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Alrededor de la carga del móvil existen numerosos mitos: que si se gasta, que si hay que dejarlo llegar al 0% y muchos más que no son ciertos. Uno de los más extendidos es que no se puede dejar el móvil conectado durante toda una noche (algo que todos solemos hacer por comodidad).
Esto lo hacemos sin pensar, por hábito, porque es el momento en el que nosotros también recargamos batería y tenemos más tiempo para dejar el móvil sin usar. La cosa es: ¿esto daña al móvil? ¿Afecta a su vida útil? Aquí te lo contamos.
Por las redes puedes leer desde que la batería se estropea hasta que el móvil puede explotar y por eso mismo nunca debes fiarte de ellas.
Con las nuevas tecnologías de carga que incluyen los dispositivos, el peligro ha desaparecido por completo. Los dispositivos actuales ya están preparados para cargarse durante toda una noche.
Esto sí que pasaba con las anteriores baterías, pero las marcas resolvieron el problema. Los fabricantes integran sistemas que cortan la entrada de carga eléctrica a la batería cuando ha llegado al máximo.
Por tanto, la sobrecarga no es posible: toda la corriente que llega va directamente al terminal sin pasar por las celdas para protegerlas y evitar los daños que sufrían antes. Sí, en las antiguas baterías que estaban fabricadas de níquel-cadmio la carga continuada reducía la capacidad máxima de carga.
En cambio, las actuales están hechas de iones de litio o polímeros de litio, por lo que tampoco les afecta el efecto memoria si la cargas hasta el 70% y te desconectas o lo enchufas en el 20%.
Así pues, lo de que dejar el móvil enchufado durante toda la noche daña la batería es solo un mito. Esto no quiere decir que no existan otros métodos de carga que mejoren la vida útil de la batería, porque los hay.
De hecho, muchos smartphones actuales cuentan con sistemas de tiempos de carga en los que al principio cargan mucho más rápido, después reducen la velocidad y cuando llegan al 80% la intensidad de corriente baja al mínimo para llenar por completo todas las celdas.
Existen innumerables trucos para conseguir que la salud de la batería de tu teléfono no se vea afectada demasiado rápido, y aquí te vamos a comentar los principales.
El principal método los expertos recomiendan es que se mantengan los niveles de batería entre el 20 y el 80% de carga. Si no lo mantienes siempre no pasa nada, pero las celdas tendrán que exprimirse al máximo y a un largo plazo puede tener consecuencias.
No va a fastidiarse la batería en dos días, pero si estás conectando y desconectando la batería cada dos segundos acabarás mareando a las celdas. Es mejor que utilices un cargador de carga rápida si tienes poco tiempo para cargarlo que enchufarlo siete veces al día.
No cargues tu teléfono de forma habitual con una batería externa. La potencia de entrada suele ser más lenta pero descontrolada (ya que no suelen ser de la mejor calidad) por lo que los sistemas de salud de batería de tu móvil no se activarán.
Otro problema relacionado con las baterías es el sobrecalentamiento. Por lo general, esto ocurre cuando utilizas un cargador que tiene más potencia de la que tu móvil soporta (pista: no va a cargarse antes) o está activada la opción más potente de carga (tu móvil te avisa de eso).
Otro consejo es que no seas tacaño y compres un cargador nuevo cuando el anterior se rompa. Entendemos que puede ser más caro de lo que pensabas, pero un cable con cinta adhesiva puede llegar a producir chispas o incluso prender objetos inflamables si eleva mucho su temperatura.
Como es normal, si cargamos el móvil mientras estamos durmiendo puede que lo dejemos encima de la cama. Esto puede ser perjudicial, ya no por los daños que puedan suponerte a ti, sino porque el móvil no estará en las mejores condiciones.
Por lo general, tanto el cubrecolchón como las sábanas y colchas son fuentes de calor. Esto —sumado a que cuando el móvil está cargando, además de recibir energía, también aumenta su temperatura— es una mezcla peligrosa.
El riesgo viene cuando la temperatura de la batería sube demasiado: esto puede hacer que su salud y vida útil se reduzcan mucho. Por eso, nunca cubras el móvil con una sábana, y menos mientras carga.
Lo mejor es dejarlo sobre una mesilla de noche o un espacio similar en el que no tenga nada ni por encima ni por debajo, y a ser posible sin funda —aunque esto es prescindible—. Así tú y tu móvil podréis recuperar energía en las mejores condiciones.
