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Estás de cumpleaños, vas a hacer la foto más importante de la fiesta y ¡zás! justo en ese momento se apagan las velas y tú te quedas con cara de tonto y un mensaje en el móvil: “Memoria llena. Libere espacio”.
Los smartphones no son como el bolsillo mágico de Doraemon y se saturan fácilmente de información. Esto empezó a notarse más cuando mejoraron las cámaras y las fotos aumentaron tanto de calidad como de peso.
Si a eso le sumamos las selfies, que cada vez hacemos más vídeos y que hemos ido dejando de lado las tarjetas SD por el aumento del almacenamiento interno de todas las marcas, pues ya tenemos el puchero perfecto para quedarnos sin espacio.
¿Cuál es la solución? Pues la misma que siguen los fotógrafos e influencers que hacen sus fotos con el móvil. Es decir, pasarlas al ordenador. Ellos lo hacen para editarlas con Photoshop y otros programas, pero tú puedes replicarlo para ganar memoria.
En la actualidad existen muchas alternativas para ello; tanto físicas (con cable USB) como inalámbricas. Depende mucho del fabricante, del Sistema Operativo y hasta de la cantidad de fotos que queramos migrar.
Después lo único que tienes que hacer es crear una carpeta bien visible, ordenar las fotos por meses y/o años, y seguir haciendo más capturas con el teléfono. Así puedes llegar a tener un álbum más extenso que el de la boda de tus padres.
Dicho eso, nos metemos en faena diferenciando no programas en concreto, sino métodos bien claros. Lo sencillo explicado de la forma más sencilla posible.
Pues coges un cable USB compatible, el propio del cargador por ejemplo, lo conectas al móvil y al ordenador, y te vas a “Este equipo” para buscar ahí la carpeta. Tan simple como eso ¿no?
Te mentiríamos si te dijéramos que sí. En la práctica es verdad que no tiene mucho misterio. La única dificultad puede que la encuentres a la hora de buscar la carpeta donde se guardan las fotografías en el smartphone. Pero nada más.
Si usas Android, al enchufar el teléfono verás que aparece una notificación. Debería poner algo como “Cargando este dispositivo vía USB. Toca para ver más”. Esa es la opción predeterminada del fabricante.
Vamos, que la opción más normal en la que creen que vas a pensar a la hora de conectar el móvil a una fuente de energía (sí, el PC también lo es), no es otra cosa que cargar la batería del teléfono.
En este caso, como no queremos eso, seleccionaremos el mensaje para desplegar todas las alternativas disponibles. Lo normal MIDI, PPT o “Sin transferencias de datos”. Al no activar la migración de forma automática, la marca lo que está haciendo es protegerte.
Imagina que te conectas a un cargador público y que lo único que quieres es recargar el teléfono. En una situación así el bloqueo de la transferencia inversa te alejará de hackers y otros fraudes.
Ahora sí, selecciona “Transferencia de archivos” y vuelve sobre el ordenador. Debería haber salido una notificación avisando del periférico. Igualmente, puedes ir a “Este equipo” y ver ahí la conexión (normalmente con un nombre fácil de identificar).
Tu siguiente misión será buscar ahí dentro una carpeta que se llame DCIM. Lo más frecuente es que se encuentre dentro de otras carpetas llamadas “Multimedia”, “Fotografías”, o algo por el estilo. Eso te puede servir como guía.
Cuando identifiques las fotos, solo deberás copiar o cortar las que quieras transferir (van nombradas por fecha de realización), y pegarlas en la carpeta del ordenador donde las quieres guardar. ¡Listo!
Los pasos a seguir con un iPhone son muy similares a lo que te acabamos de explicar. Lo que pasa es que la seguridad de iOS es mayor, y cuando hablamos de un PC Windows, las barreras que levanta el SO son más evidentes.
Coges el móvil, lo conectas al ordenador con el cable lighting que usas también para cargarlo, y aceptas el mensaje que aparecerá en la pantalla “¿Confías en este dispositivo?”. Aceptas con “confiar” o “permitir” y fin.
Luego lo único que tendrás que hacer será ir de nuevo a “Este equipo” en el ordenador, y repetir el proceso hasta dar con la carpeta de las fotos. ¿Dónde está entonces la diferencia respecto a Android?
Lo normal (y recomendado) es que tengas activado iCloud, y que por lo tanto ni las fotos ni los vídeos estén almacenados físicamente en el móvil. La nube de Apple hará ese trabajo por ti ahorrándote el espacio hasta que las quieras utilizar o editar.
Cuando conectes el móvil te puedes topar con que las fotos no aparecen en el ordenador. Antes tendrás que descargarlas en el iPhone desde la nube. Eso pasa por abrirlas una a una para que carguen automáticamente.
Asegúrate antes de tener una buena conexión a Internet, y si es posible, de estar enganchado a una red wifi. Necesitarás consumir bastantes datos (más si las fotografías están hechas en modo Live).
¡Ah! Una última curiosidad importante. Si estás teniendo problemas con tu PC Windows, Apple te recomienda que cambies el formato de las fotos del iPhone.
Ve a “Ajustes” en el móvil, selecciona “Cámara” y ahí busca la opción “Formatos”. Lo que tienes que dejar marcado es “El más compatible”. Desde ese momento la cámara creará fotos y vídeos en formatos JPEG y H.264.
Si tienes un Mac como ordenador principal ¡enhorabuena! Te vas a ahorrar bastantes quebraderos de cabeza con el tema de los formatos y las incompatibilidades.
Conecta el iPhone al ordenador y abre la app Fotos en este último. Ahí verás que aparecerá la pantalla “Importar con todas las fotos y los vídeos que hay en el dispositivo conectado”. Esto es auténtica magia.
