Qué tienes que saber antes de comprar un monitor gaming

Dos, tres y hasta cuatro pantallas; algunas en vertical, otras panorámicas o incluso curvas, tienes que saberlo, no hacen falta tantos monitores para el gaming, sino que sea uno, pero el mejor. Antes de comprar uno y gastar la pasta, echa un ojo a lo que debes tener en cuenta.

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Lo primero en lo que vas a pensar es en el precio. Al fin y al cabo es el factor común en cualquier compra (y no nos engañemos, casi siempre funciona). El tema es que si te has metido a montarte tu propio setup gaming, no creemos que el dinero sea la primera de tus preocupaciones.

Eso sí, no queremos decir que haya que aflojar la billetera así como así. En el universo tecnológico lo más caro no siempre es lo mejor. Para huir de esa naftalina es vital que conozcas cuáles son tus necesidades de juego.

¡Ah! y también que tengas un mínimo conocimiento técnico sobre las especificaciones de todo monitor gaming. Que sí, que la resolución y los fps son importantes, pero hay mucho mucho más detrás de cada hardware.

Qué tienes que saber antes de comprar un monitor gaming

¿No tienes ni idea de que te estamos hablando? Entonces sigue leyendo. Tras pillarte un ratón gaming y hacer lo propio con la silla, llega el momento de completar la parte más importante del setup.

En este artículo te vamos a explicar cómo comprar un monitor gaming sin parecer un pringao delante de tus compañeros más veteranos del mundillo. Que no se nos olvide que toda esta parafernalia también tiene mucho de ego y postureo.

Cosas a tener en cuenta al comprar un monitor gaming: las marcas de referencia

No empecemos la casa por el tejado. Ya sin saber cómo elegir un monitor gaming ni pisparse de absolutamente nada, merece la pena vomitar unos cuantos nombres. Son las marcas que más vas a ver a la hora de comprarlo.

Claro que no todos los modelos son los adecuados para ti, pero a la hora de despejar dudas por posibles fallas de calidad o malas opiniones de usuarios, te va a ahorrar mucho tiempo. La lista no sigue ningún criterio específico.

• LG
• Asus ROG
• Acer
• Dell
• Benq
• MSI
• Lenovo
• Legión
• Razer

Verás que cada marca después tiene un monitor gaming destinado a diferentes gamas de calidad y precio. Igualmente, si entras en Amazon o cualquier otro Marketplace, huye de los artículos que no sean de alguna de estas firmas.

A partir de ahí ya podemos empezar a hablar de los elementos técnicos presentes en casi todas las fichas de producto. Sí, ha llegado el momento de hablar de la tan intoxicada resolución. ¿El tamaño importa?

Antes de comprar un monitor mira su resolución

No es lo mismo querer comprar un monitor gaming para competir, que hacerlo para disfrutar de una experiencia inmersiva en el último título de mundo abierto. Aquí vamos a aceptar barco y pensar que le das importancia a al número de píxeles en pantalla.

"Ah pues entonces me tiro de cabeza a por ese modelo con chorrocientas pulgadas". Cuidado. Piensa que no es lo mismo un televisor que un monitor gaming. Frente a este vas a estar mucho más cerca, y suponemos que no querrás quedarte ciego.

Además, el tamaño no siempre va ligado a la resolución; hay monitores con muchas pulgadas que sin embargo no dan la talla en el apartado de los píxeles. Por eso te recomendamos que intentes moverte entre las 21 y las 28 pulgadas.

¿Juegas desde un sofá siempre con mando? Opción rara para un PC, pero bueno. En ese caso a lo mejor sí que te interesa ir a por un monitor gaming de 29 pulgadas o más. El tema es que analices tu posición en la habitación y decidas en función.

Ahora vamos a por la resolución. Seguramente estés aburrido de ver todo el día las nomenclaturas de este mundillo en los móviles, pero no sobra un pequeño repaso a las siglas que te vas a encontrar aquí.

