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Durante el verano siempre mola hacer una escapadita a la playa. Muchos aprovechamos para sacar nuestro lado más aventurero realizando excursiones por el monte, descensos en canoa o incluso chapuzones desde lo alto de una roca.
Para inmortalizar estos momentos, cada vez es mayor la tendencia de llevar con nosotros una cámara deportiva para grabar todas tus experiencias. En muchas de ellas estará el agua involucrada, por lo que escoger una sumergible es vital.
Hoy en día no hace falta que lleves la mítica bolsa de plástico con cierrafácil del bazar para proteger tu móvil o cámara digital (no suele funcionar muy bien, y te lo decimos por experiencia).
Y es que los modelos que hay en el mercado actualmente pueden sobrevivir a la mayoría de las actividades acuáticas como son snorkel, surf, paddlesurf o buceo.
Para aquellos que hayan decidido lanzarse a la aventura con sus aletas, tubos o incluso máscaras para avistar los seres marinos (o de río) más bonitos y espectaculares, aquí os traemos las mejores cámaras acuáticas.
Es fácil dejarse llevar por esos maravillosos vídeos que los famosos nos enseñan en sus perfiles. Para conseguir resultados tan buenos o incluso mejores necesitamos escoger la cámara sumergible con las mejores características.
Para escoger una que sea de calidad hay que fijarse en parámetros que van más allá de los megapíxeles o la duración de la batería.
El balance de blancos, la estabilización de vídeo, la pantalla, formato de imagen... son algunos de los puntos a los que tenemos que prestar atención, aunque hay más.
Bajo el agua las fotos y los vídeos se ven de forma completamente diferente, la luz se pierde, los colores se confunden y muchas veces acaban saliendo imágenes oscuras e incluso verdosas.
Para contrarrestar esta pérdida de color en las zonas menos profundas es esencial tomar la foto en formato RAW para ajustar más tarde los niveles de color.
También es posible que lo corrijas cambiando el balance de blancos de forma manual en la cámara siempre que grabes un vídeo o dispares en JPEG. De esta forma recuperarás los colores perdidos.
Por ello, te recomendamos que elijas una cámara que posibilite la realización de balance adecuado. Un punto a favor será que disponga de una configuración de fácil acceso para el usuario.
Otro factor clave a la hora de elegir una cámara sumergible son tus necesidades. Al fin y al cabo, las exigencias no serán iguales si eres un surfero habitual que si pasas semanas haciendo buceo en la costa mediterránea.
Ten en cuenta que las cámaras sumergibles que te vamos a mostrar a continuación están destinadas al usuario recreativo. Sus características no son profesionales y no están preparadas para escenarios (demasiado) extremos.
Comenzamos con una cámara acuática todoterreno que es idónea tanto para hacer fotos bajo el mar como para grabar todo el paisaje que veas. Pertenece al grupo de productos más populares entre buceadores por su espectacular cámara macro que ayuda a captar imágenes de película. Además, gracias a su modo microscopio puedes captar criaturas diminutas sin necesidad de lentes extra, y esto es algo de lo que no pueden presumir otros dispositivos.
Esta cámara es sumergible 15 metros de profundidad y alcanza hasta los 45 metros con la carcasa PT-059. Es resistente al polvo y a las caídas desde 2,1 metros de altura, a fuerzas de comprensión hasta 100 kg y a temperaturas extremas de hasta -10 ºC.
La cámara sumergible SeaLife DC2000 garantiza una resistencia al agua de 18 metros de profundidad por sí sola y hasta los 60 metros si la metes en la carcasa que te incluye la marca. Por tanto, este dispositivo es ideal para practicar snorkel, kayak y otras actividades acuáticas.
Esta es la única cámara de las que te recomendamos que es sumergible y dispone de modo de disparo manual, de hecho, es lo más remarcable de la SeaLife DC2000. Gracias a esta opción tenemos el control absoluto de todos los parámetros de captura, entre ellos el tan importante balance de blancos.
Este modelo es resistente a todo tipo de clima y agua, por lo que es perfecta para aquellos aventureros a quienes les guste hacer escalada, esquí, pesca y buceo. Puedes sumergirla a una profundidad máxima de 14 metros (ampliables a 55 con su carcasa).
Resiste caídas desde hasta 1,6 metros de altura y es capaz de funcionar perfectamente en temperaturas tan bajas como -10 ºC. Gracias a su sensor de 16 megapíxeles, un zoom óptico 5xm, un gran angular magnífico y enfoque automático, podremos conseguir imágenes espectaculares sin importar el escenario.
Este modelo de cámara sumergible es capaz de resistir desde temperaturas gélidas (-10 ºC) hasta caídas y golpes desde los 2,4 metros y sumergirse hasta 30 metros sin tener que utilizar ninguna carcasa.
Cuenta con un sensor CMOS de 1/2,3 pulgadas, 16MP y lente equivalente de 24-120mm con estabilización de imagen. Permite enfocar a sujetos a partir de 1 cm de distancia en el modo macro. También cuenta con la opción de ajustar el balance de blancos de forma manual.
La Nikon Coolpix además es fácil de usar gracias a su pantalla de 3 pulgadas y su gran variedad de modos de vídeo (incluyendo resolución 4K y lapso de tiempo).
Además de ser resistente al agua hasta los 31 metros de profundidad, esta Panasonic Luimix DC-FT7 también es a prueba de congelación, polvo, presión (100 kilogramos) y a los golpes desde alturas hasta 2 metros.
Incorpora una brújula y un altímetro incorporados para rastrear las aventuras también al aire libre. Cuenta con un nuevo visor electrónico, un zoom 4,6x (28-128 mm) y estabilización óptica de imagen. Todas estas características, unidas a una calidad 4K para vídeos y 20 megapíxeles en fotos, hacen de esta Panasonic una apuesta segura.
Ahora ya no tienes excusa para crear esos fantásticos vídeos que tanto ves en Instagram y TikTok y dices que vas a hacer. Escoge la cámara acuática que más se ajuste a tus necesidades y disfruta como un niño de todas tus aventuras al máximo.
