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“No duermas para descansar; Duerme para soñar”, alentaba Walt Disney, el hombre que creó una de las mayores fábricas de sueños del mundo.
Dormir ocho horas, que el colchón se adapte a nuestro cuerpo para mantener la curvatura natural de la columna vertebral, no tomar bebidas con cafeína antes de dormir que puedan afectar a nuestras rutinas de sueño… Son algunos de los consejos de expertos que todos conocemos para conseguir dormir plácidamente día tras día.
Pero hay muchas otras curiosidades del universo de los sueños que desconocemos, a pesar de pasar un tercio de las horas de nuestro día durmiendo. Si lo traducimos en años, el ser humano pasa 25 años durmiendo de media a lo largo de su vida.
¿Sabes quién era Morfeo? ¿O los sueños lúcidos y si has tenido alguno de ellos? ¿La historia de la siesta? Aquí van diez curiosidades que deberías saber antes de irte a dormir, ya que: “A la cama no te irás, sin saber una cosa más”.
No todo el mundo es capaz de tener sueños lúcidos. Es decir, ser consciente de que estás en un sueño y poder cambiar el destino de este intencionadamente.
Según un estudio de la Universidad alemana de Goethe, dice que un 60% de la población experimenta un sueño lúcido al menos una vez en su vida. Además, los jóvenes de 10 a 19 años son más propensos a experimentar sueños lúcidos, ya que sus redes neuronales están en desarrollo y, de esta forma, utilizan estas conexiones neuronales durante el sueño como autodefensa a, por ejemplo, posibles pesadillas.
Las personas que experimentan estos sueños lúcidos son capaces de volar durante sus sueños, rebobinar lo sucedido y volver a comenzar para que el final del sueño sea diferente, saltar de edificio en edificio… Al final, las personas se convierten en directores de sus sueños y despiertan toda su imaginación mientras duermen.
La mayor parte de la población sueña en color, pero hay un 12% de la población que sueña en blanco y negro.
¿El motivo? La televisión. La mayoría de las personas que vivieron la llegada de la televisión a sus casas reconoce soñar en blanco y negro. Sin embargo, las personas que no vivieron esa etapa de la televisión sueñan sin problemas en colores.
La fase en la que el sueño es más ligero, nuestras frecuencias cardiacas y respiratorias son irregulares y, además, es la fase en la que soñamos y podemos llegar a recordarlo, ¿es la denominada fase REM o fase MOR?
La fase REM y la fase MOR del sueño son exactamente lo mismo. Su única diferencia es que la fase REM recoge sus siglas del inglés: Rapid Eye Movement, mientras que la fase MOR utiliza las siglas en castellano: Movimientos Oculares Rápidos.
Además, esta fase también se puede denominar sueño paradójico o sueño desincronizado.
¿Nunca te ha pasado de despertarte y no poder mover tu cuerpo? Este fenómeno se denomina parálisis del sueño y, como hemos anunciado, se caracteriza porque el cerebro se ha despertado de la fase REM o MOR, pero el tono muscular aún no.
Las personas que sufren o han sufrido esta parálisis del sueño están despiertas, pero solo pueden mover los ojos. Este fenómeno causa verdadero pánico en quienes lo experimentan, pero, afortunadamente, solo dura unos segundos o, como máximo, un par de minutos.
¿Alguna vez te has quedado dormido en clase o viendo una película, aunque no fuese la hora de dormir y hubieses descansado lo suficiente? La razón de esta cabezadita es la falta de interés y motivación.
Un grupo de científicos de la Universidad de Tsukuba (Japón) y de la Universidad de Fudan (China), descubrieron que el núcleo cerebral accumbens, una parte del cerebro asociada al placer y a la motivación, puede capacidad para provocar sueño, al igual que lo hacen el impulso homeostático (el proceso biológico que demanda al cuerpo descansar) y el proceso circadiano (aquel que intenta regular nuestras rutinas de sueño con la naturaleza).
Es decir, si el núcleo accumbens no se estimula externamente, provoca somnolencia.
La narcolepsia es una enfermedad que tiene mucho que ver con el sueño. Las personas que sufren esta enfermedad tienen un trastorno crónico en el sueño, que se caracteriza por somnolencia extrema durante el día, pérdida repentina del tono muscular, repetidas parálisis del sueño, cambios en la fase REM, alucinaciones…
La narcolepsia no tiene cura, pero sí puede controlarse. En España, hay 25.000 personas afectadas por este trastorno crónico.
En la mitología griega, Morfeo es el dios de los sueños, el principal de los mil Oniros, encargados de amenizar los sueños.
Morfeo se encargaba de inducir los sueños en quienes dormían y adoptar apariencia humana en ellos, además de poder adoptar la forma humana de los seres queridos de a quienes visitaba. En la actualidad, la expresión “estar en los brazos de Morfeo” significa soñar.
Hay personas que necesitan un ruido blanco para poder conciliar el sueño. La televisión o la radio encendida, música relajante, el sonido del fuego en la chimenea, el agua de un río, grillos e insectos en la naturaleza, olas rompiendo en la orilla del mar… Los ruidos blancos son sonidos constantes que impiden que otros sonidos invadan la percepción auditiva.
Por ello, existen cientos de canales en YouTube dedicados a emitir sonido ambiente durante ocho horas para ayudar aquellos que lo necesiten.
La creencia extendida de que la siesta es un invento español es falsa. La siesta, ese agradable descanso que se realiza después de comer y que dura, para los más afortunados, dos horas, es italiano.
El término siesta data del siglo XI y era una de las reglas de San Benito, un monje cristiano que redactó las reglas por las que se rigieron casi todos los monasterios fundados durante la Edad Media.
En estas reglas, la principal premisa era ora et labora y tenía una especial atención en la regulación del horario. Por eso, una de estas reglas era el reposo y la tranquilidad a la hora sexta (de las 12 a las 15 horas del día). Así, los monjes debían recostarse en la cama y reponer energía para el resto del día.
Esta costumbre se extendió hasta que la población también adoptó esta costumbre y se llamó “siesta”.
Pregunta clásica del Trivial con la que podrás pasar por Frank de la jungla. El animal que duerme es el koala. Este marsupial australiano es capaz de dormir hasta 22 horas al día.
El perezoso y el ratón se llevan los siguientes puestos de dormilones. Ambos pueden llegar a dormir hasta 20 horas diarias.
El confinamiento debido al Covid-19 ha traído consigo nuevas rutinas que pueden repercutir en la alteración del sueño. En muchos casos, la ansiedad por no poder salir a la calle o la falta de luz solar inciden en los problemas para conciliar el sueño. En otros casos, la pérdida de la rutina y el cambio de hora acentúa el descontrol de las horas que pasamos durmiendo.
Los expertos aconsejan: no consumir contenido en pantallas (smartphones u ordenadores) antes de ir a dormir, no comer en exceso, hacer ejercicio y mantener una rutina de sueño saludable.
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