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Los amantes de la literatura de ciencia ficción tendrán en el punto de mira ‘Un mundo feliz’ (Brave New World), la novela más famosa de Aldous Huxley, que ya habíamos visto transformada a la gran pantalla. Ahora llega a nuestros salones con toda la fuerza - y distopía - que son capaces de ofrecer las grandes productoras de series. En este caso por cortesía de Starzplay.
En Brave New World nos encontramos ante el mejor ejemplo de distopía. Trata temas tan complejos como la tecnología reproductiva o el manejo de las emociones a través de las drogas, con la intención de realizar un cambio radical de la sociedad. Una sociedad controlada a todos los niveles:
Gran parte de la acción transcurre en Nueva Londres, donde vive una sociedad completamente utópica basada en un sistema de castas, que está diseñada genéticamente. En este mundo los estados de ánimo y sentimientos están controlados mediante píldoras: la felicidad está impuesta.
Además se suprimen pilares fundamentales de la sociedad a la que estamos acostumbrados: no hay monogamia, tampoco intimidad, familia, dinero o historia. Al nacer ya estás predestinado a ser un tipo de ser humano, escalar en ella no es posible.
Estamos en un mundo donde es mejor no pasarse con mantener relaciones con la misma persona, colocan implantes oculares para ver lo que las personas ven, y no hay parentescos familiares. En definitiva, nada de ataduras entre personas, que si son detectadas son solucionadas de forma drástica.
Alden Ehrenreich, al que conocimos por su papel en Han Solo, se mete en la piel de John, un ser inicialmente insignificante que luego se muestra capaz de revolucionar esta sociedad perfectamente diseñada, completamente regulada y adormecida.
Como cabía esperar y se puede contemplar en las imágenes, todo Nuevo Londres está envuelto en un ambiente pulcro y futurista. Al otro lado de la moneda tenemos la Tierra Salvaje, una especie de parque de atracciones donde los seres perfectos pueden pasar unas vacaciones exóticas, contemplando cómo viven seres humanos “normales”.
Situaciones tan habituales como una boda, unas rebajas o incluso ir al hospital son presentados como ritos de una sociedad arcaica, de hecho consideran a sus integrantes como seres en peligro de extinción.
La historia comienza cuando Bernard Max (Harry Lloyd) y Lenina Crowne (Jessica Brown-Findleay) viajan a esta Tierra Salvaje, allí ocurre una rebelión por parte de los salvajes, y los dos son rescatados por John, el encargado del atrezo en el espectáculo dedicado a la monogamia.
No queremos contar mucho más, simplemente adelantar que la historia lleva a John a Nuevo Londres y allí se desencadenan los acontecimientos en contra de esa sociedad tan idílica.
La historia original data de 1932, así que la propuesta es realmente complicada de traer hasta nuestros días tras haber experimentado en ciencia ficción tantas filmaciones distópicas. Los principales encargados de convertirla en serie han sido Grant Morrison, Brian Taylor y David Wiener ('Fear the Walking Dead', 'Homecoming') .
Un lustro ha pasado desde que sus responsables junto a Universal comenzaran con este proyecto, confirmando su realización con Peacock, siendo Starzplay la que nos trae la adaptación hasta nuestro territorio. Por delante nos esperan nueve episodios, siendo los tres primeros introductorios de los tres personajes principales y el mundo donde se ambienta la serie.
Si resististe con gusto a los mundos ideales - pero peores - de El cuento de la criada, Black Mirror, Westworld o Altered Carbon, la nueva ficción de Brave New World te va a gustar mucho. No lo podemos evitar, no queremos vivir en una pero nos encantan las pelis y series sobre distopías.
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