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En esto de la tecnología hay pocos milagros, si tienes un ordenador que va a pedales, posiblemente se esté quedando antiguo y hay que pensar en darle una renovación. Pero si no es posible y quieres seguir estirando su vida, todavía hay procesos y consejos que puedes tener en cuenta.
En realidad las buenas prácticas que vamos a enumerar en este artículo bien pueden valer para cualquier ordenador, sin importar su edad, sistema operativo o prestaciones, así que os animamos a darle un repaso a vuestras configuraciones:
En los sistemas operativos de escritorio existe la posibilidad de que una selección de aplicaciones se ejecutan al iniciar el ordenador. A veces no sucederá así por lo que es bueno repasar qué aplicaciones están esta posición y quitar las que te sobren.
Hay programas esenciales como antivirus que es mejor que sigan ahí desde el inicio, siempre vigilantes, pero a veces se nos cuelan cosas que están consumiendo recursos importantes.
En Windows es tan fácil como ir al "Administrador de tareas" con la combinación Control + Alt + Suprimir, allí podremos pedirle ‘más detalle’ a las aplicaciones en ejecución, veremos una pestaña ‘inicio’ con la lista. Con el botón ‘deshabilitar’ las podemos sacar de ahí.
Es una buena práctica en cualquier sistema operativo o dispositivo, cuantos más elementos tengamos en la pantalla principal, como archivos o accesos directos, peor será para el arranque del ordenador.
Es compresible, puede que te guste tener las cosas a mano, por lo que te proponemos crear carpetas para organizar por temáticas o tipos de archivos. Con estos pequeños cambios notaremos que el inicio tiene menos ralentizaciones.
Todos los ordenadores no son igual de potentes para mover el sistema operativo, que en cada evolución intenta ser más bonito y llamativo, lo hace cargando el proceso con mejores animaciones, transiciones, transparencias, refinamiento de bordes, acabados, etc.
Windows nos permite bajar el nivel de estos efectos visuales para mejorar el rendimiento. Solo hay que escribir “Ajustar la apariencia y rendimiento de Windows” en el cuadro de búsqueda de la barra de tareas, entrar en “Opciones de rendimiento” y desactivar opciones en la pestaña “Efectos visuales”.
Con el uso más simple que le vayamos a dar al ordenador, siempre se va a ir incrementando el espacio utilizado, así que imagina cómo puede ser si somos usuarios asiduos del equipo. Por esto hay que ser muy conscientes del espacio libre que nos queda.
Cuanto más lleno esté el disco duro, más puede influir en la velocidad del sistema, así que tenemos que vaciar papelera, desinstalar aplicaciones que realmente no usamos y borrar archivos que sabemos que ya no tienen utilidad.
Si no somos muy organizados con lo que se está generando en el ordenador, todo este proceso puede ser pesado de realizar, por lo que existen herramientas que pueden rastrear y ayudarte a liberar espacio.
A alguno le puede sonar a herramientas del pasado, pero es interesante conocer que nuestro espacio de almacenamiento se puede ‘desfragmentar’, más concretamente hablamos del disco duro.
Tenemos que conocer que los programas y archivos en tu disco duro no ocupan un espacio concreto, pueden estar desperdigados por diferentes lugares, debido al constante borrado y creación de elementos. Uniendo estos pequeños fragmentos podemos hacer que el sistema los localice más rápido.
Es importante conocer que es un método necesario para discos duros tradicionales o mecánicos, no es útil ni se debe desfragmentar una unidad de tipo SSD.
Que el ordenador vaya lento es un síntoma claro de que tu ordenador puede tener algún tipo de virus, así que hay que pasarle el antivirus. El malware no solo nos perjudica con hechos destructivos o espiándonos, puede realizar procesos en segundo plano que ralentizan el equipo.
Recomendamos usar Windows Defender que es la opción básica de Windows 10, bastante competente, pero no hay que descartar otras herramientas de seguridad, ya que toda precaución es poca.
Cuidado también con el control excesivo de los antivirus, también son responsables de que el ordenador se vuelva más lento.
No todo el mundo entra en estos detalles pero Windows 10 ofrece diferentes planes de energía, fáciles de modificar. Si necesitas más potencias debes activar la opción de energía Alto Rendimiento en Opciones de energía.
La idea de los diferentes planes es poder elegir priorizar en el rendimiento o en el consumo, si estamos en un equipo portátil es recomendable usar un plan equilibrado siempre que sea posible.
En muchas ocasiones una actualización puntual de un programa, controlador o del sistema pueden solucionarte problemas de lentitud en el funcionamiento. Es algo tan cotidiano en el mundo de la informática como que los desarrolladores localicen un error, solucionarlo y compartirlo por los cauces oficiales para que el ordenador vuelva a la normalidad.
Tanto por solucionar bugs como por seguridad es conveniente comprobar que tenemos todas las actualizaciones del sistema correctamente instaladas, y a ser posible que se comprueben de forma automática.
Sabemos que es una operación que no todo el mundo controla, ni se hace en un momento, pero reinstalar el sistema en la mayoría de los casos se convierte en la mejor y única solución ante el mal funcionamiento del equipo.
Es una forma de realizar una puesta apunto que eliminará fallos que no hemos podido localizar, también software malicioso o que no necesitas. Nuestra recomendación es que hagas lo que hagas, mantengas copias de seguridad para poder siempre tener acceso a tus archivos.
No queríamos llegar hasta el punto de tener que gastar dinero, pero si queda claro que el problema no es software, posiblemente necesites actualizar componentes.
Los tres puntos críticos de mejora son la memoria RAM, la tarjeta gráfica, pero sobre todo, un disco SSD. Si no tienes una unidad de estas características, tienes que cambiarla, es con lo que más vas a notar el cambio.
Los precios de las memorias RAM —ahora normalizados tras el repunte incontrolado del periodo 2016 - 2019— puede ir desde los 50 euros hasta más de 200 machacantes dependiendo de las prestaciones que quieras.
En el frente de las tarjetas gráficas, la escasez de componentes que ha causado la pandemia nos hace pensar que para esquivar la subida de precios es incluso interesante pensar en algo de segunda mano que no supere los 20 o 30 euros. Al menos hasta que la cosa se normalice en 2023.
¿Y qué pasa con los discos SSD? Con desembolsar unos 100 euros debería ser bastante para que tu ordenador eche a andar sin ningún problema. Ahí, claro, deberás valorar si quieres usarlo para jugar, utilizar programas de edición o solo navegar por la red.
Tener un ordenador más o menos rápido siempre dependerá del tiempo y dinero que quieras invertir en él. Olvídate de los charlatanes y de los agoreros. Busca información y ajústate a lo que vayas viendo.
