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No lo decimos nosotros, lo confirma el INE: el 67,5% de los niños de 12 años tienen móvil. La proporción se dispara al cumplir los 13 hasta nada menos que el 85,7%. Así que es normal que tu hijo quiera un móvil. Especialmente si anda por esas edades.
La cosa es que no es una decisión nada sencilla de tomar. La tecnología es como una bomba atómica; es buena o mala dependiendo del uso que se le dé. Y claro, un niño tan pequeño no puede ser consciente de lo que tiene entre manos.
Por eso existen tantas dudas al respecto. ¿A qué edad le compro el primer móvil a mi hijo? Ignorarle no te va a funcionar porque presionará al ver que todos sus amigos en el cole ya tienen uno. De hecho, puede ser hasta contraproducente.
En Bloygo sabemos bien lo complicado que es y por eso al enterarnos no dudamos ni un segundo en sumarnos a la propuesta de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y UNICEF España.
| USUARIOS (10-15 AÑOS) | USUARIOS (10-15 AÑOS) | |
|---|---|---|
| TOTAL | 97,5% | 68,7% |
| POR SEXO | ||
| HOMBRES | 97,4% | 65,5% |
| MUJERES | 97,6% | 72,2% |
| POR EDAD | ||
| 10 AÑOS | 93,1% | 21,6% |
| 11 AÑOS | 97,2% | 44,7% |
| 12 AÑOS | 97,1% | 67,5% |
| 13 AÑOS | 98,6% | 85,5% |
| 14 AÑOS | 99% | 93,5% |
| 15 AÑOS | 99,5% | 96,6% |
Lo primero es entender el contexto. UNICEF España ha llevado a cabo un estudio con 50.000 jóvenes para analizar la relación que tienen estos tanto con los móviles y la tecnología como con sus padres a ese respecto. Por aquí algunas conclusiones:
Por lo tanto, parece que hay bastante libertad en torno a la adquisición de los móviles, pero luego poquito control. De aquellos lodos, estos barros. La tecnología no es mala si se gestiona con cuidado en usuarios que necesitan protección. Es decir, los niños.
Aunque la mayoría lo obtienen más o menos a los 11 años, lo importante no es la edad. No lo es porque cada niño tiene una personalidad y una madurez diferentes. De ahí que los estudios indiquen la existencia de esa tecnología en usuarios más jóvenes.
La cuestión aquí es preguntarse para qué va a utilizar el móvil el niño. Es decir, si realmente lo necesita. Y para eso hay que saber valorar el tipo de relación que ha tenido hasta ese momento con otras tecnologías, y la confianza general que transmite.
Debes ignorar frases como "todos mis amigos lo tienen" o "nadie me va a hablar si no tengo móvil", porque podrían llevarte a tomar una decisión incorrecta. La última palabra sobre la compra del primer móvil siempre la tienen los padres. Siempre siempre.
Internet es un universo infinito de contenidos; algunos son educativos, otros son neutrales y otros muchos negativos o incluso peligrosos. El móvil es el principal acceso que va a tener el niño a todo ese material.
Además hay que tener en cuenta los efectos sobre la conducta que pueden tener las redes sociales; plataformas que por cierto indican en sus Términos y Condiciones edades mínimas requeridas. De todo esto alerta la AEPD:
Todo esto puede desembocar en problemas de atención y concentración, pérdida de rendimiento académico, falta de motivación, aumento de la impulsividad, falta de empatía o dificultad para gestionar relaciones sociales, entre muchas otras cosas.
Todos los peligros relacionados con el primer móvil se pueden atajar siguiendo unas simples recomendaciones. La AEPD y UNICEF España han preparado "Más que un móvil", una guía en la que colabora Yoigo para concienciar a padres preocupados.
¿Le quieres comprar un móvil a tu hijo? Sigue estas recomendaciones y olvídate de edades, mitos o miedos infundados. También puedes consultar el decálogo escaneando el siguiente código QR.
Ignora la edad y lo que te diga el niño. Antes de comprar el primer móvil analiza su grado de madurez, cómo habla, lo que hace o cómo lo hace. Esto aplica tanto al hogar como al colegio y su grupo de amigos.
Si lo consideras necesario y te aporta más seguridad, siempre puedes crear un contrato familiar con el que comprometer la relación. El niño y los padres firman para acordar los límites en torno al uso del móvil.
