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Lo que comenzó como una simple prestación para determinado público se ha terminado convirtiendo en un estándar tecnológico más. Hoy, el control parental está presente en prácticamente todos los dispositivos con conexión a Internet.
Eso incluye a ordenadores, videoconsolas, tablets, y, obviamente, teléfonos móviles. No es sorprendente. En la actualidad se calcula que 1,7 millones de jóvenes de entre 10 y 15 años tienen un smartphone, y que el 90% de todos ellos tiene conexión a Internet.
Sin seguimiento ni control, los menores están expuestos a todos los peligros de la red: virus, contenido pornográfico, violencia, propaganda extremista, etc. De ahí que tanto Android como iOS incluyan en su software algún tipo de control parental.
Son herramientas, que lejos de limitar el funcionamiento del móvil, lo que hacen es monitorizar el uso del mismo permitiendo a los padres revisar los historiales, comprobar el tiempo de uso y bloquear determinadas páginas.
Si todavía no estás en edad de tener hijos, probablemente no entiendas del todo este mundo. Pero es un mercado creciente que penaliza mucho a los fabricantes y las marcas que se quedan fuera de él.
¿Sientes curiosidad? Pues sigue leyendo porque en este artículo te vamos a contar todas las posibilidades que ofrecen Google en materia de control parental.
En el Sistema Operativo de Google hay tres posibilidades, con sus propias ramificaciones, para proteger a los niños. La primera, y menos evidente, pasa por crear un perfil alternativo. Tan fácil como eso.
Esto es viable desde Android 5.0. Vamos, que ya ha llovido lo suficiente para depurar fallos y errores. Solo tienes que entrar en Ajustes, después en “Sistema”, y por último seleccionar “Usuarios y cuentas”.
Ahí deberías encontrar un apartado llamado “Varios usuarios” o similar, para crear un nuevo perfil. La idea de esto es que instales en él solo las apps que quieres que tu hijo utilice. De esa forma no tendrás que restringir nada, porque no habrá nada que restringir.
El móvil ya se encargará de separar los dos perfiles para que no se pueda pasar de uno a otro. Esta es la forma más rápida y práctica de aplicar un control parental. Eso sí, ten en cuenta que después deberías ir un paso más allá para regular el uso de Internet.
Las aplicaciones son la entrada más clara de peligros en un terminal. Ya no solo por la posibilidad de captar algún malware, sino también por el rango casi infinito de servicios y productos que ofrecen.
¿Cómo saber que el niño se está descargando una app adecuada? Si se plantea así, a menos que exista una vigilancia permanente, resulta prácticamente imposible. Por eso Google ya se encarga de incluir ajustes específicos en la propia Play Store.
No hay más que entrar en el menú Ajustes de la tienda, seleccionar el apartado “Control Parental” y configurar el PIN de bloqueo. En este punto podrás escoger qué apps y contenido bloquear:
Además de todo eso, podrás bloquear directamente el acceso a compras de pago activando la opción “Pedir autenticación para realizar compras”. Con todo eso convertirás la Play Store en un campo de minas rodeado de contraseñas y solicitud de permisos.
Todo lo anterior está muy bien, pero si queremos hablar de un verdadero control parental en Android entonces tenemos que poner la mirada sobre Family Link. Este guardián todopoderoso del SO se encargará de vigilar a los más pequeños las 24 horas del día.
Su funcionamiento es algo particular. En lugar de instalarse en el terminal del pequeño y restringir ciertas actividades, funciona de forma remota para que el propio padre pueda vigilar de forma activa ¿cómo?
Google se aprovecha de su ecosistema de servicios para vincular tu cuenta de Gmail o de Google con la cuenta del niño. Por eso para que funcione tendrás que activar Family Link tanto en tu móvil como en el suyo.
Es un servicio, eso sí, que viene instalado de serie en Android y que es totalmente gratuito. Solo deberás buscarla o en el cajón de apps que forman la suite de Google, o en los propios Ajustes.
Desde un primer momento ya podrás ver y gestionar todas las aplicaciones instaladas en el otro teléfono. Y eso es solo el principio de todo lo que permite Family Link:
Vale, muy bien, Android cuenta con un montón de posibilidades para controlar sus servicios de cara a los pequeños. Pero ¿qué pasa si no nos gustan sus menús o si simplemente no queremos darle más datos personales a Google?
En ese caso la tienda cuenta con bastante alternativas; algunas más interesantes y otras menos. Si nunca te has puesto a mirar este tipo de apps, tranquilo. La OCU nos da algunas recomendaciones a seguir antes de descargar nada:
Deberás sospechar cuando la app en cuestión te permita acceder al contenido de las llamadas y los mensajes, o a los propios chats de WhatsApp. Esto supone una violación de la intimidad, que incumple diferentes leyes. Te puede resultar interesante, pero no es recomendable.
Y no solo lo decimos por mantener los derechos mínimos del niño. También porque seguramente tarde o temprano Google acabe tumbando el servicio. Por todo lo demás, la variedad es lo suficientemente amplia como para no tener que preocuparse.
“Primero, descarga Qustodio - Control parental en tu dispositivo (normalmente, tu teléfono móvil o tu ordenador). A continuación, descarga Qustodio para niños en los dispositivos de tus hijos”
A partir de ahí, el funcionamiento de esta app será muy similar al que ofrece Family Link. “Una vez configuradas, podrás gestionar y supervisar fácilmente la actividad de tus hijos en los dispositivos móviles, tabletas y ordenadores vinculados a tu cuenta en Android y iOS.”
Entre otras cosas, dispone de:
Esto por no contar las herramientas habituales para administrar apps o hacer un seguimiento del terminal que estamos vigilando. Como curiosidad, el software cuenta con un botón de SOS para que los pequeños puedan alertar a la familia o el tutor reciban informes específicos.
Una alternativa algo más sencilla de utilizar y más eficiente es FamiSafe. Cuenta con todo lo que uno querría para el control parental, y ofrece un funcionamiento más que decente para abrirse de forma gratuita.
“FamiSafe permite a los padres gestionar el tiempo de pantalla de sus hijos, rastrear su ubicación y bloquear los sitios web inapropiados”, señala la ficha oficial en la Play Store. También incluye otras cosas como bloqueo de juegos y de pornografía o detección de fotos sospechosas.
Llama la atención su herramienta para detectar textos inadecuados en redes sociales como Youtube, Facebook, Instagram o WhatsApp. “Ayuda a los niños a cultivar hábitos digitales saludables y a crear un entorno online seguro”.
Su funcionamiento es idéntico al de los otros programas de control parental que ya hemos visto: se instala en los dos terminales, para que el del padre pueda gestionar a distancia el del hijo.
No hace nada especial pero todo lo que promete lo cumple de forma notable. SecureKids dispone de unos menús coloridos y simplificados que harán de tu experiencia algo mucho más agradable.
“SecureKids es un control parental para Android con el que los padres y madres pueden gestionar y controlar los dispositivos de sus hijos e hijas de forma remota. Con el control parental puedes bloquear aplicaciones, webs, o incluso bloquear temporalmente todo el dispositivo de una forma simple y clara”.
Esta app no es tan fiable como otras que sí hemos elegido, pero para un control ligero de determinadas actividades es más que suficiente.
La tecnología es como un arma de doble filo; puede lograr cosas maravillosas, pero también conseguir todo lo contrario. Con el control parental te asegurarás de que tu hijo logre lo primero. ¿Qué más se puede pedir?
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