No todo son redes sociales, videos de Youtube, música o videojuegos. La tecnología que llevas en el bolsillo también puede ayudar a escapar del ruido del día a día y relajarte. Ya sea con un buen e-book, mirando las estrellas o practicando Yoga.
Sí, esta modalidad con más de un milenio de historia, popularizada hace poco más de un siglo gracias al descubrimiento de varios arqueólogos, es todo un fenómeno mundial que ha terminado calando en el mercado de los teléfonos móviles.
A ver qué programador querría quedarse fuera de una locura con más de 500 millones de seguidores en todo el mundo, que cada año mueve más de 100 millones de dólares y que durante la pandemia se ha convertido en vía de escape para la crisis de salud mental.
Hoy ya no es necesario que te estudies los principios del Hatha o que sepas distinguir entre Ashtanga, Kundalini y Vinyasa yendo a una clase semanal aburrida y pesada. Con una buena conexión a Internet y algo de tiempo y puedes empezar a practicar posturas.
En este artículo vamos a seleccionar unas cuantas apps de yoga para que te relajes al final del día sin tener que echar mano de la nevera o salir a la calle a correr con todo el cansancio sobre tu cuerpo.
Down Dog
Sencilla, con más de 60.000 combinaciones distintas, y lecciones divididas por nivel de experiencia. Down Dog propone un plan perfecto para iniciarse en esto del Yoga; tres días moderados de práctica con rutinas personalizadas y explicaciones visuales.
Su interfaz es muy sencilla de manejar y las explicaciones de los expertos rehúyen de terminología rara. De esta forma puedes empezar a practicar posturas sin tener la sensación de estar haciendo algo completamente extraño.
Es verdad que algunos usuarios se quejan de las dificultades de los primeros niveles, pero dejando eso de lado, Down Dog es una opción muy interesante. Ofrece un plan gratuito y otro de pago (7 euros al mes), que no creamos que merezca la pena para principiantes.
Yoga Studio
“Creemos que aprender a transitar de una postura a otra es importante; tan importante como aprender las propias posturas. Por eso todas nuestras clases vienen acompañadas de un vídeo full HD (más de 25 horas), y de comentarios del profesor”. Buena presentación ¿eh?
La app de Gaiam es una de las más completas que te vas a encontrar en las tiendas de Android y iOS. Incluye más de 75 clases listas para disfrutar en cualquier nivel, permite crear rutinas personalizadas con guías y más de 250 poses, y regala una quincena de posturas de relajación.
Yoga Studio es completamente gratuita en lo que se refiere al nivel de principiante. Pero eso sí, en cuanto quieras avanzar un poco o acceder a cualquier apartado específico del servicio, tendrás que abonar la suscripción.
Find What Feels Good
Esta es la típica aplicación que no verás nunca en las primeras filas de descargas de la Play Store, y que no llegarás a conocer si no sabes quién está detrás del fenómeno. Find What Feels Good es el programa de Yoga creado por la texana Adriene Mishler. ¿Y quién demonios es esta?
Pues nada más y nada menos que una de las youtubers del mundillo del yoga más conocidas a nivel internacional (¡su canal tiene más 10 millones de suscriptores!). En su app traslada todas las enseñanzas de Youtube mediante un servicio adaptado al estado de ánimo de cada usuario.
Viene con más de 100 horas de contenido, una gran cantidad de vídeos en HD, sincronización con Chromecast y AirPlay, modo sin conexión y distintos sistemas de bonificaciones mediante premios. Es gratuita durante una semana y después pasa a costar 8,90 euros al mes.
Daily Yoga
“Daily Yoga ofrece más de 500 asanas, más de 70 programas, más de 500 sesiones de yoga, pilates y meditación guiadas, más la librería de poses de yoga más extensa para hombres y mujeres que se acoplan a yogis, desde principiantes hasta avanzados”, señalan los desarrolladores.
No te vamos a mentir, no es la app más barata del mercado (cuesta unos 21 dólares al mes después de su versión de prueba gratuita), pero también es cierto que resulta la más completa y profesional que te vas a encontrar.
Al margen de los propios ejercicios, Daily Yoga destaca por su apartado de comunidad, y su sección de FAQs en la que podrás preguntar a 20 maestros reputados de esta disciplina para que te den consejos y te ayuden a no lesionarte en las rutinas.
Asana Rebel
No es para principiantes ni es gratuita, pero tiene una de las bibliotecas de ejercicios que hemos visto más interesantes. Asana Rebel es un servicio alemán de corte profesional que lleva desde 2015 impartiendo lecciones de yoga a nivel mundial.
Decimos que no es para aprender desde cero porque una vez se abona la suscripción mensual de 15,99 dólares, llegas al listado de clases sin más guía que las breves descripciones de cada bloque. Aquí casi nada está personalizado y no hay ayudas para aprender a realizar cada postura.
Por eso solo es interesante si ya tienes algo de conocimiento y buscas un servicio que no te esté molestando cada dos segundos con consejos y otras notificaciones. Eliges los ejercicios que quieres, te montas la rutina y ya estás listo para relajarte.
Desarrollador: Asana Rebel Precio: Gratis Categoría: Salud y bienestar
Simply Yoga
De un servicio para avanzados a otro para iniciados. Simply Yoga es la definición perfecta de la sencillez; una app sin mucha parafernalia, con menús ultrasencillos y explicaciones bien claritas para no perderse en ninguna postura.
Es verdad que puede quedarse algo corta si la utilizamos durante mucho tiempo, pero resulta ideal para una primera toma de contacto con el mundillo. Ofrece clases de 20, 40 y 60 minutos también adaptables para los más pequeños de la casa.
En su versión gratuita, es decir esta que enseñamos, solo viene con seis ejercicios predefinido de nivel básico y algunas clases pregrabadas. Si quieres un poco más tendrás que ir a por la app premium que requiere un pago mensual.
Tómate tu tiempo, dedica media hora o menos al día a practicar Yoga, y verás como en unos pocos meses tendrás más flexibilidad que los niños de gimnasia rítmica. Es cuestión de paciencia y de saber sacarle el máximo partido al móvil. ¡A meditar!