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Hasta el accesorio más sencillo y pisoteable del setup gaming es importante para la comodidad y jugabilidad del día a día. Sí, nos referimos a la alfombrilla gaming, ese trozo de plástico que durante años lo ocupó la publi de la charcutería de tu barrio.
A diferencia de lo que ocurre con el resto de elementos del puesto de juego —ratón, monitor, silla, teclado—, la alfombrilla gaming es completamente opcional. Vamos, que puedes seguir echando tus partiditas al LoL o al Counter sin ningún problema.
Más que un "must", es un complemento que mejora de forma silenciosa pero importante el resultado final de la composición. Como esos toques finales del artista del vídeo de TikTok que no tienes ni idea de para qué sirven y tú no habrías puesto.
Aquí no te vamos a poner una de esas gráficas de Statista que tanto nos gusta, porque, como te podrás imaginar, no hay muchos datos económicos del mercado de las alfombrillas gaming (imaginamos que eso debe de existir). Pero es que tampoco estamos aquí para convencerte.
Si quieres te haces con una y si no quieres, pues no. Que quede claro que en la mayoría de setups que vas a ver por ahí tienen su flamante alfombrilla a juego con el resto de elementos. De hecho, por composición, este accesorio es el más personalizable de todos.
Por eso creemos que merece la pena dedicarle un artículo específico. Aquí van algunos consejos para encontrar la mejor alfombrilla gaming. Toma nota y vete olvidando de pillar ese plasticucho con los Fruittis.
No hay medidas estandarizadas porque cada fabricante hace un poco lo que le da la gana. Pero en esencia debes saber que hay tamaños pequeños, medianos y grandes de alfombrillas gaming (bueno, y de cualquiera).
La que seguramente tengas en casa sea de tamaño mediano; es la más común y manejable. Las pequeñas quedan reservadas para viajes o usos muy esporádicos. Por ejemplo, si tienes un portátil y te lo llevas a la universidad con ratón, o si no tienes mucho espacio en casa y lo pones y quitas cada dos por tres.
Y luego tenemos el tamaño de los campeones. Las alfombrillas grandes o extragrandes, que cubren toda la encimera y acogen tanto al ratón como al teclado completo. Hablamos de medidas de ancho que suelen superar el metro de longitud.
Qué te vamos a decir. Si lo tuyo es el Age of Empires o el City Skylines, pues con una alfombrilla gaming mediana seguramente te apañes. Otra cosa es que juegues al tiralíneas con los DPI en shooters competitivos obsesionados con los ticks.
Ese material durito que recubre la alfombrilla gaming no es ningún elemento sacado de los años 90. Se conoce como fibra óptica, y viene a ser un derivado del plástico. Esto, los modelos más sencillos y baratos. ¿Por qué complicarse tanto la vida con algo tan estúpido?
A la hora saber qué alfombrilla gaming comprar debes tener en cuenta dos factores: limpieza y fricción. Lo primero por comodidad y lo segundo por practicidad a la hora de mover el ratón. Algunos materiales tienen mucho de una cosa y poco de otra, y viceversa.
De todas formas en el mercado lo que vas a encontrar es tela, plástico, cristal o aluminio. Las primeras son muy rugosas y con alta fricción, pero resultan sencillas de transportar. Por su parte, las de plástico son las más equilibradas, aunque se quedan algo cortas en el mundo gamer.
Te recomendamos que tires siempre hacia las alfombrillas gaming de cristal —más delicadas pero increíblemente precisas— o las de aluminio. A estas últimas las conoces por tener un tacto suave y sin rugosidad, por la que se desliza el ratón muy fácilmente.
¿A que nunca te habías parado a pensar que el grosor también es importante a la hora de comprar una alfombrilla gamer? Pues sí, la anchura de la superficie afecta, y mucho, a las sensaciones del movimiento del ratón.
Las delgadas, de unos 2 mm, son poco recomendables para jugar porque no acolchan nada y pueden terminar causando bastante fatiga en sesiones largas de "vicio". Son las más baratas porque requieren menos cantidad de material en la fabricación.
Por otro lado tenemos las alfombrillas gamer medias, de unos 3 mm. Aquí ya tenemos algo más de acople, sin llegar a hundirnos la mano. Son las más recomendables para alcanzar una buena precisión con el ratón sin renunciar al confort.
¿Y qué pasa con las más gordas? Estas alfombrillas suelen medir unos 5 mm de ancho y se parecen más a una alfombra de suelo que a un periférico de setup. Perfectas para sesiones muy largas de juego y títulos en los que hay que mantener posiciones estáticas sobre el ratón.
No nos metemos en el tema de las impresiones gráficas otaku porque eso es algo muy subjetivo. Solo te advertimos de que apostar por un diseño de alfombrilla gaming demasiado estridente puede terminar cansándote la vista a largo plazo.
Recuerda que vas a mirarla cada dos por tres, y que lo más seguro es que la mayoría de elementos que tendrá a su alrededor serán de colores oscuros. Una alfombrilla de colores fucsia te generará un principio de epilepsia perfecto para jugar como si tuvieras 600 de ping.
En nuestra opinión los más interesantes por comodidad visual son los lisos o los que llevan patrones homogéneos. Si es de una tonalidad apagada o neutra, pues mejor que mejor. El caso es que busques el contraste con el setup, pero sin pasarte.
Fíjate en que la mayoría de alfombrillas gaming de marcas conocidas llevan diseños más bien discretitos. Las locuras con imágenes de series, pelis y demás solo las encontrarás en las típicas tiendas de merchandising con garantías algo dudosas.
Sí, sí, como lo estás leyendo. El único periférico del setup gaming que no tenía ninguna tecnología ahora también está empezando a incluir todo tipo de funcionalidades compatibles con los aparatos que tiene a su alrededor.
Ya te advertimos que meterse a mirar este tipo de alfombrillas gaming supone elevar bastante el presupuesto disponible de compra. Pasa al siguiente apartado si no quieres gastarte más de 15 euros en uno de estos accesorios, porque aquí hay auténticas locuras.
Lo estándar en el mercado son uno o dos puertos USB para conectar ahí los dispositivos que necesites, y así liberar un poco la torre (que ya tiene suficiente la pobre). Mucho más interesantes son los modelos que incorporan carga inductiva.
Van conectados a la corriente y habilitan toda su superficie como zona de carga QI. Ideal para colocar en una esquina el móvil si la alfombrilla es grande, o incluso para cargar el ratón inalámbrico si este posee la tecnología (normal entre productos de la misma marca).
¿Te creías que un componente del setup iba a librarse de la fiebre de las lucecitas? Obviamente las alfombrillas gaming también tienen LEDs. En este caso las luces suelen estar situadas recorriendo el borde de la tela o dando profundidad bajo ella.
Hacerse con uno de estos modelos supone perder la función inalámbrica natural del periférico. Eso tenlo muy en cuenta. Además de que impactará en la factura de la luz. Poco, pero lo hará, y en un entorno en el que ya estamos sumando muchos aparatos.
Por lo demás, ya que te pones, procura que los LED sean compatibles con el sistema que tengas instalado en el ordenador, para sincronizarlos con el teclado y así montarte una buena feria de Sevilla. Cuidado con la iluminación RGB porque está rozando el borde de lo cutre.
¿Qué más quieres? Ah, sí, los precios. Los modelos con soporte se te pueden ir por encima de los 50 euros, pero lo normal es pagar en torno a 20 euros. Tendrás un accesorio de primeras marcas que te durará sus buenos años. Con esto y un bizcocho, a Discord que empieza la partida a las ocho.
