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Si crees que fitness conectado es instalarte una app que haga las flexiones de pecho por ti, mientras tú te pones al día con todo lo que te falta por ver de Netflix con Yoigo, sorry my friend!
Si bien es cierto que lo digital afecta a todos los aspectos de nuestra vida y que existen robots que bailan mejor que John Travolta, la cruda realidad es que los michelines solo van a desaparecer si tú y solo tú te alimentas correctamente, te pones las mallas y te das a sudar la gota gorda.
No obstante, es cierto que Internet está en todas partes, que las comunicaciones, los bancos, las relaciones o, incluso, nuestra casa están conectados. Y que el deporte está conectado. Ya es común encontrarse con máquinas en los gimnasios que te permiten, no solo realizar el entrenamiento diario, sino poder monitorizar tu estado físico y comparar la sesión con otros entrenamientos anteriores. Además, también disponemos de wearables que posibilitan conocer nuestro estado de salud general, nuestras pulsaciones o cómo estamos avanzando en nuestros objetivos. Bienvenidos al fitness conectado.
El fitness conectado consiste en hacer ejercicio como se ha hecho toda la vida, pero mejor. Siguiendo la máxima de que todo lo que se puede medir, se puede mejorar, el fitness conectado registra tu desempeño optimizando el trabajo para conseguir los resultados esperados de una manera más rápida y segura, y evitando lesiones por exceso de entrenamiento. Incluso es posible conectarse con el entrenador personal para que nos indique cuál es el plan a seguir a continuación.
Hagamos una puntualización: tal vez estés pensando, ¿por qué lo tratan como una novedad cuando yo llevo usando ese tipo de máquinas desde hace varios años? Bien, porque tal vez estés liándote con lo que significa todo esto. No estamos hablando de cuando llegas a la elíptica y le pones el tiempo que quieres trabajar o las calorías que quieres quemar, y al final de la sesión te informa de lo que has conseguido. El concepto de gimnasio conectado va más allá. Siguiendo el mismo ejemplo, sería la máquina quién, al detectarte, te dijera cuál es tu trabajo para hoy, cómo está siendo tu evolución en el último mes y si estás cumpliendo los objetivos que te marcaste al comenzar a entrenar. Además, su potencial involucra que, por ejemplo, la máquina sea capaz en un futuro cercano de detectar lesiones potenciales o recomendarte programas de rehabilitación en función de recomendaciones médicas personalizadas, esto sería, la integración perfecta entre deporte conectado y telemedicina.
A nadie le debe extrañar todo esto, ya que, hoy en día, vivimos en la era de la conexión. O de la hiperconexión, mejor dicho. Los gimnasios inteligentes son aquellos que cuentan con dispositivos que conectan las máquinas del centro deportivo entre sí a través de un software específico y con otras fuentes de datos, como las pulseras o relojes de entrenamiento de los usuarios.
Todo esto permite a los centros varias cosas:
- Ofrecer a sus clientes entrenamientos específicos según sus necesidades concretas.
- Poder obtener datos del rendimiento de los entrenamientos de los usuarios, las horas del día en las que acuden a las instalaciones del centro, o quiénes finalizan sus rutinas, entre otros datos.
- Permitir el que los usuarios puedan retomar su entrenamiento allí dónde lo habían dejado.
Todo esto hace más sencilla la gestión del centro deportivo. Por un lado, pueden ofrecerse bonificaciones o descuentos a aquellas personas que elijan entrenar en horas menos masificadas, por lo que se convierte en una buena inversión en términos de marketing. Otra manera de aprovechar las bondades del fitness inteligente es el poder ofrecer esa personalización sin tener que disponer de un monitor / entrenador para cada persona, ya que podrán ver los avances de cada uno y orientarles a través de los aparatos conectados.
Cada vez son más las personas que prueban esta forma de ejercitarse y apuestan por ella. Y las empresas no quieren quedarse atrás, trabajando en esas tendencias en fitness tecnológicas que les permitan ofrecer a sus clientes un soporte adicional que les haga dar lo mejor de sí mismos.
Estos son solo algunos ejemplos de esta nueva forma de entender el deporte.
Según su propia web, Technogym nace con el objetivo de ayudar a las personas a vivir mejor. Para ello ofrecen equipos deportivos conectados entre sí que permiten disfrutar del deporte, independientemente de donde estén sus usuarios. Su oferta se completa con servicios, contenidos y programas personalizados para que cada usuario pueda optar por los entrenamientos que necesita para cumplir sus objetivos.
Si muchas instalaciones deportivas eligen los productos de esta marca es por su escalabilidad. Ofrecen soluciones que van desde las máquinas propiamente dichas a orientación para optimizar los recursos financieros, diseñar el interior de las instalaciones de acuerdo al plan de negocio o ayudar con el marketing y la promoción.
El diseño de sus equipos se adapta a todas las modalidades de entrenamiento que el usuario quiera practicar, como son el funcional, las actividades en grupo, cardio o fuerza.
Con penetración en más de 60 países de todo el mundo, InBody es un analizador de la composición de cuerpo de cada persona. De esta manera, los entrenadores podrán buscar la mejor manera de planificar el trabajo para conseguir que los usuarios sigan un plan específico de entrenamiento que les permita mejorar en aquello que estén más flojos.
Los escáneres InBody permiten medir el valor de impedancia de cada parte del cuerpo (brazos, piernas y tronco) de forma individual.
Funcionan mediante la aplicación de altas y bajas frecuencias que se emiten en series de manera simultánea. Así, el sistema de electrodos trabaja través de 8 puntos táctiles que ofrecen una perspectiva conjunta.
Gracias a sus 18 modelos de equipos de fuerza, eGym permite trabajar los principales grupos musculares. Cada uno de ellos se ha diseñado de manera cuidada, contando con los últimos avances tecnológicos y estudios científicos. Con las máquinas eGym el usuario disfrutará de un entrenamiento exitoso sí o sí.
Asimismo, esta marca también ofrece un software específico que conecta el equipamiento y las áreas de entrenamiento: eGym ONE.
Mirror es la mejor ayuda para entrenar. Tú te pones frente al espejo y podrás ver allí vídeos de fitness con diferentes tipos de entrenamiento, y totalmente interactivos. Además, gracias a la cámara y al micrófono que incorpora podrás recibir clases en directo sin necesidad de encontrarte en el mismo lugar que tu entrenador personal.
Como puedes ver, las posibilidades del fitness conectado son muchas, no en vano, se trata de una tecnología bastante novedosa cuyo futuro está asegurado a largo plazo. Una vez que hayas disfrutado de todas sus ventajas no podrás renunciar a ellas. ¿Te apetece probarlo?
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