 3.2 actualmente.
Vistas las especificaciones a nivel de software toca repasar el hardware. Esto es seguramente lo que andabas buscando cuando pensabas en "tipos de USB". Nos referimos a la forma que tienen los cabezales de los conectores.
Esto se utiliza para diferenciar las distintas aplicaciones de cada cable. Y es que sí, aunque hoy se tiende a al universalización, lo del USB Tipo-C y demás viene a indicar para qué tipo de dispositivos está pensado el conector.
Ojito, porque los conectores van unidos a los estándares. Es decir, que la evolución de unos ha influido en la de otros. Cada "conector" suele amparar varios tipos de estándares, por eso te decíamos que mirases bien las especificaciones más allá de las apariencias.
Como grandes hitos quédate con que el USB Tipo-C persigue la estandarización total y que los MicroUSB están diseñados pensando en la movilidad. Vamos, en dispositivos portátiles (todo lo que no tiene que ver con el ordenador de mesa).
En el apartado portátil de los móviles tenemos el MiniUSB y el Micro USB; el segundo sustituyó al primero con mejores especificaciones, aunque hoy por hoy ya no se emplean en terminales de última generación.
¿Qué pinta Apple en todo esto de los tipos de USB? Muy sencillo, la compañía de la manzana mordida siempre ha librado la batalla por su cuenta, y por eso está en contra de la universalización que persigue la Comisión Europea (no les interesa en absoluto).
Los primeros dispositivos de la marca utilizaban el conector dock, caracterizado por ofrecer una tasa de transferencia de hasta 10 Gbit/s (1,25 GB/s), sincronización de datos y, por supuesto, carga de batería.
El dock se empleó hasta el iPhone 4S, cuando dejó de incluirse en favor del ahora conocido Lightning. A nivel de hardware viene con 30 pines que pueden aprovecharse en terminales modernos siempre que tiremos de adaptadores.
De los 30 pines del dock pasamos a 8 pines. Es un cambio que refleja la optimización de prestaciones y recursos del Lightning en materia de conectividad. Se mantienen los 10 Gbit/s (1,25 GB/s) pero se reduce mucho el espacio físico que ocupa el cable.
Ojo porque el Lightning no es compatible con iPhone ni iPad antiguos. La polémica de este cable está en su dudosa calidad y en las comparativas de velocidad respecto a los tipos de USB que hemos visto más arriba.
Ya lo comentábamos al inicio del artículo. El Parlamento Europeo ha llegado a un acuerdo provisional para modificar la conocida como Directiva de equipos radioelectrónicos. En cristiano, ha logrado universalizar el USB-C.
"Esta ley forma parte de un esfuerzo más amplio de la UE para hacer que los productos de la UE sean más sostenibles, reducir los residuos electrónicos y facilitar la vida de los consumidores", explica el organismo comunitario.
We have reached a deal on the common charger! 🔌👏
— IMCO Committee Press (@EP_SingleMarket) June 7, 2022
✔️mobile phones, tablets, e-readers, digital cameras & more #USBtypeC
✔️harmonised fast-charging technology
✔️unbundling of sale of chargers from the sale of device
🔴 Press conference at 12.30 CEST ➡️ https://t.co/TCBXxzIEdr pic.twitter.com/29JmeL0nxe
En cristiano, esto supone que a partir de otoño de 2024 todos los móviles (todos, todos), tendrán que utilizar el conector USB-C para el puerto de carga. Esto también afectará a otros 15 dispositivos:
¿Y qué hay de los ordenadores? Tambiéééén. Los fabricantes de portátiles tendrán que adaptarse a los nuevos requisitos 40 meses después de entrar en vigor la actualización. Es decir, en enero de 2029.
Obviamente, entre las principales afectadas está Apple, que utiliza el conector Lightning en la práctica totalidad de sus dispositivos. Y decimos "práctica" porque en los Mac sí que pasa por el aro y, por ejemplo, el iPad Air (2022) apostaba igual por USB-C.
Apple lanza un nuevo cargador de 35 W con dos puertos USB-C https://t.co/PsZ5bL7VKQ
— Carlos (@Carlos26291506) June 6, 2022
Pero tampoco hay por qué hacer leña del árbol caído. Todas las marcas se verán más o menos impactadas. Microsoft maneja el conector Surface Connect que también desaparecerá junto al MagSafe de Apple. ¿Seguro?
Bueno, está por ver si la compañía descarta su sistema de carga magnética o le busca las cosquillas a la normativa. Pensemos que habla de usar el USB-C, no de eliminar los demás. Así quizás podría compaginarlos. Habrá que esperar.
La UE dice que todo esto nos permitirá a los europeos ahorrarnos unos 250 millones de euros al año en compras de cargadores innecesarios, y que reducirá en 11.000 toneladas los desechos derivados de las incompatibilidades actuales.
Ah, y por cierto, a la medida le sigue una armonización de los estándares de carga rápida. Con esto podremos acceder a la tecnología con cualquier cargador compatible con el dispositivo.
¿Cuál es el siguiente paso? El Parlamento y el Consejo se reunirán para aprobarlo en su forma final después de verano y entrará en vigor 20 días después de su publicación. No se hará efectivo hasta 24 meses después, es decir, en 2024.
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