Se ha acabado la undécima temporada de La Liga, pero esta vez el trofeo no ha sido ni para el Madrid ni para el Barcelona, sino para un club llamado Gadget Lleida que ha arrasado. Las estrellas tampoco han sido futbolistas como Messi o Ramos, sino ingenieros constructores y robots con nombres tan curiosos como Dr Gang o Nebula. No, no es que Javier Tebas se haya convertido en Terminator, es que estamos hablando de otra Liga, que no todo va a ser fútbol en esta vida. Concretamente, nos referimos a La Liga Nacional de Robótica de competición.
En esta liga de robots también se compite por jornadas (una vez al mes) y gana el club (de momento únicamente compiten cinco clubes) que más puntos consigue pero, ¿en qué consiste la competición? Pues hasta la fecha existen tres categorías, la de humanoides, la de coches autónomos y las de minisumo con ruedas, en cada una de las cuales se pone a prueba una habilidad en los robots.
En este vídeo de apenas un minuto podéis ver a grandes rasgos en qué consiste cada categoría.
Categorías y robots para todos los gustos
En cuanto a las carreras de coches autónomos, hemos de imaginarnos una carrera de aspecto similar a las del clásico Scalextric pero los coches van sin mandos teledirigidos y los han construido los propios clubes.
La categoría de robots humanoides sí es teledirigida por los propios constructores, cuyas creaciones impresas en 3D pelean en un pequeño cuadrilátero. El objetivo como os podéis imaginar es derribar al robot del contrario, pero olvidar las escenas de Pressing Catch. Derribar, que no destruir, por lo que no están permitidas sierras eléctricas, objetos punzantes, lanzar líquidos ni ningún comportamiento propio de una película gore.
Aquí podéis ver una muestra de la categoría de robots humanoides.
Por último contamos con la categoría de minisumo, que debe su nombre a esa área de combate redonda tan típica de los combates japoneses. El objetivo es sacar al robot contrincante del círculo. Con unos robots más sencillos que los que podemos encontrar en las otras categorías, y sin michelines, es el espacio ideal para iniciarse en las competiciones de robótica. Y es que además de competir, esta liga de robots también organiza cursos para aprender a programar.
La división profesional o primera división también cuenta con su particular segunda, la división de estudiantes, e incluso uno de alevines, una auténtica cantera en la que buscar componentes de níquel y microchips antes que diamantes en bruto.
Pero, como no podía ser de otra forma, los verdaderos protagonistas de esta liga son los robots que, a cada jornada que pasa, van haciendo crecer su leyenda. Y para muestra, un robot.
Dr Gang, el robot velocista
Si las famosas vainas de Star Wars con las que Anakin lo petaba se construyen algún día, seguro que pueden tomar como su ancestro a este prodigio de las carreras.
Dr Gang es la tercera generación de coches de carrera del club ganador de este año, Gadget Lleida, después de otros robots como Gadgetocóptero y Sofía. Incluso hasta el nombre han mejorado. Dr Gang cuenta con un chasis impreso en 3D y una turbina para engancharse a las curvas más que un italiano en Magaluf.
Tal y como explica Andreu Marsal, el padre de la criaturita, “Dr. Gang fue un idea surgida después de ver como las colisiones en carreras eran frecuentes. La idea era conseguir un robot pesado con succión para evitar que se saliera del circuito cuando sufriese pequeños toques. Inicialmente se adaptó para competir en robotchallenge Viena 2015, pero su geometría no era óptima para circuitos tan revirados. El robot ha cambiado con el tiempo, primero la turbina y luego la placa de control se han sustituido. Ha sufrido muchos problemas con los sensores y la alimentación de los motores, pero cuando ha funcionado correctamente ha demostrado su gran potencial. "
Sus más de 200 gramos le permiten chocar con otros robots sin miedo alguno y según pone en la web de la liga, “genera un ruido tremendo que contribuye a desmoralizar y desconcentrar al resto de constructores.” Desde luego, sus números son demoledores. De 10 jornadas en las que ha participado, ha ganado la mitad y en las otras ha quedado o segundo o tercero.
Lo habitual si te interesa este mundillo, como explican en su página web, es contactar con un club para que te fichen. Eso sí, cada club pone sus condiciones para incorporar nuevos talentos como pertenecer a una universidad o vivir en una comunidad autónoma concreta, y tampoco esperes un sueldo de galáctico, aunque si tienes un buen representante quien sabe lo que puedes conseguir.
BattleBots, otra liga
Es conocido por todos que en cuanto a dar espectáculos extravagantes pocos países pueden superar a los Estados Unidos, y las batallas de robots no iban a ser una excepción. Los americanos han convertido las batallas de robots en un programa de televisión espectacular llamado BattleBots. Unas batallas en las que, a diferencia de en las competiciones españolas, el objetivo no es tanto derribar al robot contrincante de forma elegante, sino crear una máquina mortífera que los haga añicos de la forma más brutal posible. Martillos, fuego, descargas eléctricas, todo vale, y lo cierto es que hay que reconocer que, como se ve en este vídeo, tiene su gracia.
Pero lo mejor de todo es que desde su página web cualquiera (con los conocimientos adecuados y muchas ganas) puede participar en el torneo con su propio robot. Para ello, debes registrarte, rellenar un formulario con el diseño completo del robot y mandarles un vídeo presentado a tu equipo, explicando por qué tu robot debe ser seleccionado para participar en la competición, por qué crees que podría aguantar hasta ocho combates y qué recursos e instalaciones tienes para convertir tu diseño en una estrella de la tele.
No podemos asegurarte que vayan a seleccionar tu diseño para la próxima temporada, pero como proyecto de verano con amigos suena a planazo infinito. Así que si de pequeño lo flipabas con el Robot Emilio y soñabas con hackearlo para organizar peleas con el de tu vecino, ahora es tu oportunidad.