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Los beneficios de los videojuegos para la salud son una realidad, a pesar de las críticas que reciben en ocasiones por no tener claro cuáles son estos beneficios. Como todo en la vida: en el equilibrio está la virtud y últimamente se multiplican los esfuerzos para demostrar que los videojuegos tienen un impacto positivo en las personas.
Es cierto que durante mucho tiempo ha existido la creencia de que los videojuegos eran malos para la salud. Habitualmente se achacaba a que si los niños (y también los adultos) ocupaban su tiempo libre “encerrados en una habitación frente a una pantalla” y esto era interpretado como tiempo en el que no estaban haciendo ni deporte al aire libre ni interactuando.
Además, se argumentaba que podían causar problemas de visión por la exposición a pantallas y a estímulos, por no hablar de que quienes no habían jugado nunca con una consola, lo consideraban "un desperdicio del tiempo". Como apoyo científico, se ha demostrado que los videojuegos pueden causar adicción, pero claro, esto depende de algunas condiciones que no siempre ocurren.
Si bien algunos de estos argumentos son ciertas si los llevamos al extremo, muchas personas aún no saben que también existen beneficios de los videojuegos para la salud. No hablamos solamente de las nuevas consolas que permiten interactuar con nuestro propio movimiento y hacer deporte con los videojuegos. Diversos estudios se han ido realizando al respecto y lo que se ha descubierto te va a sorprender y mucho.
Te mostramos algunos de los beneficios de los videojuegos en varias áreas tanto del cuerpo como de la mente y las emociones. Algunos de ellos se vinculan, además, con géneros de juegos concretos como los shooter o los juegos de arcade. No te sientas culpable cuando juegas, ¡probablemente estés desarrollando alguna habilidad sin darte cuenta!
Como bien saben los gamers y los aficionados, jugar a ciertos títulos puede suponer un esfuerzo mental bastante grande. Resolver enigmas, aplicar el pensamiento lateral y responder a estímulos de manera instantánea son comunes entre los que hemos estado días pensando en cómo superar un nivel o realizar una combinación en apenas segundos.
Se realizó un estudio sobre el pensamiento creativo en la Universidad Estatal de Michigan y los resultados tenían mucho que ver con los videojuegos. Resulta que entre un grupo de 500 chicos y chicas de 12 años, los que eran gamers tenían mayor fluidez para ser creativos a la hora de dibujar o crear historias. Ser creativo requiere además una concentración especial para poder dejar volar la imaginación, y parece que los que utilizan consolas lo tienen más fácil que el resto.
Otro hallazgo sorprendente es el que descubrió la Universidad de Iowa al tratar con jugadores habituales. Según parece, los retos mentales que surgen en los videojuegos activan el cerebro de tal manera que su envejecimiento es más lento. Usar durante entre 2 y 10 horas semanales un juego pensado para poner a prueba nuestra mente evita que el cerebro envejezca siete años antes. La investigación se realizó a 681 mayores de 50. El cerebro al fin y al cabo tiene un funcionamiento parecido a un músculo que al entrenarse, se desgasta menos. ¡Ya no tienen excusa los mayores en casa para no echarse una partida!
Aunque muchas personas no entiendan los juegos de disparos, después de esta investigación, seguro que se lo replantean. Según fue publicado por la revista especializada American Psychological Association, los llamados shooters en primera persona mejoran la percepción del espacio y el aprendizaje se realiza más rápido.
La necesidad de reaccionar rápidamente y tomar decisiones hace que el cerebro sea más “flexible” y por tanto, añada información nueva más fácilmente. Coincide con esta idea Daphne Bavalier, de la Universidad de Rochester, que comenta, además, que estas mejoras del aprendizaje son muy aplicables en la vida real. Hablamos de todas esas situaciones en el día a día que requieren una respuesta rápida, en la que muchos se quedan en shock, tanto en el trabajo como en nuestras relaciones.
Tal y como hemos visto, los videojuegos ayudan a establecer conexiones neuronales complejas. La memoria también es algo muy dinámico y que podemos entrenar. Esto fue justo lo que debieron pensar en la Sociedad de Neurociencias de Nueva York, en un experimento enfocado a niños.
