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Netflix, Spotify, HBO, Amazon, iVoox; si tuviésemos que ponerle un nombre a esta era, probablemente llevaría el apellido “tecnológica” y el apodo “streaming”. El tiempo del todo para todos, en cualquier momento y de cualquier forma.
Sin embargo, hay quienes todavía se resisten a pasar por los entramados de las grandes firmas. Y eso aplica especialmente al tema de la música. Ya no tanto por la piratería (cuya época dorada quedó atrás), sino por la huida de lo digital.
¿Qué pasa si quiero tener las canciones guardadas en el móvil? Eso es lo que se preguntan miles de personas que no quieren o no pueden abonar la suscripción del servicio de turno, o estar 24/7 conectados a Internet.
En pocos años hemos pasado del walkman al discman, al mp3 con poco más de un giga de almacenamiento, y claro, los smartphones. Durante algún tiempo estos fueron el sueño cumplido de los adolescentes de los años 90.
Podías tener en tu móvil tantas canciones como memoria dispusiese, y ya no hablábamos de 500 MB o un simple GB. Te las descargabas desde el ordenador, y con un simple cable USB ya tenías el problema resuelto.
Ahora es muy distinto. Spotify cuenta con una opción offline, pero lejos queda esa época de libertad absoluta. O al menos eso nos han hecho creer.
En realidad existen muchas alternativas: algunas legales, otras no. Algunas gratuitas, otras bajo modelo de suscripción. A continuación te enseñamos las más interesantes ¡pero no te olvides de explorar por tu cuenta!
No es exactamente como tener la música guardada en el teléfono, pero se le parece. Tanto Spotify como Apple y Google (a través de Youtube) ofrecen la posibilidad de escuchar canciones sin conexión.
Eso sí, el asunto no sale gratis. La elección de una u otra plataforma ya depende de qué gustos musicales tengas. Spotify es la que tiene la biblioteca más amplia (con más posibilidad de que posea ese tema raro que buscas).
Apple Music en cambio ofrece una interfaz más amena y se sincroniza a la perfección con el resto de apps y servicios de iPhone. Y Youtube, pese a ser la última en llegar, también resuelve el problema con un servicio bastante directo e interesante.
Recuerda que en ninguno de estos casos la música quedará alojada en la memoria del teléfono. Tendrás primero que abrir la aplicación y después acceder desde ahí a la música estando desconectado de Internet.
Aunque no escuches hablar muy a menudo de ella, lo cierto es que su biblioteca de canciones está a la par (o incluso por encima en extensión) de la de Spotify.
Deezer es, sin ninguna duda, la opción de mayor calidad al margen de las grandes plataformas.
No solo por su variedad musical, sino también por la interfaz con la que lo muestra y la fluidez bastante infrecuente, que tiene a la hora de cambiar entre pistas o generar listas personalizadas.
Ofrece una calidad de sonido superior a los 320 kBps, un identificador (como Shazam) llamado SongCather y hasta una función de karaoke, “Letras”. Claro que, a lo que venimos aquí es a la función de descarga.
En el caso de Deezer los temas sí se alojan directamente en la memoria del teléfono, por lo que deberás asegurarte de tener espacio suficiente, o de contar con una tarjeta SD potente, para alojar las pesadas canciones.
Además, esta posibilidad offline solo está disponible en el modo premium, bajo un pago mensual de 9,99 euros. El programa es gratuito en sí, pero no con esa función.
Descarga Deezer en Android o iOS.
¿Quién no conoce esta plataforma? En 2019 los suecos tenían ya más de 200 millones de canciones, y aunque no hacen públicos sus números, es de esperar que tras la pandemia hayan aumentado exponencialmente su biblioteca.
En SoundCloud no tienes que pagar por descargarte la música: nada, sin letra pequeña ni asteriscos raros. Eso, obviamente, deja fuera a algunos artistas y listas de reproducción.
Por lo demás, su interfaz es muy limpia, sus opciones claras, y sus posibilidades casi infinitas. Aquí encontrarás temas poco comerciales o independientes, que por el motivo que sea no han conseguido o querido llegar hasta Spotify y demás.
