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Los niños que se pasaban horas jugando al Mario, al Sonic, al Double Dragon o al Street Fighter, ahora somos adultos con cierta capacidad adquisitiva para comprar la consola de nuestra infancia y volver a echar unos vicios a la NES, la Mega, la Super o la Play. En plena era de la realidad virtual, una legión de treintañeros y cuarentones vamos en busca de las versiones mini de las consolas de 8 y 16 bits que marcaron nuestra niñez. Conozcamos cuáles son y qué nos ofrecen las nuevas consolas retro.
¡Revive tus horas de vicio con más años pero la misma ilusión!
El sector del videojuego es una industria en constante innovación que siempre mira hacia el futuro. Pero a veces se toma un respiro, se detiene, echa la mirada atrás y la nostalgia se apodera de ella. Eso es lo que le ha sucedido a Nintendo, Sega y Sony: tres compañías que han relanzado sus máquinas más exitosas con sus juegos más populares.
Hasta ahora si querías derrotar de nuevo a M. Bison en el Street Fighter podías hacerlo con emuladores para PC y móvil, pero algunos de ellos, sinceramente, no estaban muy bien logrados. Y es que no es lo mismo jugar al Sonic con botones virtuales en una pantalla táctil que hacerlo con el mando original de la Mega Drive en forma de croissant.
Esta época de revival que vive el mundo del cine, la televisión y la música, ¿por qué no iba a producirse también en el terreno de los videojuegos? Los que ahora rondan o superan la cuarentena son el público objetivo. Niños convertidos en adultos con poder adquisitivo que demandan sus videojuegos de hace 20 ó 30 años.
Nintendo fue la pionera en lanzar su máquina de 8 bits. La empresa del fontanero más famoso del mundo sacó al mercado la Nintendo Classic Mini en el año 2016. Una apuesta que podemos calificar de acierto después de ver las 10 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Tras el éxito cosechado por la compañía japonesa, sus competidoras ochenteras decidieron seguir sus pasos: Sega desempolvó la Mega Drive y dio cuerda al erizo azul y Sony hizo lo propio con la Play Station. Todo, eso sí, en un formato más reducido.
Nintendo anunció en pleno verano de 2016 que su gran lanzamiento para esa campaña navideña iba a ser... el regreso de la NES. Nada de revolucionar el mercado y liderar el sector con una máquina de entretenimiento de realidad virtual o realidad aumentada. Nintendo volvió a los orígenes con la NES Mini.
La consola viene con un mando -con posibilidad de conectar un segundo player- y un catálogo de 30 videojuegos integrados en la memoria interna. Y antes de que hagas la pregunta, la respuesta es no. No puedes añadir o quitar ninguno de los juegos grabados ni tampoco podrás cargar tus viejos cartuchos. En todo caso, no creemos que eches de menos ninguno de los clásicos: Super Mario Bros, The Legend of Zelda, Donkey Kong, Metroid, Kirby's Adventure, Castelvania o el Pac-man, entre otros, forman parte del catálogo que ofrece la consola.
La recreación en miniatura de la NES añade nuevas funciones como la de rebobinado o puntos de suspensión de partidas que podrás guardar. Ya no tendrás que pasarte el juego del tirón como cuando tenías 12 años. Pero... ¿en mi televisor OLED de 8K podré rememorar los 8 bits como antaño? Efectivamente, porque la NES Mini incorpora filtros visuales para que puedas recrear el aspecto de los televisores de tubo. Aunque también podrás jugarlos en HD y a 60Hz. La consola se conecta a la alimentación mediante un USB y al televisor a través del cable HDMI. ¡Así de simple y rápido rememorarás en casa tu infancia!
Y como no podía ser de otra manera, después del éxito de la NES, la compañía japonesa reeditó su hermana mayor de 16 bits: la Super Nintendo. La versión mini de la SNES -conocida en el patio del cole como 'la Súper'- apareció en nuestras vidas en septiembre de 2017 con un catálogo de 21 juegos instalados: Super Mario World, Donkey Kong Country, Street Fighter II Turbo: Hyper Fighting, Super Mario Kart o Mega Man X, entre otros. La gran sorpresa del catálogo es el Star Fox 2, un videojuego inédito que nunca salió al mercado.
Nintendo Classic Mini Super NES cuenta con la posibilidad de ver los juegos con tres aspectos diferentes: resolución original, filtro CRT (con las típicas bandas horizontales) y resolución 1080p. Igual que en la recreación de la Nintendo de 8 bits, en esta también podemos dejar un total de cuatro partidas suspendidas para retomarlas más adelante y la posibilidad de rebobinar cinco minutos el juego para remendar cualquier error que nos haya matado.
En los patios de colegio de toda España había una rivalidad similar o superior a la existente entre el Barça y el Real Madrid: o eras de la Mega Drive o de la Super Nintendo. O eras de Sega o de Nintendo. O te viciabas al Sonic o al Mario. No había medias tintas.
La 16 bits de la también japonesa Sega fue el mayor éxito de la compañía en lo que a consolas se refiere. Títulos como Sonic the Hedgehog, Alex Kidd, Altered Beast, Wonder Boy o Golden Axe forman parte de la historia de los videojuegos. Todo ellos forman parte de la galería de 42 juegos instalados con los que se presenta esta Mega Drive Mini. La consola viene con dos mandos, cable HDMI para jugar en HD a 60hz y alimentación USB.
Sony irrumpió en el mundo de las videoconsolas a mediados y finales de los años 90. Y lo hizo con todo un bombazo: la Play Station de 32 bits. Nintendo y Sega, que habían reinado en los ochenta, se quedaron atrás en las máquinas de sobremesa, y la Play se convirtió en objeto de deseo para todos los jugones.
Sony no podía ignorar la evidencia: sus fans reclamaban un versión compacta de la primera Play. Y fue en diciembre de 2018 cuando la gigante de la electrónica reeditó la PlayStation Classic. Una versión un 45% más pequeña que la original, pero igual de potente que la de los noventa.
Esta maravilla trae preinstalados 20 juegos clásicos de la talla de Final Fantasy, Resident Evil, Metal Gear Solid o Gran Turismo, aunque habrá quien eche de menos auténticas joyas como Tom Raider, Silent Hill, Medal of Honor o Crash Bandicoot. Aun así te animamos a que la conectes a tu televisor y disfrutes de una consola que marcó un hito en la historia de las videoconsolas.
Todas estas pequeñas consolas son recreaciones en miniatura que respetan fielmente la apariencia de las originales. Detalles como los botones (power, reset, el control del sonido...), el color o las serigrafías están representados con gran exactitud en unas réplicas que parecen diseñadas para estar expuestas en una vitrina. La nostalgia está de moda y lo más importante para las empresas: vende.
