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Seguro que el ordenador que usas ahora mismo no es el mismo que el que tenías hace 10 años. Seguramente, dentro de otros 10 hayas vuelto a cambiar. Si quieres darle una segunda vida a alguna de las piezas, te enseñamos cómo reutilizar el disco duro de un PC antiguo, paso a paso.
Lo más normal al cambiar de ordenador es regalarlo a algún amigo o tirarlo si no funciona como debería. Sin embargo, no todo el PC falla o está obsoleto: algunas piezas se pueden salvar, como el disco duro.
Si has cambiado recientemente el ordenador por uno más moderno puede que estés pensando qué hacer con el antiguo. No te lo quites de encima muy rápido, te enseñamos a reutilizar el disco duro. ¡No te arrepentirás!
Al cambiar el disco duro y convertirlo en uno externo estás consiguiendo más espacio de almacenamiento y facilidad para borrar los archivos que hubiese guardados.
Para empezar a reutilizar el disco duro de un PC antiguo como uno externo vas a necesitar un docking. Lo puedes encontrar en cualquier tienda de informática, pero asegúrate de que tienen la conexión adecuada.
Los discos duros actuales no son iguales a los de hace 20 años. Con el avance tecnológico las conexiones cambiaron a otras más eficientes, los modelos SATA. Los que tienen más tiempo pueden ser IDE.
Una vez te hayas asegurado del tipo de conexión que tienes, es momento de comprar un docking apropiado. Y el siguiente paso es hacerse con un adaptador de disco duro.
Igualmente es necesario que el adaptador sea compatible. Para eso, asegúrate de que el tamaño y la conexión es la misma que en los demás.
Ahora llega el momento de montar todas las piezas para poder disfrutar del nuevo (o viejo) disco duro externo. Este proceso puede variar en función del fabricante de los modelos.
De todas formas, normalmente lo primero que hay que colocar es el disco duro en la ranura del docking. Asegúrate de que conecta bien, ya que puede tener diferentes conexiones.
Ahora, coloca el adaptador e introduce los discos duros en el docking y luego conéctalo a una toma de corriente y al ordenador. Una vez tengas todo junto, te debería aparecer una nueva carpeta de almacenamiento en el PC.
Si has hecho todo bien, te debería saltar una notificación que avise de que has conectado un disco duro externo. El funcionamiento debería ser igual al de uno comprado.
Hay algunos docking que tienen varios huecos para disco duro, lo suyo es que compres el que mejor se adapte a tus necesidades. Nosotros te recomendamos que te quedes con uno de varias ranuras.
De esta manera, podrás seguir reutilizando los discos duros de tus ordenadores o miembros de la familia conforme vayan cambiando hacia otros más modernos.
Por último, si quieres tener el disco duro externo 100% operativo y a su máxima capacidad te recomendamos que lo formatees. Así te aseguras de que vas a tener hueco más que de sobra para guardar todo lo que quieras.
Si no te hace falta un disco duro externo y quieres aprovechar las piezas de tu antiguo PC también puedes hacer otro tipo de manualidades. ¡Apunta!
¿Convertir tu antiguo disco duro en un imán de cocina para poner los dibujos de tus primitos? Bueno... podrías hacerlo.
Los discos duros tienen incorporados dos imanes de neodimio, un material muy resistente. Estas piezas tienen el tamaño más que apropiado para colocarlos en el garaje o en la cocina.
El proceso es muy sencillo: desmonta el disco duro, coge los imanes y colócalos en el sitio donde mejor te venga.
Con los CD se puede espantar pájaros de los cultivos, o usarse como decoración, y con los platos del disco duro se puede hacer lo mismo.
Los discos duros tienen unos platos de almacenamiento que son muy parecidos a estos CD. Basta con que lo extraigas con cuidado y los podrás usar en estas manualidades.
También puedes juntarlos y hacer un miniespejo para tu cuarto. ¡El límite está donde lo ponga tu imaginación!
Con el resto de las piezas del ordenador también se pueden hacer otro tipo de manualidades. Lo que está claro es que si buscas un poco de información no tendrás mucho problema para darles una segunda vida.
Recuerda que siempre puedes darle una segunda vida a tus cosas. Si no necesitas un disco duro externo pregunta en tu entorno; quizá a alguien le venga bien. Reduce, reusa y recicla, y así ahorras, ayudas a que otras personas ahorren y ayudas al medio ambiente. 😉
