Así se está construyendo la revolución del juego en la nube: un mando, una pantalla y la mejor conexión
03 Enero 2020 - Actualizado 12 Julio 2021
El futuro de los videojuegos puede que no sea tan romántico y tangible como el que vivimos ahora, o hemos vivido en los últimos veinte años. Eso de tener una cajita con el juego dentro, que a su vez forma parte de una estantería de trofeos y vivencias, tiene fecha de caducidad. Es cierto que las descargas digitales han hecho bastante mella en esa forma de disfrutar el mundo del videojuego, pero todavía tiene que llegar el golpe final: el juego en streaming.
Hablamos de un futuro ya que todavía está verde, somos conscientes de que hay multitud de opciones operativas, pero no podemos considerarlas como la alternativa perfecta al sistema de juego tradicional. De hecho las propias compañías de la industria nos dan la razón con la salida de PlayStation 5 y Xbox Scarlett.
Vamos a explicarnos un poco mejor, ¿qué es eso de juego por streaming? Imaginad que no tienes el juego, que ese juego está ejecutándose en el servidor “ultra potente” de la compañía. En tu casa solo necesitas una “caja tonta” que gestione la información que llega y la relacione con mandos y pantallas.
No pinta mal la idea si todo ese tinglado nos asegura que vamos a tener un hardware impresionante por un precio muchísimo más bajo. La teoría nos dice que sí, que a nivel de máquinas nos saldrá mucho más barato que comprar una nueva consola, ordenador o teléfono. Otra cosa bien diferente es que tengamos la “súper conexión” que es necesaria para que todo fluya como debiera.
Llegados a este punto no podemos obviar que el “juego en la nube” nos va a ir conquistando, no existen ninguna compañía en la industria que lo obvie - Sony, Microsoft, Nvidia, Electronics Arts -, tampoco dejan de llegar nuevos protagonistas que quieren comerse un trozo del pastel antes de que se sirva, por ejemplo, Google.
Los retos tecnológicos
Parece claro que el enemigo del juego en streaming es la mala calidad de la conexión. Más concretamente podríamos apuntar hacia la latencia, que es un concepto que se resume en una cifra que debe ser lo más baja posible.
De una forma muy resumida podríamos decir que la latencia es el tiempo que transcurre desde el instante en el que le damos al botón del mando y el momento en el que se refleja en pantalla la acción. Se mide en milisegundos.
La realidad es que hay demasiados componentes implicados en la ejecución del juego y el transporte de la imagen hasta nuestro monitor, que deberá pasar por la red de redes y luego por tu red local. Aquí entran condicionantes importantes que pueden afectar a la latencia, como el tráfico que haya en el Internet que usamos.
Por esto nos van a obligar a cumplir con una serie de requisitos de conexión para que la experiencia sea grata, como una velocidad de subida y bajada de los datos alta. Según Google, su sistema Stadia necesita de 10 Mbps de bajada y 1 Mbps de subida para el funcionamiento más básico. Habría que subir a 25Mbps si queremos jugar a 1080p y 60fps. El siguiente escalón es el 4K y son necesarios al menos 35Mbps.
Otro punto a mejorar es el de la calidad de imagen representada, con respecto a la generada en el servidor. De la misma forma que ocurre con Netflix, los contenidos que viajan en la red se comprimen para ahorrar ancho de banda y eso nos asegura una pérdida de detalle. ¿Se notará mucho?¿Soportaremos jugar de esa forma? No tenemos respuesta ahora, pero sin duda es uno de los aspectos a trabajar.
Es justo comentar que no todos los juegos necesitan de las mismas condiciones para jugarse bien. Una aventura gráfica no demandará una interacción tan rápida como podría necesitar un juego tipo Doom o Street Fighter.
¿Cuándo podremos jugar en streaming?
Nos referimos a jugar en streaming de verdad, como una alternativa válida y apetecible. Según el jefe de Xbox, que trabaja seriamente en una plataforma llamada Project xCloud, quedan años para que esto sea interesante para todos.
El directivo compara la evolución con Netflix, que lleva veinte años en funcionamiento pero ha sido recientemente cuando ha empezado a funcionar. Para garantizar en algo más interactivo como es un videojuego la tecnología tiene que avanzar.
El mejor ejemplo de que no es para mañana, al menos de forma generalizada, es que PlayStation 5 y Xbox Scarlett serán una realidad a finales de 2020, ambas con un hardware impresionante y un sistema de juego bastante tradicional, al margen de cosas que ya hemos asimilado como los juegos digitales y el contenido descargable.
Sony y Microsoft van de la mano
Algo que nadie esperaba, pero ambas compañías anunciaron a mediados de año un acuerdo de colaboración para el desarrollo de tecnología que tiene que ver con el juego en la nube, en streaming. Se puede entender como una forma de defenderse ante Google y Apple, que manejan el cotarro de los móviles y es donde más crecimiento puede haber en los próximos años.
