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Aunque a nivel general el patrón de desbloqueo, el pin numérico o la huella dactilar suelen ser más que suficientes para mantener su móvil lejos de manos ajenas, hay algunos casos en los que no son del todo adecuados.
No porque no funcionen, sino porque lo hacen demasiado bien. Imagina que quieres discriminar un poco, y permitir que sí se pueda desbloquear el terminal, pero no acceder a según qué cosas.
Los padres con niños en casa están ya acostumbrados a capar sus móviles y tablets para que no puedan acceder al navegador de Internet o alguna que otra aplicación no apta para menores. ¿Vas viendo que no es tan raro?
Supón que tienes que dejarle el smartphone a un amigo durante una temporada, porque se ha quedado sin el suyo y tú te has ofrecido amablemente a ayudarlo. A lo mejor tienes algo que no quiere que veas.
Te dan pereza los patrones y demás métodos de bloqueo, y prefieres tener el móvil sin contraseña para acceder a él rápido. Claro, que si te lo roban preferirías que el caco no pudiera entrar en según qué apps y aparatados.
Nos podemos poner incluso en modo hipocondriaco. Dejas el terminal en un servicio técnico para que te lo reparen, pero no te terminas de fiar de ellos. De nuevo, necesitarías algo más sutil que los sistemas de bloqueo generales.
Podemos seguir así todo el día. El tema es que lo de poner en cuarentena ciertas partes del Sistema Operativo no es una locura. Por eso en este artículo te queremos introducir a este mundillo de contraseñas y configuraciones.
No te vamos a engañar. Como tantas otras cosas que pide la comunidad de usuarios, Google ignora por completo el tema de las contraseñas para apps. Eso quiere decir que no lo ofrece de forma nativa en ninguna versión de Android.
Ahora bien, la compañía tampoco entorpece esa posibilidad. O lo que es lo mismo, permite que desarrolladores terceros creen aplicaciones capaces de entregar esa funcionalidad. Basta con entrar en la Play Store, buscar una y empezar a protegerse.
Pero antes de eso, tienes que conocer algunas cosas en materia de privacidad que sí vienen de fábrica en el Sistema Operativo. No son las contraseñas per se, aunque ofrecen algo parecido para bloquear el teléfono.
Quizás no habías caído en ello, pero cuando un ladrón hurta un móvil, lo primero que hace es intentar que no se bloquee en ningún momento. Eso podría dejarle fuera de juego para conseguir la información que contiene.
En ese sentido, podemos apretar un poco más las tuercas. Solo tenemos que reducir el tiempo de espera que determina Android para bloquear la pantalla. Por defecto suele venir configurado en rangos superiores a los 30 segundos, pero se puede cambiar.
Entras en Ajustes, sección de “Pantalla” y ahí accedes a “Tiempo de espera de pantalla” (el nombre de los apartados puede variar en función del modelo y de la versión). Ya solo te quedará elegir.
La latencia más breve que podrás seleccionar será de entre 5 y 15 segundos. Elige esa y listo. Cuando te quiten el teléfono, el delincuente tendrá menos de lo que canta un gallo para evitar que se bloquee.
Esta opción lleva la tira de tiempo disponible en Android, pero lo cierto es que la compañía nunca la ha querido dar demasiada publicidad. Llegó a bombo y platillo con Lollipop y con el paso del tiempo ha ido cayendo en el olvido.
¿De qué hablamos? Pues de de fijar pantalla. Esto sirve para restringir el acceso al teléfono marcando como límite lo que ya estuviera abierto en el momento de fijar pantalla. Es decir, que puedes abrir Twitter, fijarlo, y dejarle el teléfono a tu amigo.
Este solo podrá moverse por la red social. Si quiere o intenta salir, deberá introducir una contraseña que obviamente no tiene. Para ello solo tienes que entrar en Ajustes, después en “Seguridad y ubicación” y ahí acceder al aparado “Avanzado”.
Entre las opciones verás “Fijar ventanas”. Actívalo para que puedas hacerlo de forma dinámica cuando estés utilizando cualquier app del teléfono. Google, eso sí, advierte: “si no encuentras esta opción, pide ayuda al fabricante”.
Es normal. Si bien la función está disponible en todos los terminales desde Android 11, hay algunas marcas que no lo ofrecen. Dicho eso, ahora llega la hora de la verdad.
Ve a la pantalla que quieras fijar, desliza el dedo hacia arriba desde la parte inferior de la pantalla para entrar en Aplicaciones recientes (donde ves todo lo que está abierto). Toca el botón con forma de chincheta en la parte superior de la pantalla que quieras bloquear.
Y ya está. Cuando alguien quiera salir de esa pantalla tendrá que introducir el PIN o el sistema de bloqueo que tengas configurado a nivel general en el dispositivo. Para desactivarlo tendrás tres opciones:
No es ninguna locura afirmar que la Play Store es como una navaja multiusos; tiene prácticamente todo lo que necesitas (y hasta lo que no necesitas). Es igual con el asunto de las contraseñas para apps.
Solo tienes que entrar en la tienda, escribir “poner contraseña app” en la barra de búsqueda y darle a aceptar. Te aparecerán más de una docena de alternativas que permiten hacer precisamente eso: bloquear apps con códigos.
Como no queremos que te comas mucha publicidad o te sientas engañado por promesas vacías, en este artículo solo te vamos a enseñar las más conocidas. Al fin y al cabo son las que tienen más garantías y fiabilidad.