Normas y límites siempre tiene que haber antes de comprarle un móvil a tu hijo. Lo relevante es encontrar un equilibrio entre la libertad absoluta y la dictadura. Si te quedas corto correrás todos los peligros antes mencionados. Acuerda:
Si te pasas podrías generar otros efectos adversos, que deteriorarían la confianza con el menor y afectarían a su educación frente a la tecnología. Te puedes apoyar en apps y programas de control parental, pero la supervisión directa siempre es más efectiva.
Twitter, Instagram, TikTok y Facebook tienen una misma edad mínima de acceso: 13 años. Antes de eso no deberías dejar a tu hijo acceder a las redes sociales porque es susceptible de ver contenidos inapropiados. ¿Tras eso?
Siéntate con él o ella para hablar de forma natural sobre los peligros que se puede encontrar en Internet; que no todos los usuarios son buenos y que no deben confiar en absolutamente nadie. Pero no te quedes aquí.
Elegid juntos la red social y configurad la cuenta compartiendo opiniones. Asegúrate de que los ajustes de privacidad están bien elegidos para que no todo el mundo pueda acceder al perfil. Enséñale además a configurar cada publicación
Es muy probable que tu hijo quiera un primer móvil para jugar, y que lo vaya a hacer a través de internet. Enséñale a elegir los videojuegos adecuados y a detectar a usuarios tóxicos. Si aprende desde el principio ya siempre estará protegido.
Será uno de los principales focos de preocupación. En Internet el niño va a conocer a mucha gente que no está en sus círculos más cercanos de amigos. Son contactos sobre los que te va a resultar imposible tener control. ¿Entonces qué hacemos?
Más que limitar con quién habla, asegúrate de remarcarle los límites que debe respetar de privacidad. Hazle entender que tiene que comportarse como lo haría con un extraño en la calle; sin compartir información personal, fotos ni vídeos.
Vigila posibles signos que alerten de ciberacoso, chantajes o grooming, y procura que los contactos a los que siga en las redes sociales sean las mismas personas a las que conoce en el colegio y su día a día.
La mejor fórmula para proteger a tu hijo es darle las herramientas necesarias para que lo haga por sí mismo. Enséñale que para publicar fotos o vídeos en los que aparecen otras personas primero debe tener el consentimiento de estas.
Explícale que nunca hay que difundir información falsa o mensajes hirientes, y que todo lo que se publica tiene consecuencias.
El niño debe saber que puede consultarte cualquier cosa por irrelevante que parezca. Has de mostrarte proactivo y dar siempre un feedback asertivo. Así te consultará antes de tomar ninguna decisión de la que no esté totalmente seguro.
A este respecto, la AEPD cuenta con el Canal prioritario, una vía de comunicación a la que puedes acudir para compartir contenido publicado en Internet sin autorización con información sensible, sexual o violenta. La entidad acelerará su retirada.
Recuerda que los padres o tutores legales siempre responden civilmente por los daños y perjuicios materiales y morales causados por los hijos. Lo mismo para infracciones administrativas y delitos.
Y lo que no se suele comentar es que además respondes solidariamente a las multas por infracciones según el RGPD de protección de datos, cuando tu hijo es menor de 14 años. Para evitarlo trasládale tu experiencia en prevención.
De acuerdo con un estudio de Cáritas, el 36,7% de los jóvenes de entre 12 y 17 años se pasa más de 6 horas al día frente a la pantalla. Tu objetivo como padre es establecer momentos libres de tecnología para toda la familia.
No lo impongas porque entonces no servirá para aprovechar después esas horas. Deben ser espacios programados a la semana acordados por las dos partes. Busca actividades que le gusten a tu hijo y que no tengan que ver con la tecnología.
La clave de la prevención es la monitorización. No queremos decir que tengas que estar constantemente encima de tu hijo para ver qué hace con el móvil, pero sí que sepas detectar cualquier mínimo indicio de problemas en su bienestar físico y mental.
Haz saltar todas las alarmas si notas cambios repentinos de humor o reacciones impropias tras sesiones largas utilizando el móvil. Te ayudará mantener conversaciones habituales sobre la tecnología con él. Y ante la duda, consulta a profesionales.
La revolución tecnológica esconde muchas incertidumbres que todavía ni los expertos han terminado de clasificar. Por eso es tan importante acudir a una institución como la AEPD para gestionar el primer móvil de tu hijo.
"Más que un móvil" es una iniciativa que busca garantizar la protección de todos los menores con smarpthone en Internet. Puedes acceder a su web para consultar cualquier duda que tengas.
