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Las compras de segunda mano son una oportunidad estupenda para conseguir productos que quieres a un precio mucho más barato. El único riesgo es que seas víctima de alguna de las estafas de Wallapop. Por eso, te contamos qué hacer para no caer en ellas.
En Wallapop tienes de todo. ¿Quieres un vestido fresquito para el verano? Ahí encuentras montones. ¿Un cromo edición limitada de los cromos Panini de la Liga 1997? Seguramente también... pero no es oro todo lo que reluce.
En esta plataforma, como en todas, campan ciberdelincuentes que intentarán estafarte si tienen la oportunidad. No es que tengas que desconfiar de todo el mundo, pero sí debes echarle un ojo a algunas de las cuentas. Especialmente, si las ofertas son demasiado buenas.
Ese chollazo que crees haber encontrado puede que no sea lo que estás buscando... cabe la posibilidad de que sea un intento de estafa y estés a punto de caer en ella.
Como te decíamos, los ciberdelincuentes se aprovechan de esta plataforma para estafar a compradores confiados. Y utilizan diferentes métodos, pero, por regla general, los puedes esquivar con un poco de cuidado.
Aquí te hemos recogido algunos de los consejos que no puedes dejar pasar para hacer tus compras más seguras. Seguro que ya conocías algunos, aunque nunca está de más un pequeño recuerdo.
Muchas de las personas que utilizan la aplicación de Wallapop no se fían de los pagos por este servicio. Prefieren quedar en persona y hacer la transferencia de forma manual.
El problema está en que esto no siempre es posible, especialmente si hablamos de distancias largas y precios bajos (por una camiseta de 3 € puede que incluso ni te rente viajar más de 5 km). Lo habitual es que se haga un envío.
Y lo normal es que el envío se haga desde la propia aplicación de Wallapop porque es lo más seguro. De todas formas, habrá quien te diga que prefiere usar Correos u otro método.
El truco está en que, de ser así, el pago se tendría que hacer por Bizum o transferencia. Aquí se pueden aprovechar y convencerte de que hagas primero el envío y luego ya llegará el dinero. Lo mismo puede pasar al revés, que hagas el Bizum y nunca te llegue el paquete.
Mucho cuidado además, porque Bizum tampoco se libra de las estafas. Normalmente, no prestamos mucha atención a las notificaciones y puedes no darte ni cuenta.
Por todo esto, es mucho mejor que te quedes con la opción de Wallapop. Funciona con una cartera integrada dentro de la aplicación, así que podrás guardar ahí el dinero hasta que quieras retirarlo.
Aunque lo gestiones todo con la misma app de Wallapop, siempre hay riesgos. En los últimos años, se ha puesto de moda otro modelo de timo que genera muchísima desprotección.
El timo consiste en que el estafador te compra el producto y paga desde la aplicación. Poco después de recibirlo, se queja a la web y dice que el pedido ha llegado mal o está dañado.
El truco llega cuando cambia el producto que has enviado por otro del mismo tipo, pero está dañado. ¿Qué pasa entonces? Que te quedas con la devolución dañada y sin el dinero.
Para evitar esto, asegúrate de que tienes fotos del producto y en las que subiste a la web se nota que están bien. Con esto, deberías ser suficiente para defenderte de estos estafadores.
Algo que deberías hacer en todos los pedidos que quieras hacer o antes de vender un producto es comprobar que esa persona no tenga malas valoraciones en su perfil.
Wallapop permite calificar las transacciones una vez la termines, así que puedes poner que ha sido una buena o mala experiencia, para que oriente a otras personas interesadas en comprar algo a esa persona.
Te recomendamos que no te fíes de las cuentas en las que no haya ninguna opinión. Es posible que sea una nueva cuenta creada para estafar y que, cuando reciba otra crítica, se borre.
Por lo demás, lo único que debes hacer es tener un poquito de cuidado y no lanzarte a las ofertas sin comprobar todo bien previamente. Recuerda, si una oferta es demasiado buena como para creérsela, ni es oferta ni es buena. 😉
