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No, Mark Zuckerberg no ha inventado nada. Es verdad que lo de cambiar el nombre de Facebook a Meta ha sido una buena jugada para liderar lo que en los próximos años se cree que será todo un pilón de beneficios y reputación. Pero lo de los metaversos viene de lejos.
Si nos ponemos quisquillosos podemos decir que el terminó lo inventó Neal Stephenson en la novela sci-fi "Snow Crash" de 1992. Otros autores previos pero contemporáneos como William Gibson ya utilizaban significados parecidos, pero la cosa anda por ahí.
Ahora bien, si tuvieras qué explicarle a tus padres qué es el metaverso, seguramente te sería mucho más práctico acudir a referentes modernos como "Matrix", o el todavía más reciente "Ready Player One".
Para los millennials más techie, esos que crecieron compartiendo Internet y teléfono fijo en la misma línea, la palabra "metaverso" les evocará redes sociales primigenias como Habbo o Second Life. ¿Nos hemos vuelto locos?
No, todo ello son metaversos. Lo que pasa es que el fenómeno que ahora se nos viene encima no es exactamente igual que aquellos universos recreados. Comparten lo de estar construidos sobre digital, pero poco más. ¿Por qué esa diferencia?
Bueno, como vamos a ver en unos segundos, la evolución tecnológica lo ha cambiado todo. Empezando por la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada, y siguiendo por los NFT y las nuevas relaciones social media. Al lío: ¿cuáles son los mejores metaversos?
Imagina que sueñas estar en un mundo perfecto, en el que pides algo y se te concede. Ahora imagina que ese sueño se ubica en una dimensión digital, y que eres totalmente consciente de tus actos. ¡Pues eso es el metaverso!
Mucho seguir pensando que Digimon es un anime noventero para nostálgicos, pero al final —y con mucha distancia— ha terminado prediciendo el futuro. Porque sí, estamos ante mundos digitales que buscan recrear la realidad de arriba a abajo.
"El metaverso es el lugar donde converge el mundo físico y el mundo digital", señala Statista. "Permite que las representaciones digitales de las personas, los avatares, interactúen entre sí en diversos escenarios".
Por eso último muchos expertos creen que esta tecnología es el futuro de las rede sociales. En lugar de tuitear o de subir una foto en Instagram para interaccionar con tus seguidores, te metes en este universo y te mueves por él con tu propio avatar.
La idea no es que hagas amigos o te construyas una casa a lo SIMS, sino que repliques lo que ya haces en tu vida real, pero con todas las posibilidades de lo digital. Y cuando decimos "posibilidades" nos referimos a la pasta gansa (criptomonedas, eso sí).
En vídeos que ya han pululado por Internet, parece que Meta quiere que vayamos a la compra en su metaverso, que nos cortemos el pelo o que salgamos con los amigos sin levantarnos de la silla. ¿Tiene sentido? Por el momento nadie lo sabe.
Es una tecnología bastante prematura que tiene mucho que demostrar. Los inversores, eso sí, ya se han lanzado de cabeza al pastel y ahora la criptoexperta Grayscale, apunta a que el sector camina hacia el millón de billones de dólares ("trillion" en inglés).
Podemos guiarnos por la base de usuarios, por los billetes que mueven diaria o mensualmente, o hasta por las empresas que están detrás. A la hora de elegir metaverso tienes que intentar alejarte de criterios subjetivos.
Nos referimos a cosas como lo bonito que te parezca, que estén o no tus amigos en él y hasta que te mole el nombre de la plataforma. Mucho cuidado con dónde pones los pis (o la cabeza) porque aquí hay dinero en juego.
Si te confundías en Second Life no tenías más que borrar tu cuenta. Pero si tropiezas en uno de estos metaversos podrías perder mucho dinero. Recuerda que aquí todo se paga como en la vida real, y que las estafas digitales son tanto o incluso más frecuentes que en la calle.
Es el metaverso de referencia absoluta. Meilich y Esteban Ordano crearon este metaverso en 2015 pensando en recrear la gestión de terrenos del mundo real. Es decir, sí, darle a los usuarios un universo gigantesco, pero sujeto a las leyes de mercado y la lógica del capitalismo.
Los argentinos se apoyan en la blockhain de Ethereum para establecer unas mecánicas de compraventa descentralizadas en las que el token MANA hace las veces de moneda de intercambio. ¿Quieres participar? Pasa tus ETH a esa divisa y empieza a especular.
Este metaverso está dividido en cuadrículas iguales, en las que encontramos coordenadas concretas, o LAND (NFT basados en ERC-721. La oferta, obviamente, está controlada y la emisión regulada por Decentraland DAO. ¿Cuál es la gracia?
Cuando uno se hace con un terreno puede empezar a edificar lo que quiera sobre él. Los gráficos son muy justos a nivel técnico, pero lo importante aquí son las posibilidades. De hecho, se puede modelar básicamente cualquier cosa desde fuera para después añadirla al metaverso.