Lo único que debes tener en cuenta al comprar un monitor es que cuanta más resolución mayor exigencia gráfica. Si no cuentas con una buena tarjeta te aconsejamos que renuncies a píxeles para garantizar el rendimiento.

Hay muchos monitores gaming 2k y 4k bastante competentes y equilibrados. Suponiendo que ya te has encargado de cubrir bien los componentes de tu PC, no deberías tener problema para moverlos.

Tasa de refresco en un monitor gaming

Entramos en el fango técnico. La tasa o frecuencia de refresco indica el número de imágenes por segundo (FPS) que puede restituir el monitor. Es un parámetro fundamental para entender la fluidez de la imagen, así que no lo ignores.

Se mide en hercios (Hz). Para que entiendas la medida, 1Hz equivale a 1 FPS. Una cifra elevada en este apartado nos asegurará una mayor precisión de control al reducir la latencia de entrada. Es decir, el tiempo que tarda en transmitirse la información de nuestro control en convertirse en respuesta efectiva.

Por lo tanto, tu objetivo ha de ser buscar la mayor tasa de refresco y la menor latencia. Claro que esta elección no puede ser gratuita. Sí, sentimos decirte que depende de la tarjeta gráfica.

• 60 Hz: la base de toda la vida. Está bien si eres un jugador casual o si vienes de épocas de la NES o la GameCube, donde nadie contaba los frames. Sin embargo, para shooters o juegos de acción rápida, te vas a quedar corto.
• 120 Hz y 144 Hz: el estándar gamer. Aquí ya se siente la diferencia, especialmente en juegos donde la fluidez y la precisión son claves, como en “Valorant” o “Overwatch”. Es el sweet spot para la mayoría.
• 240 Hz y más: para los muy pros (y ricos). Ideal si te dedicas al competitivo, tipo eSports, y quieres la máxima respuesta posible. También puedes presumir de tener el monitor más rápido de tu grupo de amigos.

No tiene sentido manejar 144Hz si después la GPU de la gráfica se ahoga. A la hora de comprar un monitor gaming debes correlacionar la selección de la tarjeta con la del panel en función de su tasa de refresco.

Hay modelos con tecnología de refresco adaptativo que ya se encargan de acoplar ambos componentes de forma automática. Quizás sea tu mejor opción para evitar el tearing y el stuttering. Guíate así:

• Tasa de refresco siempre mayor de 90Hz (preferible 120Hz)

Tiempo de respuesta del monitor gaming

No debes confundirlo con la latencia. El tiempo de respuesta refleja lo que tarda cada píxel del panel en cambiar de color. O lo que es lo mismo, la cantidad de segundos (o inferior) que necesita el monitor para procesar las imágenes.

Esto importa porque, en juegos rápidos, un tiempo de respuesta lento puede hacer que veas una imagen borrosa, conocido como “ghosting” (sí, como la práctica de dejar a alguien en visto, pero menos tóxico).

• 1 ms (milisegundo): la opción premium y donde casi no notarás nada de ghosting. Si eres competitivo o juegas mucho a shooters, vete a por esto.
• 2-4 ms: para la mayoría, esto va perfecto. Te da velocidad sin necesidad de vender el riñón para pagarlo.
• 5 ms y más: aquí ya puede haber más ghosting. Sirve para juegos más lentos, como de estrategia o aventuras gráficas, donde la rapidez no es tan crucial.

Cuando esto no funciona adecuadamente terminamos padeciendo de desenfoque de movimiento, blur y otros efectos capaces de emborronar la imagen. El tiempo de respuesta se mide a través de dos parámetros:

• MPRT (Moving Picture Response Time): mide el nivel de desenfoque de movimiento. El tiempo que pasa desde que aparece el error hasta que desaparece.
• GtG (Grey To Grey): tiempo que tarda un píxel en mostrar el color gris, cambiar a blanco y de nuevo volver a reproducir el gris. Se mide en ms y es lo que suelen destacar más las marcas.

