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El último año universitario está marcado por las prácticas y el trabajo de fin de grado (también te tocará recuperar las asignaturas pendientes, pero ese es otro tema). Si quieres aprobar sin problema, échale un vistazo a los mejores consejos y herramientas para hacer un buen TFG.
La primera vez delante del ordenador para plantear el TFG parece que te estés enfrentando a un boss del Elden Ring. Tranquilidad, que no es tan difícil. Basta con que te organices un poco para sacarlo todo adelante.
Si no sabes por dónde empezar o los pasos que debes seguir, aquí vas a encontrar una guía que te puede ayudar. Eso sí, ten en cuenta que cada docente hace las cosas a su manera... lo del maestrillo y su librillo, vaya.
El trabajo de fin de grado es el paso final antes de terminar la carrera. Es una motivación extra para quitártelo de encima, pero la extensión de este documento puede hacerse un poco bola.
La organización va a ser clave para que te lo puedas quitar ajustándote al deadline y sin problemas. Piensa que dejarlo todo para el último momento y hacerlo con prisas nunca es buena idea. ¡Vamos al lío!
La carrera que estés estudiando va a condicionar mucho el TFG que hagas. Si estás en Biología, vemos difícil que te compren un trabajo de análisis de la última película de Tarantino.
Por eso, deberás escoge una temática que se adapte a tus gustos dentro de lo que cabe. Opta por ramas que te parezcan atractivas o te parezcan sencillas para no perder la cabeza en el proceso.
Algo parecido pasa con tu docente. Lo suyo es que escojas a un tutor o tutora con quien tengas una buena relación y sepa sobre el tema que estás escribiendo, ya que te aportará mucho valor y mirará por ti al máximo.
No nos vamos a meter en el esquema que debe seguir el TFG, eso va a depender del trabajo o tutor que tengas.
Por eso, es imprescindible organizar una reunión con tu tutor para que te explique las partes que debería tener tu TFG. Apúntate todas las pautas, porque según eso deberás organizarte.
Después, comienza a recopilar la información que necesites. Dirígete a fuentes oficiales y webs académicas para conseguir los datos apropiados. Una de las fuentes que más puede servirte es Google Académico.
Además, te recomendamos que aproveches el Método Pomodoro para buscar la información y organizar tus tiempos y dinámicas de trabajo.
Pomodoro Timer
Seguro que ya has oído hablar de esta técnica: trabajar durante 25 minutos, descansar cinco. De esta forma, te concentras y consigues aprovechar todo el rato que le dediques al TFG. Para esto existen apps que te pueden venir muy bien.
Ni se te ocurra "fusilar" contenido, el plagio es algo grave y muchas universidades pueden suspender o sancionar, previa apertura de expediente disciplinario, a estudiantes que incurran en esta práctica.
Piensa que muchos docentes utilizan software antiplagio, así que apunta todas las webs, trabajos o artículos en los que hayas buscado información. Algunos tutores te harán citar solo lo que parafrasees y otros te pedirán todas las fuentes.
Uno de los apartados más importantes de tu TFG son las citas. Cada tutor o universidad puede requerir un sistema de citación diferente, por lo que infórmate bien antes de comenzar.
Si te atascas con esto, te recomendamos que utilices webs que hacen este trabajo, como por ejemplo Scribbr. Solo tienes que copiar el enlace de la página en la que has buscado la info y te crea la referencia directamente.
El tutor es tu referencia y tu guía de TFG y por esa razón lo recomendable es que le vayas enviando actualizaciones periódicas de lo que vas avanzando para que te valide.
Por eso mismo, no dudes en preguntar todo lo que necesites. ¿Tienes una duda sobre una fuente? Escribe a tu tutor/a. ¿No sabes si debes usar una imagen? Otro correíto. Piensa que resolver una duda a tiempo te evitará trabajar en vano.
Pongamos que, por ejemplo, divides el TFG en diez epígrafes diferentes. Cuando hayas terminado los dos primeros, le puedes enviar un borrador al tutor para que te mande feedback.
Con esas correcciones y al avanzar otro par de epígrafes, mandas el siguiente borrador. Gracias a esto, te aseguras de que vas por el buen camino y no estás trabajando más de lo que debes.
Por último, pero no menos importante, ármate de paciencia. Trabaja poco a poco pero con constancia y organízate bien, para que lo único que te genere dudas sea qué outfit vas a ponerte si tienes que presentarlo. 👌
