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El ordenador a veces se pone en nuestra contra y sin previo aviso empieza a funcionar lento, se peta o directamente se apaga. Una de las posibles causas de que esto pase es que tu disco duro esté al máximo. Lo que llamamos el "100% de la muerte".
Aunque ya no aparece el mítico relojito de Windows XP, la rueda dando vueltas sin parar durante largos periodos convierte cualquier acción en una completa tortura. Esto suele ocurrir cuando nuestro ordenador no llega a dar lo que el programa necesita.
Cuando esto suceda el problema viene del disco duro, y no es que esté estropeado, sino que está al 100% y no puede destinar más recursos al proceso que tiene que completarse.
Lo primero que tienes que hacer cuando el programa o el equipo entero no responda es saber cuál es el componente que está dando fallos.
Si es posible, mueve el ratón hacia la barra de tareas inferior de Windows y haz clic derecho para que aparezca el menú desplegable. Entre todas las opciones, selecciona “Administrador de tareas”.
En caso de que esté bloqueado hasta el ratón, lo más fácil es presionar a la vez las teclas de “Control” + “Alt” + “Suprimir”. Esta opción es más rudimentaria, pero te salva de muchos apuros si tienes que interrumpir un programa que no responde.
Dentro de la ventana del administrador, haz clic en la pestaña “Remdimiento” en la que se ofrece toda la información de cuál es el estado y la carga de la CPU, RAM, conexión, tarjeta gráfica y disco duro. En este último es en el que tienes que fijarte cuando llegue el momento de hacer un diagnóstico.
Para acceder al terminal y controlar el nivel del disco duro pulsa las teclas “Windows”+”Y” para que aparezca el menú emergente en negro con letras blancas. Dentro de las opciones selecciona "PowerShell” o “Símbolo del sistema”, cualquiera de las dos opciones es válida.
En cuanto estés dentro de la terminal, solo tienes que teclear el comando "tasklist/v" y verás cómo en la pantalla aparecen todos los procesos en funcionamiento. Para comprobar si alguno en concreto ha dejado de funcionar teclea el comando “tasklist /v |findstr nombredelprograma”.
Son varias las causas que pueden generar una carga de este nivel en la unidad de almacenamiento, pero hay dos tipos situaciones que debemos diferenciar: la carga transitoria y la sostenida.
En este caso, se suele dar por la realización de copia de archivos bastante pesados, procesos en segundo plano, compresión de vídeos o edición de imágenes…
Otro de los motivos que llevan al ordenador al 100% de su capacidad es la acumulación de notificaciones.
Los motivos son diferentes, y además peligrosos, ya que pueden hacer que el ordenador deje de funcionar durante más tiempo.
Por lo general es causa del mal funcionamiento de antivirus, un malware que haya entrado en el móvil, un software en segundo plano, un Servicio Superfetch o problemas con la propia unidad de almacenamiento.
Para conseguir liberar un poco el espacio de tu ordenador puedes seguir una serie de recomendaciones muy sencillas. En caso de que estas no funcionen, entonces tendrás que avisar al servicio técnico de tu dispositivo.
Suena obvio, pero es una solución rápida y sencilla que permite liberar el disco duro cerrando procesos. No pierdes nada por intentar arreglarlo reiniciando el equipo. Ya te adelantamos que lo del disco duro al 100% no se suele apañar así.
Puede que tu ordenador se haya petado porque tienes algún malware o algún otro archivo malicioso en el sistema. Windows Defender es un antivirus muy completo, pero estos aspectos se le pasan por alto.
Por ello, es recomendable que tengas un antivirus de apoyo como herramienta que te asegure la protección al 100%. Así, entre los dos podrás navegar y utilizar tu PC sin miedo a que te roben datos.
Además de las actualizaciones de sistema tochas como Windows 10 u 11, Microsoft lanza actualizaciones y parches de seguridad que pueden cargar en exceso al disco duro. Este proceso suele estar automatizado.
Para saber si tu equipo está actualizado solo tienes que hacer lo siguiente: pulsa el botón de inicio y haz clic en la configuración y finalmente entra en “Actualizaciones y seguridad”.
Como hemos dicho antes, la acumulación de notificaciones puede ralentizar significativamente la cantidad de procesos que tu ordenador puede gestionar al mismo tiempo.
Estas pueden generar mucha carga en el disco duro y un mal funcionamiento. Normalmente las problemáticas son de aplicaciones que están en segundo plano.
Si tras probar esas técnicas más sencillas y “simples” el ordenador sigue funcionando igual, te toca profundizar más e ir a degüello. No es necesario tener conocimientos superavanzados pero unos mínimos sí.
Seguro que no conoces este servicio, pero es el que integra Windows para reducir los tiempos que tarda el equipo en arrancar. Además, también reduce los tiempos de carga en los programas, pero en ocasiones puede dar fallos y, más que ayudar, “agobia” al disco duro.
También es posible que el antivirus te esté ayudando al quitarte amenazas de delante, pero esté saturando de una forma brutal. Para ello lo mejor y más fácil es desactivar tanto el antivirus que hemos descargado e instalado por nuestra cuenta como Windows Defender.
Si ninguno de estos dos te sirve, lo mejor es que contactes con un técnico. No es recomendable arriesgarse ni descargar programas ajenos que “solucionan todos tus problemas”, pueden estropear aún más tu ordenador.