¿Qué es más importante a la hora de comprar un monitor? ¿MPRT o GtG? Aunque ambos parámetros son determinantes, el MPRT nos indica de forma más precisa la calidad de imagen que es capaz de mostrar el monitor gaming. A nivel general:

• Tiempo de respuesta siempre menor de 4ms.

G-Sync y FreeSync: la pelea entre Nvidia y AMD

¿Te ha pasado que, al moverte rápido en un juego, se corta la imagen? Eso es el screen tearing, y se soluciona con la tecnología de sincronización adaptativa.

• G-Sync (Nvidia): Compatible con tarjetas gráficas Nvidia. Es genial para eliminar el tearing y ofrecer una experiencia fluida, pero los monitores con G-Sync suelen ser más caros.
• FreeSync (AMD): La alternativa de AMD, y suele ser más accesible en cuanto a precio. Funciona con tarjetas AMD, pero también es compatible con muchas Nvidia, solo que sin todas las opciones avanzadas de G-Sync.

Consejo: Mira qué tarjeta gráfica tienes o planeas tener y elige un monitor compatible con esa tecnología. No tienes que hipotecarte por esto, pero si puedes, es una mejora que notarás.

Tipos de paneles a valorar en un monitor gaming

Es verdad que ni el dependiente ni la web de turno te van a explicar las tecnologías que se esconden detrás de los paneles, pero son clave para buscar la mejor combinación de MPRT y GtG.

Olvídate de las nomenclaturas y céntrate en las especificaciones que te puede dar cada una. Cuando la veas en la ficha técnica sabrás así a qué atenerte. De forma general los TN son los más rápidos. Después irían los IPS y los VA, en ese orden.

Conectividad del monitor gaming

Casi todos los modelos gaming vienen bien cubiertos en este sentido. De todas formas siempre es recomendable pasar revista para asegurarte de que cuentan con los puertos adecuados y suficientes.

Presta especial atención al HDMI porque por ahí te vendrán todos los problemas de rendimiento si no tienes la tecnología adecuada para responder al resto de especificaciones.

• HDMI 1.0: Full HD a 60 Hz
• HDMI 1.3: QHD a 60 HZ.
• HDMI 1.4: UHD solo en vídeo, resolución 4K a 24Hz en películas.
• HDMI 2.0: 4K a 60 HZ. Es el más extendido y el que mejor se desenvuelve con el HDR.
• HDMI 2.1: 8K a 120 Hz. El más reciente y recomendable para las consolas de última generación.

Dependiendo de tu equipo y tus necesidades, ciertos puertos serán más importantes que otros. Aquí tienes una idea de las configuraciones más comunes y útiles para un monitor gaming:

Para jugadores de consola (PS5, Xbox Series X): HDMI 2.0 o 2.1 es fundamental, ya que estas consolas están optimizadas para esa conexión. Si el monitor cuenta también con USB-A y salida de audio, es un plus para conectar auriculares y mantener el setup limpio.

Para gamers de PC (tarjetas gráficas modernas): DisplayPort 1.4 es el estándar, ya que ofrece compatibilidad con G-Sync y FreeSync, además de soportar altas resoluciones y tasas de refresco. Un monitor con DisplayPort y HDMI cubre la mayoría de las necesidades, y el USB-C puede ser un buen extra si necesitas cargar otros dispositivos.

Para setups minimalistas: Un monitor con USB-C Alt Mode y carga (Power Delivery) es ideal si planeas usarlo con una laptop, ya que solo necesitas un cable para todo. Si además incluye puertos USB-A para periféricos, es perfecto para reducir el desorden de cables.

Curvatura: la clave para una experiencia más envolvente

La curvatura es otra característica importante si buscas un monitor que te haga sentir dentro de la acción.