Se conoce que Sony va a hacer uso de la nube de Microsoft, mejor conocida como Azure. Al tiempo ambas van a compartir desarrollos en inteligencia artificial y hardware, que les permita crecer más rápido, al margen de la competencia que ambas puedan mantener en el sector del videojuego más tradicional.
¿Qué dice Nintendo?
Es la otra gran protagonista del mundo del videojuego y es la que podemos decir que salvaguarda una visión más tradicional de la industria en muchos aspectos. Al menos podemos decir que siempre ha demostrado ir al ritmo que a ellos les ha interesado.
Con motivo del E3 pudimos acceder a diferentes entrevistas en las que nos quedaba claro que a día de hoy no estaban involucrados en ello, o no tenían intención de hacer ningún anuncio público, y eso que sus dos principales competidores manifestaron su interés en trabajar juntas en el streaming.
En su particular forma de comunicarse nos contaron que siempre van a estar interesados en cómo las nuevas tecnologías pueden habilitar diferentes formas de jugar, y que a largo plazo su enfoque como empresa podría alejarse de la “consola doméstica”: la flexibilidad es tan importante como el ingenio.
Streaming en 4 grandes proyectos
Es complicado resumir el panorama actual ya que hay proyectos de grandes compañías como Microsoft, Sony o Google, pero también hay otros muy pequeños que juegan con el factor diferencial para intentar sacar la cabeza. En medio hay grandes productoras de videojuegos como Bethesda o Electronic Arts, incluso creadores de hardware como Nvidia. Entre todas están preparando el trabajo para la próxima revolución en el mundo del videojuego:
PlayStation Now
El líder del mercado del videojuego tiene un servicio de juego en streaming que se llama PS Now, al que se puede jugar desde Windows y desde PlayStation 4. Hay una opción para poder descargar los juegos en tu máquina.
Utiliza los propios servidores de Sony y aseguran que hace falta una conexión que se mueva entre los 5 y 12 Mbps. Eso sí, se juega a resolución 720p y 60fps.
Lo que nos vamos a encontrar es más de 700 juegos de PS4, PS3 y PS2. ¿Cuánto cuesta? Ahora puedes acceder con una prueba gratuita, pero el plan mensual es de 9,99 euros. Si pagas un año el coste es de 60 euros.
Project xCloud
En esta guerra de los videojuegos por streaming no puede faltar Microsoft, que tendrá listo el año que viene su Project xCloud, competencia directa para Google Stadia y PlayStation Now.
Tenemos que saber que xCloud llegará a móviles con Android y ordenadores con Windows 10. Microsoft se encuentra en en conversaciones con Apple para llevar xCloud a los dispositivos iOS.
Algo curioso y práctico es que no se han cerrado en banda a utilizar el mando de Xbox, se podrá utilizar el DualShock 4 de PS4 y otros mandos Bluetooth, incluidos los de Razer.
Durante 2020 Microsoft integrará este proyecto con Xbox Game Pass, de forma que los que ya pagan por esa suscripción podrán acceder al juego por streaming. Hablamos de juegos, en la fase de pruebas que ahora mismo está activa se ha ampliado el catálogo a 50 juegos.
Stadia
La propuesta de Google es la que más miedo da a las compañías establecidas en el mundo del videojuego, tiene la idea muy avanzada como os hemos contado en el artículo de presentación que preparamos.
Lo interesante de Stadia es la posibilidad de ejecutarlo allí donde haya un navegador Chrome, un dispositivo Chromecast Ultra, o teléfonos Pixel (irán adaptándose más). Los servidores son de la propia Google y nos aseguran que se podrá llegar a reproducir en 4K. Eso sí, habrá que tener una red con velocidades superiores a 30Mbps y muy baja latencia.
GeForce Now
Posiblemente el servicio mejor valorado y más activo, que permite jugar desde ordenadores Windows, Mac y Nvidia Shield. Ayuda el hecho de que es gratuito y se encuentra en fase beta.
Hay un catálogo de más de 200 juegos que se ejecutan en servidores de Nvidia, con un hardware muy potente como podréis imaginar. Para aquellos con una conexión muy rápida existe un modo ‘Ultra Streaming’ que aumenta la tasa de fps de 60 a 120.
Otras opciones a seguir
En el horizonte se vislumbra un escenario en el que las compañías con recursos para montar servidores - y obviamente tienen juegos exclusivos - van a ofrecerte jugar directamente desde la nube. El primer caso que podemos nombrar es Project Atlas de la todopoderosa Electronics Arts, con series tan importantes en sus manos como FIFA.
No podemos obviar a Valve y su Steam Link Anywhere, tampoco el desarrollo de la tecnología de compresión Orion por parte de Bethesda, y que puede ser complementaria a cualquier plataforma. Otros nombres más pequeños que están ofreciendo juego en streaming son AntStream, Vortex y Shadow.