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Las barras de sonido son ideales para dar un ambiente de cine a tus maratones de pelis románticas, de acción o las que te molen. Para completar la experiencia, te recomendamos hacerte además con un subwoofer y que así el sonido sea más inmersivo.
Estos dispositivos añaden impacto de graves que hará que se te pongan los pelos de punta y sientas al máximo cada disparo, choque y risa. De esta forma tendrás la experiencia de cine total. Eso sí, cuidado con cuál eliges porque no todos son iguales ni están ideados para los mismos espacios.
Para que los graves de la música y las frecuencias de sonido más bajas se escuchen correctamente, los subwoofers necesitan tener gran potencia, amplificadores potentes, cono ligero y recinto acústicamente inerte.
Muchas barras de sonido vienen con uno, pero no llegan a la potencia necesaria para conseguir dar la nota. Además, estos dispositivos suelen emborronar el sonido y distorsiona las voces al emitir demasiada vibración. Comprar uno aparte será algo más caro, pero merecerá la pena.
Los mejores subwoofers hacen que sientas las notas más graves con una intensidad increíble. Además, si es de calidad, no notarás la diferencia entre lo que sale por la barra de sonido y el subwoofer.
Para no gastar el dinero a lo tonto, aquí te vamos a dar unos consejos que te vendrán de perlas antes de hacerte con uno. Presta mucha atención y apúntalos todos. 😉
Es importante comprar un subwoofer compatible y con conexión a tu barra de sonido. Algunas tienen salidas que hacen imposible conectar un SVS o cualquier otro subwoofer activo. Busca una barra que acepte un cable de interconexión como el SVS.
Sí, lo que más gusta de las barras de sonido es que son monas, ocupan poco y son discretas, lo sabemos. En caso de que la decoración sea un factor tan importante para ti, entonces seguro que quieres un subwoofer fácil de esconder y que no llame demasiado la atención.
Claro está que a menor tamaño, menor potencia, por eso mismo tienes que escoger uno con la estructura adecuada. Los de recinto hermético son la mejor opción por lo general ya que son más pequeños que los bass reflex pero sin perder calidad.
Ten en cuenta que las barras de sonido ya emiten sonidos con calidad y que no siempre hace falta un subwoofer que las acompañe. También te aclaramos que ningún equipo de sonido de este estilo llega al nivel del cine en casa 5.1.
Ni siquiera el mejor par de altavoces estéreo lo conseguirá, asi que no te compres un subwoofer gigante que básicamente reventará tu suelo para nada. En el caso de las películas de acción, aventuras y terror sí que puedes utilizar un subwoofer potente.
Tampoco es recomendable que lo utilices para escuchar la lista de lo más escuchados en Spotify en la que aparecen 50 géneros diferentes porque tendrás que andar regulándolo cada dos segundos.
Obviamente, esta es una recomendación y que puedes hacer lo que más te apetezca y consideres, es solo un consejo.
Como es lógico, cuanto más grande sea tu salón, estudio o el espacio en el que quieres poner el subwoofer, más grande podrá ser su tamaño. En el caso de que sea un merendero en el campo con un comedor gigante, un subwoofer estándar igual se queda corto; hazte con uno mayor.
La relación entre el tamaño de la sala y del subwoofer tiene que ser proporcional, es decir, que no puedes tener uno gigante en un salón de tres metros cuadrados, ni uno enano en uno de 25.
No vamos a mentir, el subwoofer se ve. Por eso muchas veces se coloca en una zona alejada de la tele o en el lado opuesto de la barra de sonido, pero claro, el problema llega al conectarlo. La mejor opción es comprar un kit inalámbrico para controlarlo con un mando.
Como en todos los altavoces y dispositivos electrónicos del estilo, la potencia de los subwoofers se expresa en vatios, lo que pasa es que muchos confunden y creen que por más vatios será mejor.
Para montar un sistema de sonido de cine en casa, un subwoofer debe tener una potencia de entre 100 y 200 W (siempre que sea un espacio menor a 25 metros cuadrados).
Siguiendo con el tema de la potencia, una creencia muy equivocada es que cuantas más bobinas tenga el subwoofer más potente será el sonido. Este mito puede hacer que compres un modelo con varias bobinas y que no necesites.
La única ventaja que supone contar con varias bobinas es que tendrás más posibilidades para configurar la impedancia, pero nada más. Por tanto, gastarte el doble para apreciar casi lo mismo no creemos que merezca la pena.
Con todos estos consejos, la próxima vez que vayas a por tu ansiada barra de sonido ya sabes en qué fijarte para acompañarla del mejor subwoofer y vivir la experiencia del cine en casa a todo lujo.