Sí, viene del famoso antivirus para móviles y ordenadores. ¿Suficiente credibilidad ya? Norton App Lock es uno de los softwares más conocidos para protegernos de fisgones y cotillas. Más de 150.000 personas lo avalan.
“Proporciona protección avanzada, permitiéndole asegurar y proteger sus apps mediante una contraseña o una pantalla con patrón de bloqueo, lo que le ofrece un bloqueo de privacidad que mantiene su información sana y salva”.
Entre otras cosas, permite:
Es en general bastante intuitiva y viene libre de publicidad. Claro que, su interfaz de bloqueo es bastante fea, y que en las últimas actualizaciones parece haber perdido algo de su eficiencia (a juzgar por los comentarios de los usuarios).
Descarga Norton App Lock en Android.
¿Quiénes son DUALSPACE Group? Pues nadie lo sabe pero poco importa. Esta empresa es el artífice de la app número uno para poner contraseñas a aplicaciones en Android. Lo hace sin efectos especiales.
Pocos menús, una interfaz limpia y agradable, y, lo más importante de todo: mucho más que herramientas para contraseñas en softwares. App Lock Master permite configurar passwords a aplicaciones, pero también a apartados internos del SO.
Hablamos de los SMS, de Contactos, la Configuración del sistema o incluso la propia Play Store. En esencia, prácticamente lo que quieras. Esto va asociado al clásico PIN, patrón o código. Entras en sus ajustes y ahí cambias la contraseña por la que quieras.
Descarga App Lock Master en Android.
No destaca por nada en especial pero hace todo lo que se esperaría de una aplicación para poner contraseñas; por apps y apartados, con patrón, PIN o huella, y hasta con una opción para ocultar imágenes y vídeos de la galería.
Destaca por tener muchos temas de personalización, aunque no entramos a valorar la estética de lo que ofrece. En contra, algunos usuarios aseguran que la app tarda unos 30 segundos en bloquear las apps, y que no cuenta con ninguna opción para activarlo desde el inicio.
Se trata, en definitiva, de un software que todavía tiene mucho recorrido para seguir mejorando, pero que ya tiene a más de 160.000 personas corroborando su buena calificación en la tienda. Es gratuita y no tiene publicidad de por medio.
Nos hemos dejado para el final el Sistema Operativo de Apple porque, como ya viene siendo costumbre, tiene sus particularidades al respecto de las contraseñas. Esencialmente, porque no permite a terceros desarrollar apps para la tienda.
Hablando en plata, olvídate de descargarte nada para poner contraseñas si no te gusta el puchero que ponen en casa. Por suerte, en iOS existe una herramienta nativa que no es exactamente lo buscado, pero cumple las mismas funciones.
Nos referimos a “Tiempo de Uso”, algo que llegó en iOS 12 en línea con el compromiso que tiene Apple por controlar la adicción a la tecnología. Eso incluye sus propios productos, y de ahí un limitador por minutos.
Antes de nada, tendrás que configurar el código que quieres que sirva de protección. Entras en Ajustes, después en “Tiempo de Uso” y entre las últimas opciones verás el comando “Usar código para tiempo de uso”.
A diferencia de Android y sus aplicaciones, aquí solo podremos configurar un PIN de cuatro dígitos. Lo que sí permite esta función es elegir entre la discriminación (solo algunas aplicaciones), o bloquearlo todo.
Entras de nuevo en Ajustes y “Tiempo de Uso”, pero ahora te vas a la parte superior de la pantalla para seleccionar el nombre de tu dispositivo. Eso desplegará un listado con todas las aplicaciones instaladas.
Aquí el truco está en seleccionar 1 minuto de tiempo desde la parte inferior (“Añadir límite”). Es el periodo más corto que se ofrece, y el que nos permitirá bloquear la app en cuestión frente a terceros.
Si al buscar la app que quieres no aparece en la lista, entonces selecciona “Los últimos 7 días” para que se muestre el software restante. Ten en cuenta que iOS sobreentiende que solo deseas proteger lo que más usa, y por eso prioriza en la visualización.
Cuando estés utilizando la app y se cumpla el minuto de tiempo, saltará una pantalla con un reloj y un mensaje: “Límite de tiempo”. Si quieres seguir utilizándola tendrás que pulsar sobre “Pedir más tiempo” y después introducir el PIN configurado.
Se hace exactamente igual que lo anterior, solo que al llegar al apartado de “Tiempo de Uso” en los Ajustes, tendremos que pulsar sobre “Límite de uso de apps”. Eso nos llevará a otra sección en la que habrá que seleccionar “Añadir límite”.
Y ahí está la diferencia. Apple engloba todas las aplicaciones por categorías (Redes sociales, Juegos, Entretenimiento, etc). Eso nos facilitará la vida si solo queremos bloquear un tipo de software en concreto.
Si lo que buscamos es establecer el minuto de tiempo para todas y cada una de las apps, pues es tan sencillo como marcar la primera opción de la lista: “Todas las apps y categorías”. Después indicas el tiempo mencionado, y ¡c’est fini!
No dejes que nadie fisgonee y te cotillee el móvil. Si nos pasamos el día entero metidos en Twitter, Instagram o la propia galería no es para que luego llegue alguien y nos deje al desnudo en un par de clics. ¡Protégete!