Para descargar las canciones solo tienes que reproducir la que quieras en cuestión, y buscar el botón con ese mismo nombre que aparece bajo la información del disco y el artista. Esto después podrás escucharlo con el móvil sin ninguna restricción.
Descarga SoundCloud en Android o iOS.
Olvídate de bibliotecas, interfaces y servicios que hasta parecen funcionar conscientemente. Snaptube es la alternativa más “chabacana” pero funcional que vas a encontrar para descargar música en tu móvil.
Aquí no pienses en cosas como los derechos de autor porque aunque dependen de Youtube, la app no mantiene una política clara al respecto. Si eso no te importa, tienes ante ti la herramienta perfecta para hacerte con las canciones que quieres.
Solo tienes que descargarte el software desde su web (no está disponible en la Play Store), y ya podrás empezar a alojar música. Copias el enlace al vídeo con la canción de YT y lo pegas seleccionando el formato.
Originalmente Snaptube estaba pensada para descargar vídeos propiamente dichos, pero terminó añadiendo la opción de descargar solo el audio de los archivos, y con ello dio pie a toda una explosión de usuarios.
¿La pega? Tendrás que buscar canción por canción para hacerte tu propia biblioteca. Además, si se trata de un videoclip es posible que te comas introducciones largas y pistas que incluyen más cosas que solo el tema.
Ah, y también funciona con Facebook, Instagram, Veo, Dailymotion, Vimeo, Metacafe, Soundcloud y casi cualquier plataforma que se te ocurra.
Descarga Snaptube desde su web.
¿Conoces uTorrent? Pues esto es el mismo concepto solo que trasladado y adaptado a las necesidades de los usuarios de smartphones. Es importante tener esto en mente por las particularidades de su funcionamiento.
“FrostWire es un reimaginado Cliente Torrent / Descargador de música MP3 y Vídeo / diseñado especialmente para el usuario cotidiano, pero con velocidades rápidas de descarga para satisfacer incluso a los usuarios más exigentes”, recoge el sitio oficial.
A diferencia de otros servicios P2P, este simplifica todo el proceso para que puedas descargar archivos en pocos segundos. Busca los índices más interesantes, los separa por tipos de archivos e incluso ofrece una previsualización del contenido antes de la descarga.
Cuenta con un reproductor de música propio y con un navegador multimedia, pero no recomendamos mucho su uso por las carencias que presenta. Es mejor que elijas la canción, inicies la descarga, y reces por que todo salga bien.
Antes de poner a buscar álbumes y artistas, no obstante, te recomendamos que esté conectado a una buena red wifi: necesitarás muchos datos para no quedarte colgado a medias.
Descarga FrostWire en la Play Store.
Lo más simple de lo más simple. Esta app por no tener no tiene ni interfaz. Pero da igual, porque en la práctica nos ofrece lo que estamos buscando: la descarga sin limitaciones de todo tipo de canciones.
¿Qué ofrece TinyTunes? Entre otras cosas una biblioteca formada por temas de siete servidores diferentes, filtros por géneros, listas de reproducción, un reproductor integrado o la posibilidad de buscar directamente a través de Shazam y SoundHound.
Lo interesante, no obstante, es la opción de descarga de música. Solo tienes que encontrar el tema, iniciar el proceso, y esperar menos de 20 segundos para que acabe en la memoria de tu teléfono.
Y pensarás, “algo así tiene que ocupar mucho espacio” ¿verdad? Pues no. TinyTunes apenas pesa 2MB, incluso ofreciendo también la posibilidad de reproducir las pistas en streaming.
Como curiosidad, cuenta con el top 100 de iTunes, que puede servirte de referencia.
Descarga TinyTunes desde su web.
¿Sigues con ganas de música? Para celebrar el Día del Rock con estas aplicaciones tendrás más que de sobra. Busca el último disco de Metallica y ponte a cantar a capella sin preocuparte por la conexión a Internet o los derechos de propiedad.
Y si te pica la curiosidad, solo tienes que introducir “descargar música Android” en Google, para encontrar otras muchas apps igual de prácticas. Eso sí, es posible que vayan cambiando por la presión de las grandes firmas y de las discográficas.