Selecciónalo, vuelve al móvil y acepta los permisos que se te pidan. Elige dónde quieres importar las fotos indicando un álbum existente o creando otro junto a “Importar a”.
Escoge las imágenes, haz clic en “Importar selección” si solo quieres transferir algunas, o en “Importar todas las fotos nuevas”, en caso de que no desees hacer ninguna discriminación, y listo.
La propia Windows cuenta desde hace ya más de tres años con una aplicación que te puede facilitar la vida a la hora de transferir las fotos del móvil al ordenador. Se llama “Tú teléfono” y viene instalada de fábrica en el PC si tienes la versión 10.
En caso de que sea superior, tendrás que descargarla desde la tienda oficial. Es tan fácil como poner “tú teléfono descargar” en Google, y seleccionar el primer resultado que aparece. El link te redirigirá a la store y ahí podrás terminar la descarga.
Al abrirla lo primero que verás es un menú para elegir el Sistema Operativo (Android o iPhone). Da igual lo que selecciones porque el proceso es el mismo. Avanza, inicia sesión con tu cuenta de Microsoft e introduce el número de teléfono.
Esta información la compañía solo la usará para mandarte el SMS con el enlace que necesitarás a continuación. Al hacer clic en él llegarás a la Play Store o la App Store, y podrás descargar la aplicación que necesitas para la transferencia.
A partir de ahí el resto es pan comido: aceptas todos los permisos que vayan apareciendo (no serán pocos) y esperas a que en el PC aparezca ya el programa funcionando. Ve a la columna de la derecha y selecciona el botón con forma de teléfono (“Fotos recientes”).
Aparecerán todas las fotografías del teléfono. Es tan sencillo como arrastrarlas con el ratón a la carpeta que quieras y ¡voi là! Transferencia terminada.
Windows no es la única que ha pensado en darle una solución a sus millones de usuarios. De hecho, casi todas las marcas actuales de móviles cuentan con un software propio que sirve para exactamente lo mismo.
Lo único que varía es la interfaz, y a lo mejor alguna parte del proceso. Por lo demás, es un poco irrelevante cuál elijas. Es cierto que las compatibilidades te pueden ayudar, pero sigue siendo de elección libre.
A continuación te dejamos una lista con las más importantes. Revisa que tengas la última actualización instalada en el Móvil y ponte manos a la obra:
¿Creías que esta iba a ser la primera opción en aparecer de la lista? Aunque en un principio pueda parecer la más cómoda y moderna, lo cierto es que es bastante limitada si estamos buscando liberar espacio.
No porque no funcione correctamente, sino porque ofrece una velocidad de transferencia bastante lamentable. Te puede servir para un momento puntual o algo urgente, pero en el resto de casos recomendamos siempre el cable.
De todas formas, para pasar fotos al ordenador vía Bluetooth solo tienes que asegurarte que el PC es compatible con esa tecnología de conexión (sí, aunque no lo creas todavía existen equipos que no la tienen).
Te vas al icono característico azul que encontrarás o en el resumen de segundo plano de la barra de tareas, o haciendo una búsqueda general en el sistema. Aquí tenemos varias opciones distintas.
Lo primero es que podremos utilizar un atajo para indicarle directamente el ordenador que queremos recibir un archivo. Si nunca has hecho esto, antes deberás pasar por el comando “Abrir configuración”.
De todo lo que aparecerá en esa ventana, lo único que debes hacer es asegurarte de que la conexión está habilitada. Tu móvil debería aparecer igualmente en la lista de dispositivos, pero ignóralo de momento.
Vuelve al teléfono, selecciona la, o las fotos que quieras transferir, y elige Bluetooth como opción de compartir. Entre los dispositivos debería aparecer tu PC. Revísalo bien porque podría llevar un nombre técnico del modelo.
Si nunca habías leído nada al respecto de transferir archivos del móvil al ordenador lo más seguro es que esta fuera la opción que ya estabas usando para hacerlo. Es lo más intuitivo y lógico en caso de no tener ni idea.
Lo único que tienes que hacer es enviarte a ti mismo las fotos en WhatsApp o Telegram, abrir sus respectivas versiones de escritorio en el ordenador (WhatsApp Web o Telegram Desktop), y ahí descargarlas como archivos normales y corrientes.
¿Cómo hago eso en WhatsApp? Te estarás preguntando. Por desgracia Facebook todavía no ha habilitado la opción de autoenviar mensajes. Para eso tendrás que buscar un grupo en el que te hayas quedado solo y hacer los envíos por ahí.
Telegram por su parte sí que cuenta con una opción llamada “Mensajes guardados” que sirve única y exclusivamente para eso. Te envías las fotos, vas al ordenador y las descargas sin más problemas. Rápido, sencillo y barato (gratis, de hecho).
Tienes mil opciones para transferir fotografías a través de la nube. Hablamos de los servicios cloud más conocidos. Principalmente Dropbox, Google Drive y iCloud. Estos dos últimos vienen preinstalados en Windows y Mac respectivamente.
Hasta la descontinuación del servicio gratuito de Google Fotos, esta era la mejor opción para acudir a la nube, pero ahora las otras alternativas ofrecen lo mismo sin ningún coste.
Este programa, eso sí, hace una copia automática de todas las imágenes. Muy útil, la verdad.
Será por opciones. Haz todas las fotos que quieras, en la resolución que te dé la gana y utilizando los efectos y las aplicaciones que más te ayuden. Despreocúpate completamente del espacio que ocuparán en la memoria del teléfono.
Sal a la calle y conviértete en la estrella de este verano. Luego vuelve a casa y sigue algunos de los consejos que te hemos dejado en este artículo. ¡Deja volar tu imaginación”.
