El blog de
Hace unos años mirábamos a los estadounidenses como si fuesen perros verdes. Todas las películas que llegaban desde el otro lado del charco mostraban una sociedad acelerada, sin tiempo para nada, que vivía para trabajar. En España, que siempre hemos sido muy de slow life, pensamos que eso nunca nos pasaría a nosotros… y qué equivocados estábamos. El estrés de vida en el que vivimos nos ha hecho más tristes, más desdichados. De ahí que cualquier herramienta que nos haga estar en paz con nosotros mismos, como la música a 963 hz, se haya convertido en algo de lo más demandado.
Por eso el yoga está más en auge que nunca, sobre todo entre las personas que más presión deben aguantar en sus trabajos. Resulta curioso que nuestros jefes, esos seres que nos hacen la vida imposible, sean precisamente los que más calma necesiten… toda una paradoja. Eso sí, una cosa es encontrar la relajación y otra muy distinta encontrar la felicidad. Si os decimos que existe una música que os hará más felices solo con escucharla y que no nos referimos a la de los Black Eyed Peas, ¿nos creeríais? Deberíais, ¡porque en este post os vamos a demostrar que sí que existe!
Se llama frecuencias Solfeggio a aquellas que utilizaban los monjes hace siglos para enseñar canto. Según se dio a conocer en la década de los 70, estas frecuencias, nueve en total, tienen diversas propiedades sobre nuestra mente y nuestro cuerpo.
La hemos sacado del listado anterior porque la novena frecuencia Solfeggio es precisamente la que nos ha hecho redactar este post. La de 963 hz, también conocida como ‘frecuencia de la felicidad’ o ‘frecuencia de Dios’ es una rareza de esas que nos gustan de verdad. Según cuentan, se trata de una música de alta vibración espiritual que consigue despertar en nosotros cierta sensación de felicidad. Estaréis pensando que eso ya os pasa con muchos cantantes de la actualidad, pero no nos referimos a que os pondrá a bailar ipso facto… es algo más profundo que todo eso.
No hablamos de un momento de felicidad transitoria. Eso está bien, desde luego, ¿pero qué pasa cuando acaba esa canción en concreto? No, la música a 963 hz no es pasajera, sino que consigue despertar nuestro cuerpo y devolverlo a su estado original perfecto. ¿Cómo? Despertando nuestra glándula pineal. Para que nos entendáis, ¿recordáis aquella sensación de cuando erais niños y vivíais sin grandes preocupaciones? ¿No? Pues entonces esta música es justo lo que necesitáis, ¡a nosotros nos ha venido de maravilla! Resulta difícil de explicar, pero reconectarnos con nuestra propia naturaleza es una de esas sensaciones que vuelven a reconciliarnos con nosotros mismos, y es una gozada.
La glándula pineal es un punto de nuestro cerebro, del tamaño de una lenteja. Se encarga de producir, entre otras cosas, serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad. También es conocida como la ‘glándula de la espiritualidad’. Y es lo que culturas como la india denominan ‘el tercer ojo’, ¿a que ya os cuadra todo un poquito más?
El problema de este tipo de melodías no comerciales es, como casi siempre, lo complicado que resulta encontrarlas en el mercado. Se trata de un nicho muy reducido que a las distintas discográficas parece no salirles del todo rentable. Por eso, aunque utilizarlo puede gustarnos más o puede gustarnos menos, Youtube se ha convertido en una plataforma excepcional para encontrar música de 963 hz.
Teniendo en cuenta el bien que pueden llegar a hacer por nosotros, y que son ideales para acompañar nuestra práctica de yoga y matar dos pájaros de un tiro, hemos decidido dejaros unos cuantos vídeos musicales para que tengáis acceso a ellos sin tener que realizar ningún tipo de búsqueda, ¡disfrutadlos sin problema las veces que queráis!
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