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Puede que en la universidad, trabajo o incluso en Twitter hayas oído hablar de máquinas virtuales y no sepas qué son o cómo funcionan; normal. Este concepto, aunque parece abstracto y misterioso, se debe a que su funcionamiento interno es algo complejo, pero en sí entenderlo es fácil.
Este 2023 me hace falta un buen pc con muchos núcleos para manejar máquinas virtuales y eso
— José Manuel Pérez 💻 (@jmpevzla) January 7, 2023
Una máquina virtual es un software que carga dentro otro sistema operativo. El dispositivo cree que tiene un PC dentro y por eso se le llama máquina (ya sea PC, consola, móvil) que es virtual o emulada.
Teniendo claro que esta máquina no es algo físico, podemos entrar ya en detalle sobre qué son, para qué sirven y cómo utilizarlas.
Lo primero es especificar que existen dos tipos diferentes diferenciadas según cómo funcionan. Por un lado, están las de sistema y por el otro las de proceso. Aun así, la mayoría de las veces que escuches este término se estarán refiriendo a las de sistema.
Vale, podemos abrir un PC virtual dentro de otro, pero ¿para qué sirve? ¿Qué diferencia hay? Aunque al principio no te lo imagines, estas máquinas tienen una gran variedad de utilidades. De hecho, en entornos profesionales se suele dar más y aquí te exponemos cuáles son sus principales usos.
Por norma general, los ordenadores traen preinstalado un sistema operativo acorde a su marca y características. Claro que se puede cambiar, pero el proceso es largo, difícil de revertir e implica riesgos varios.
Cmder, interesante emulador para utilizar herramientas linux en entorno Windows... pic.twitter.com/20HioM9ir2
— Marcelo Díaz (@madayssandoval) October 12, 2022
Con las máquinas virtuales podrás probar una nueva versión de Windows o incluso el sistema Linux por ejemplo. Será mucho más fácil instalarlo en tu máquina virtual que en el disco duro de tu ordenador. Además, si algo sale mal, lo borras y fin del problema. Rápido, sencillo y seguro.
Aunque esta no sea la mejor solución (lo ideal es utilizar softwares modernos), si en tu empresa necesitas un programa que desde hace un par de años ya no funciona en tu versión de sistema operativo, puedes usar una máquina virtual.
Con esta herramienta puedes instalar la aplicación en su última versión y hacer que funcione en tu ordenador actual. Esto también se aplica a videojuegos o cualquier otro programa.
Tenía antojo de jugar 3D pinball terminé por instalar Windows XP, en una máquina virtual solo para poder jugar esa joya de mi infancia que jugaba por falta de Internet jaja pic.twitter.com/w7OZ1KgjDk
— Alberto MP (@P00pineapple) October 17, 2021
En caso de que exista una aplicación esencial para tu trabajo, estudios o simplemente por ocio y quieras usarla, pero tu sistema no te lo permite, la máquina virtual es tu solución. Solo tienes que instalar el sistema operativo que necesites en ese nuevo PC.
Para los apasionados de la programación y el desarrollo de aplicaciones, las máquinas virtuales son las mejores aliadas.
Por lo general, a menos que tengas dos ordenadores físicos con distintos sistemas operativos, no puedes probar el funcionamiento de la app para Android y Windows.
Al ser un ordenador dentro de otro, lo que hagas dentro de la máquina virtual no afectará para nada al software de tu PC principal. Por tanto, para descargar documentos que puedan ser peligrosos es mejor hacerlo a través de este PC virtual.
Esta función se utiliza sobre todo para estudiar virus y malware (para aprender a romperlos y acabar con ellos) porque a través de la máquina virtual no pueden acceder a los datos personales del ordenador.
Estos ordenadores dentro de tu ordenador tienen un dinamismo excelente, por lo que son superútiles a la hora de realizar muchas funciones a la vez. Puedes guardar estados, ampliarlas, moverlas a un hardware distinto y aun así funcionarán perfectamente.
Por eso mismo son muy importantes en empresas que cuentan con servidores web que albergan las máquinas con todas las páginas web de sus clientes.
Como todo, las máquinas virtuales tienen su cara buena, pero también algunas desventajas que debemos tener en cuenta.
La más importante de todas es el rendimiento, que se ve reducido. Como es lógico, el hardware de tu PC no va a funcionar igual si está utilizando un programa que si está moviendo dos sistemas operativos a la vez.
Además, aunque las aplicaciones que corren máquinas virtuales son eficientes y el hardware de los ordenadores cada vez es más potente, la emulación de un sistema siempre pide más. Por tanto, lo mejor es que no utilices tu ordenador personal (y menos si es portátil) para abrir máquinas virtuales.
Ya te avisamos de que para utilizar una máquina virtual lo primero que necesitas es instalar una aplicación en tu aplicación que tenga la capacidad de crearla o al menos reproducirla. En internet puedes encontrar varias, pero te recomendamos que tengas un buen antivirus instalado.
Microsoft es consciente de la importancia que ciertas entidades y organismos le dan a las máquinas virtuales que el creador de Windows ha lanzado sus propios programas. Estos son el Virtual PC, Windows XP Mode o el nuevo HyperV.
Dado que son de código abierto y tienen gran compatibilidad con la mayoría de sistemas operativos (ya sean anfitriones e invitados), puedes instalar casi cualquiera de estos u otros que encuentres en la web.
Revisa siempre dos veces su procedencia para no tener ningún susto y podrás disfrutar de todas sus ventajas.
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