El metaverso de Arthur Madrid y Sébastien Borget tiene ya una década de historia, pero no fue hasta 2021 cuando se convirtió en un metaverso propiamente dicho, con la aparición del token SAND y la gestión a través de la DAO. ¿En qué consiste exactamente?
The Sandbox es bastante similar a Decentraland; los usuarios pueden comprar terrenos, disfrutar de experiencias interactivas y comercializar todo tipo de bienes. También funciona con una cuadrícula para asegurarse de que las parcelas son idénticas, y apuesta por un sistema de subastas.
La idea es que la creatividad permita a los usuarios introducir todo tipo de elementos al metaverso a través del software Sandbox Game Maker Alpha, para así aportar valor a sus terrenos y después venderlos. Está ahí, ahí bordeando el mundo de la especulación.
La cosa es que Sandbox, la empresa detrás del metaverso, está ya desarrollando otros juegos orientados a los bienes raíces para crear una megaciudad virtual orientada en la urbe de Hong Kong. Les respaldan más de 18.000 usuarios activos.
Coge Los SIMS, añádele una buena remodelación gráfica y crúzala tanto con la monetización de los NFT como con la especulación de inversores y jugadores ávaros. Ahí tienes Somnium Space, uno de los mejores metaversos en cuanto a diseño gráfico y animaciones.
Está desarrollado sobre Polygon Network y se centra en las mismas mecánicas que ya hemos visto: negociación de tierras (unas 5000) y construcción. Eso sí, aquí sobre un terreno prerenderizado y más realista (con orografía y demás elementos del mundo real).
Somniumm Space es diferente a la competencia porque está conectado directamente con el mercado de NFT de Amazon, OpenSea y porque tiene ya de camino un el SDK Unity de Android. Su token es el Somnium Space CUBE. Apuesta perfecta para los fans de la VR.
Ah, y cuenta con el respaldo de empresas tan importantes como Pimax, Sony, HighFidelity, o Blockchain Gaming, entre otras. Por algo será.
Aunque Villeneuve se la pegó un poco con la secuela de "Blade Runner" y hace muy poquito Cyberpunk 2077 se convirtió en una de las mayores decepciones de la historia de los videojuegos, todavía hay esperanza para los amantes de la ciencia ficción y los futuros distópicos. La trae de la mano Bloktopia.
"Bloktopia es un rascacielos compuesto por 21 niveles que rinde homenaje a los 21 millones de Bitcoin", indican los desarrolladores. "Los poseedores de tokens serán conocidos como Bloktopianos". Sí, aquí olvídate de jugar a la inmobiliaria tradicional.
"Los Bloktopianos podrán obtener ingresos a través de la propiedad de bienes inmuebles, ingresos por publicidad, jugar, construir redes y mucho más". Todo ello dentro de un rascacielos que recuerda más a lo que no vimos de Star Wars 1313 que a las cuatro torres de Madrid.
Hablamos en futuro porque este es uno de los mejores metaversos que todavía están por llegar Su lanzamiento está previsto para marzo y el NFT a perseguir será BLOCK.
Juego P2E o metaverso: llámalo como quieras. La cuestión es que StarAtlas se ha convertido, sin ni siquiera mostrar todavía gameplay real, en uno de los metaversos de 2022 más esperados. Y no es para menos viendo sus ingredientes principales:
Este universo estará inspirado en un futuro distópico del año 2620 dividido por tres facciones: humanos en el Territorio MUD, alienígenas en la Región ONI y androides en el Sector Ustur.
Como te estarás imaginado, tu papel ahí será disputar los recursos naturales, hacer política y negociar todo tipo de assets. Su token es ATLAS y está basado en la mencionada blockchain de Solana.
Si no lo hemos metido entre los mejores metaversos de 2022 es porque se sabe muy poco de él. Meta —o como quiera que se llame— será una realidad versátil, completa e infinita en la que podrás literalmente "vivir" sin quitarte las gafas de VR.
Zuckerberg ha prometido meter 10.000 millones de dólares porque su intención es controlar toda la cadena de valor. Es decir, vender el hardware y el software, así como las aplicaciones que se ofrecerán en el metaverso y los demás servicios de proveedores.
Podríamos decir que es una traslación, mucho más amplia, de lo que entendemos por la red social de Facebook, pero trasladado a la Realidad Virtual. De por medio, claro, habrá NFT, blockchain y demás tecnologías de la descentralización DeFi.
¿No es esto un poco contradictorio? ¿Una puesta descentralizada que lo quiere acparar todo? Pues sí, y por eso otros metaversos como Cryptovoxels y Decentraland ya están trabajando en la interoperabilidad para que puedas saltar de uno a otro.
Lo único seguro es que para hablar de los mejores metaversos con más seguridad todavía habrá que esperar unos cuantos años. Ethereum será gasolina y Metamask soporte, eso sin duda, pero de lo demás no nos atrevemos a hablar.
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