La actividad consistía en recordar la localización de una serie de asteroides, aunque cada vez iban mostrándoles más asteroides, por lo que el grado de dificultad aumentaba. Los chicos demostraron que sus conexiones neuronales se iban adaptando a la dificultad y que podían refrescar en su memoria la ubicación incluso de los primeros asteroides del juego. Piensa en lo útil que puede resultar esta habilidad cuando estás en el supermercado y no recuerdas qué tenías que comprar, ¡haz memoria!
Siguiendo en la línea del apartado anterior, también se puede decir que los videojuegos fomentan el desarrollo de la zona del cerebro que se relaciona con la visión espacial, la memoria, el pensamiento estratégico y la coordinación mano-ojo.
La investigación usó para ello el famoso juego Super Mario 64. Un grupo de adultos de unos 25 años estuvieron nada menos que dos meses jugando media hora al día. Mientras, otro grupo igual no jugó a ningún videojuego. Tras los dos meses de investigación, las resonancias craneales demostraron que los de los jugadores habían desarrollado ciertas áreas del cerebro más que los del otro grupo.
Esto tiene muchas aplicaciones en personas con problemas como Alzheimer o esquizofrenia, en las que algunas partes del cerebro tienen menos actividad. De todos modos cada cerebro es diferente, aunque no pasa nada por probar, ¿verdad?
Hasta no hace mucho, se pensaba que si un chico jugaba a videojuegos, tenía menos tiempo de estudio y enfocaría su atención en las consolas en vez de en los libros. Y que, además, la dependencia de la tecnología en niños y adolescentes bloqueaba su desarrollo psicosocial. Pero parece que estábamos muy equivocados.
Un estudio realizado en Estados Unidos ha demostrado que algunos juegos populares como el League of Legends y otros títulos de rol sirven como indicativo de inteligencia. Existe una correlación entre los jugadores con alta puntuación en estos juegos y los jugadores con buenos resultados en test de inteligencia. Esto sugiere que al combinar estrategia con reacciones instantáneas, se desarrolla un tipo de pensamiento que contribuye a una mayor inteligencia. Así que si eres jugador frecuente de estos títulos, no te quedes ahí y trabaja tus habilidades para sacar el máximo partido a tu mente.
Muchas personas siempre han considerado a los videojuegos como una realidad paralela en la que evadirse. Sin embargo, lo cierto es que lo que hacemos en mundos virtuales, tiene consecuencias positivas en el mundo real. Hablamos en este caso de los beneficios que los videojuegos proporcionan a nuestro bienestar emocional, y cómo puede afectar negativamente también.
Universidad de California, 19 participantes: se llevó a cabo un experimento sobre la depresión, con pacientes depresivos de entre 63 y 94 años de edad. Así, la ciencia demostró la capacidad de los videojuegos para reducir tanto la depresión como la ansiedad. Estos mayores con síntomas de depresión mejoraron su estado de ánimo y su salud mental al jugar varias veces a la semana a videojuegos con movimiento tipo Wii Sports de Nintendo.
Además, la aparición de videojuegos como Gris ayuda a normalizar la depresión alejándola del mito de que quien está deprimido simplemente "está triste" o "está loco", visibilizando este problema de salud y dándole la importancia que se merece.
Durante mucho tiempo se ha pensado que los jugadores preferían jugar con sus consolas por estar aislados socialmente, no tener amigos o huir el contacto con otras personas. Sin embargo, esto se ha revelado como una creencia falsa, ya que según las estadísticas, el 70% de los jugadores reconoce que juega con uno o más amigos, generalmente de manera presencial. Otros pueden jugar desde casas diferentes, conectados por dispositivos de voz, tanto colaborando en el mismo equipo como enfrentados competitivamente. Con sentido del humor y amistad se puede jugar de manera sana del mismo modo que hacemos deporte juntos.
Las encuestas además aseguran que la mayoría de niños y adolescentes disfrutan jugando porque socializan y aprenden a jugar en equipo. Debatir sobre la estrategia que van a seguir, sobre cómo coordinarse o simplemente hablar sobre el juego les hace compenetrarse y tener nexos en común. Además existen videojuegos online que ponen en común a jugadores del mundo entero y les permiten conocerse entre ellos y así eliminar prejuicios sobre diversos tipos de personas y estereotipos.