La idea detrás de los monitores curvos es que la pantalla envuelve tu visión periférica, dándote una experiencia de inmersión superior a la de un monitor plano. Aquí hay algunos detalles clave sobre las curvaturas que debes considerar.

Curvaturas comunes (1500R, 1800R y 1900R): La “R” se refiere al radio de la curva en milímetros. Por ejemplo, un monitor 1800R tiene un radio de curva de 1.800 mm. Cuanto menor es el número, más pronunciada es la curva.

Los monitores 1500R suelen tener una curva más intensa, acercando aún más las imágenes laterales a tu vista. Esta curvatura es ideal para pantallas grandes y setups en los que te sientas directamente en frente del monitor.

Las curvas más intensas como 1500R son fantásticas para monitores ultrawide o muy grandes, ya que realmente amplían el campo visual y te sientes rodeado por la imagen.

Sin embargo, en monitores de tamaño más pequeño, como los de 24 pulgadas, la diferencia no se nota tanto y puede llegar a ser innecesaria. Por otro lado, una curva suave como la 1900R puede ser más práctica para monitores de 27 a 32 pulgadas, permitiendo que la pantalla se sienta más envolvente sin ocupar tanto espacio.

¿Por qué elegir un monitor curvo?

• Mayor inmersión visual: en juegos de mundo abierto, RPGs y simuladores, la curvatura añade un toque cinematográfico, permitiéndote ver el “mundo” del juego desde un ángulo más natural. Es casi como tener visión periférica digital.
• Menos distorsión y reflejos: un monitor curvo minimiza los reflejos en los laterales, ya que la pantalla curva dirige la luz hacia el centro en vez de reflejarla directamente hacia el espectador. Esto también significa que los objetos en pantalla se ven con menos distorsión, ideal para quien valora el realismo en los gráficos.
• Ventaja en multitasking: si usas tu monitor gaming para otras actividades, los monitores curvos ultrawide facilitan el multitasking. La curva permite que tus ojos se muevan de un extremo al otro sin sentirte “perdido”, perfecto si quieres tener un juego abierto en una parte de la pantalla y un chat o guía en la otra.

¿Qué tipo de juegos son mejores para monitores curvos?

• Simuladores y mundos abiertos: la experiencia se enriquece, ya que los entornos visuales amplios de estos juegos se adaptan mejor a la curva.
• Juegos en primera persona: aquí también hay beneficios, ya que los objetos en pantalla tienden a sentirse más “naturales” con la visión periférica de un monitor curvo.
• Juegos de estrategia: si bien no es un “must”, los monitores curvos permiten una visión panorámica que puede ayudarte a gestionar los elementos en pantalla más eficientemente.

Otros aspectos a valorar antes de comprar un monitor gaming

No hemos hablado del HDR específico para el monitor gaming, pero te basta con saber que debes buscar el estándar HDR10. Es el que te ofrecerá hasta 1.000 nits de brillo y una profundidad de color de 10 bits.

Por elegir siempre nos quedaríamos con la tecnología Dolby Vision. Ahora bien, en ese caso te puedes topar con problemas de compatibilidad. Merece la pena estudiarlo bien de acuerdo al juego que vamos a ejecutar.

¿Y qué pasa si quiero unir dos monitores? Es una disposición bastante común en el mundo gaming. Nosotros te recomendamos que si quieres ahorrar un poco de dinero mires un monitores ultrapanorámicos. Te van a hacer el mismo trabajo en menos espacio.

Qué decir del diseño y del sonido. Lo primero es totalmente subjetivo, pero intenta que combine con el resto de accesorios del setup. Y lo segundo está atado al número de altavoces y a lo que ya tengas instalado en la habitación.

Sabemos que comprar un monitor gaming es la decisión más importante que vas a tomar en tu camino hacia los e-Sports profesionales. Por eso debes dar cada paso con mucha precaución y no dejarte llevar por modas o consejos de cuñao.