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¿Quién no conoce los archivos ZIP? Es ese icono de libritos amontonados que se utiliza para ahorrar tanto espacio de almacenamiento como para enviar archivos o carpetas grandes a otros dispositivos.
El proceso para crear un archivo comprimido o una carpeta con este mismo formato es muy sencillo. La cosa es que no es una tarea habitual con el ordenador y lo normal es quedarse en lo de "descomprimir", más que en lo otro.
Para comprimir archivos a ZIP lo primero que tienes que hacer es estudiar el tipo de SO que estás utilizando en el equipo. Sí, los pasos a seguir son diferentes dependiendo si tienes Mac o Windows. ¡Por aquí te lo contamos todo!
Los archivos ZIP están formados por uno o varios ficheros que se han comprimido juntos en el mismo espacio para ocupar menos. ¿Afecta eso a su calidad? No exactamente (o no siempre).
El proceso se denomina "compresión de datos sin pérdida de información". Esto quiere decir que a pesar de la reducción de tamaño, el archivo no se ve afectado. Y ojo, porque no todo es ZIP. También se puede comprimir en RAR o 7-ZIP.
Los archivos ZIP tiene muchas virtudes, aunque la más conocida es que reducen peso para compartir con otros equipos y usuarios. Piensa que todos los servicios de correo electrónico tienen limitaciones de tamaño.
Pero es que, además de la compresión, este formato también cifra los datos. Nos referimos a lo de poner contraseñas. De esta manera, podrás enviar archivos, datos o documentos privados y confidenciales sabiendo que están protegidos.
Asegúrate de que todos los archivos están en una misma carpeta, y crea una nueva que contenga solo los archivos que quieres comprimir. Luego, haz clic con el botón derecho o clic con la tecla "Ctrl" pulsando en la carpeta y selecciona "Comprimir".
Puede que no quieras comprimirlo todo. Para ello, mantén pulsada la tecla "Command" y haz clic en los archivos que quieras gestionar. Hecho esto, pulsa el botón derecho y selecciona "Comprimir".
Si solo quieres comprimir un archivo, con hacer clic en el botón derecho y pulsar "Comprimir", ya lo tienes.
El proceso es muy parecido para todos los usuarios de Microsoft. Asegúrate de que los archivos que vas a comprimir están en una sola carpeta, y a continuación haz clic sobre el botón derecho para buscar la opción "Enviar a".
En el menú que se te abrirá debe aparecer "Carpeta comprimida". Pulsa el botón para guardar el archivo en el escritorio.
Otra forma de comprimir archivos en Windows es seleccionar todas las fotos, canciones, documentos o lo que sea y pulsar en la pestaña "Compartir" del Explorador de archivos. Luego haces clic en "Comprimir" y listo.
Para descomprimir un archivo tienes que hacer doble clic sobre este y dejar que el ordenador lo abra solo. Si no, puedes darle al botón derecho y seleccionar primero "Abrir con", y después "Utilidad de archivo".
Haciendo esto, conseguirás que se descomprima la carpeta en la misma ubicación en la que se encuentra el archivo ZIP (a menos que lo cambies).
Otra posibilidad pasa por hacer clic con el botón derecho sobre la carpeta ZIP y seleccionar "Extraer todo". Así verás los archivos y podrás editarlos según tus necesidades.
Puedes también seleccionar otra ubicación que quieras pulsando "Examinar" y eligiendo el lugar de destino.
Supongamos que ya tienes una carpeta comprimida y quieres añadirle algún archivo porque se te había olvidado. ¡Pues no hay problema! Solo tienes que arrastrar los archivos o carpetas que quieras al archivo ZIP y listo.
Eso sí, esto solo funciona en Windows. En Mac necesitarás echar mano de aplicaciones de terceros. Mucho ojito con la seguridad si apuestas por esto último. ¿Quieres una opción con garantías? Ahí tienes WinZip.
¿Quieres más seguridad? Ponle contraseña a tu carpeta ZIP. El proceso es más simple de lo que parece: ve al ZIP en cuestión y selecciona con el botón derecho la opción "Propiedades". Sigue por la ventana de "General" y pasa por "Avanzado".
Una vez hecho esto selecciona "Cifrar contenido para proteger los datos", después haz clic en "Aceptar" en la ventana "Propiedades", y deja que se guarden los datos.
Sabrás que el archivo ahora está protegido porque aparece un candado a su lado. Solo aquellas personas que dispongan de la contraseña podrán acceder al contenido. Y sorry si eres de Mac, porque ahí no se puede hacer (salvo con apps).
Olvídate de webs dudosas, de comerte miles de anuncios y de poner a prueba tu antivirus. Con estos pasos ya puedes comprimir archivos a ZIP de forma 100% segura. 📚