Sin embargo, es importante controlar los tiempos de juego, ya que si pasas demasiado tiempo en la consola, puedes correr el riesgo de perderte buenos planes con tu familia y amigos.
Muchas personas reconocen que jugar a la consola, incluso a videojuegos violentos, les ayuda a relajarse y a desestresarse. Al concentrarnos en una tarea concreta y jugar con amigos, nuestra mente se distrae y se centra en los objetivos del juego. Además, si tenemos sensaciones acumuladas, la narrativa de un juego puede ayudarnos a desahogarnos y a descargar adrenalina.
Entre los juegos más “desestresantes” encontramos los rompecabezas y juegos de figuras que requieren ciertas configuraciones, como el Tetris o el Candy Crush, muy populares ambos en los dispositivos móviles.
Sin embargo no debes centrarte sólo en videojuegos porque puedes decepcionarte o frustrarte cuando no consigas objetivos o te atasques en algún modo historia.
A menudo se dice que el tiempo que empleamos en la consola nos resta tiempo de hacer tareas al aire libre que trabajen nuestro cuerpo. Es cierto que hay que compaginar ambos hobbies para no caer en el sedentarismo, pero también los videojuegos proporcionan innegables beneficios a algunos aspectos físicos. El auge de los videojuegos vinculados al deporte o la gamificación de los monitores de actividad, son buenos ejemplos de cómo emplear el juego en la mejora de tu salud física.
A pesar de los estigmas sobre los efectos de los videojuegos a la visión, es cierto que videojuegos como el Call of Duty o Battlefield ayudan a nuestras habilidades visuales. Hablamos de diferenciar entre brillos y analizar elementos que aparecen espontáneamente como enemigos. Esto ayuda en la vida real, por ejemplo, a conducir de noche, siempre y cuando estemos descansados y concentrados en la carretera.
Se van creando conexiones que nos ayudan a responder de manera rápida y eficaz. Por si fuera poco, otros estudios indican que los shooters ayudan a mejorar la visión a personas con problemas de vista como cataratas o ambliopía. Definitivamente, la coordinación ojo-mano se ve reforzada cuando somos capaces de ejecutar complejos “combos” y combinaciones en poco tiempo sin mirar siquiera el teclado o el mando.
Estos juegos tienen beneficios visuales, para la coordinación, permiten trabajar en equipo, desarrollan la creatividad y el pensamiento estratégico. Juegos tan completos podrían catalogarse como los videojuegos con más beneficios de la historia hasta ahora.
A menudo los niños tienen problemas al someterse a tratamientos y terapias que les resultan molestas. Por este motivo algunas no sirven, porque los niños no están concentrados y no colaboran. Sin embargo, la doctora Sarah Rebstock, de Estados Unidos, descubrió que si combinaba sus terapias con algún juego, los niños participaban activamente en el juego y a la vez los médicos podían hacer su trabajo sin problemas.
Esto se aplica especialmente en pacientes que tengan problemas de movilidad y necesiten ir recuperándola. Se debe en algunos casos a que es complejo mantener la atención en dos estímulos a la vez, por lo que si el niño se concentra en el juego, la sensación de dolor puede verse solapada por la de diversión.
Según estos estudios parece seguro decir que los videojuegos tienen muchas propiedades que se podrían explotar, especialmente en la educación e incluso también en la medicina. Los beneficios y desventajas de los videojuegos para la salud son relativos a veces, puesto que dependen de la persona y otros factores, pero estadísticamente parece que en una mayoría funcionan.
Los niños hasta 12 años deberían jugar una o dos horas al día como máximo, al margen de los beneficios que pueda tener el juego. Así mismo es mejor que sea los fines de semana para que no ocupe tiempo de tareas y deberes. En los adolescentes es importante controlar la clase de juegos y hablar con ellos como personas adultas para pactar los tiempos de usar la consola. Tanto jóvenes como adultos debemos de ser precavidos para evitar caer en una adicción a los videojuegos, que elimina cualquier beneficio mencionado anteriormente.
