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El objetivo de la tecnología es hacernos la vida más cómoda, así que si os hablan de la tecnología NFC debéis tener toda la información posible para entender cómo trabaja un sistema que, entre otras cosas, permite pagar con el smartphone cuando hacéis una compra en el supermercado. Pero como veréis, eso no es todo…
Seguro que usáis mucho vuestro teléfono móvil, pero es posible que no conozcáis todas las tecnologías que vuestro smartphone puede ofreceros. La tecnología NFC no es nueva, y aunque es una de las novedades más útiles y revolucionarias de los últimos años, lleva tiempo implementándose y ha sido ahora cuando se ha popularizado y extendido.
A grandes rasgos, se trata de una tecnología inalámbrica que permite conectar dos dispositivos para, por ejemplo, pagar con el móvil al hacer la compra en el súper, o en el cine. ¿Cómo? Usando un tipo de comunicación de campo cercano. La Near Field Comunication (podríamos traducir las tres palabras en algo como ‘Comunicación de Campo Cercano’) es una tecnología de tipo inalámbrica pero con radio de acción muy bajo. Es por eso que para poder usar una tecnología NFC tenéis que estar a una distancia de unos 15 centímetros del dispositivo con el que queréis llevar a cabo la comunicación, como por ejemplo, un datáfono.
El funcionamiento es el siguiente: a través de la creación de un campo electromagnético (creado por inducción) se genera un trueque de información entre dos terminales de manera fácil, sencilla y segura. Hay que tener en cuenta que los dispositivos deben casi tocarse para que la acción funcione, y pueden mandarse información entre ellos o bien que sea solo un dispositivo el que lo haga.
La tecnología NFC acepta dos tipos de uso o funcionamiento. El modo activo es aquel que permite un flujo o intercambio de información en ambas direcciones. Es decir, los dos dispositivos tienen fuente de energía y su propio campo electromagnético hace que puedan intercambiar información con otros dispositivos fácilmente.
El modo NFC pasivo es aquel en el que uno de los dispositivos no tiene fuente de energía propia, por lo que necesita que el segundo sea el que haga posible el intercambio de datos.
Lo primero que debéis saber es si vuestro teléfono puede usar la tecnología NFC. Para ello, aunque una de las maneras de saberlo puede ser mirando la ficha técnica, podéis comprobarlo yendo a la sección ‘Ajustes’ de vuestro teléfono, y o bien en el apartado de ‘Redes Móviles’ y luego en ‘Avanzado’, o bien en ‘Dispositivos conectados’, podremos comprobar tiene opción NFC o no, y la activaremos.
Hay que entender que la tecnología NFC puede hacer que nuestra vida sea mucho más sencilla, y ayudarnos a automatizar funciones de nuestra vida diaria. Ya hemos dicho con anterioridad que la NFC nos permite pagar con nuestro teléfono o smartphone, pero debéis saber que no es lo único que nos permite. Como seguro tendréis ganas de saber más sobre ello, a continuación os enseñamos algunos usos que os serán de mucha ayuda para comprender qué es el NFC y qué puede ofrecernos.
Como os hemos explicado, la tecnología NFC permite que podamos pagar con nuestro smartphone de manera fácil y segura, usando cualquier aplicación de pago como Apple Pay, Android Pay o Google Pay, aplicaciones muy usadas y disponibles para todo el mundo.
Tan solo tenéis que activar la opción NFC en vuestro teléfono, y podréis pagar en cualquier cine, tienda o restaurante acercando el teléfono al datáfono. Pagaréis de forma igual de segura pero de manera rápida y fácil, ya que la gran mayoría de negocios cuentan con la opción de pagar así.
Seguro que habéis oído hablar de las etiquetas NFC o NFC Tags pero puede que no sepáis muy bien de qué se trata. Como veréis, puede haceros la vida mucho más fácil (tecnológicamente hablando, claro) y facilitaros funciones que seguro usáis. Se trata de unas pegatinas que podéis poner donde queráis (en la entrada de vuestra habitación o de vuestra casa, por ejemplo) y hará que se activen ciertas funciones de vuestro smartphone, si previamente las configuráis a través de una app. Aplicaciones como NFC Tools permiten programar tareas sobre etiquetas NFC y luego configurarlas.
Por ejemplo, imaginad que ponéis una etiqueta NFC en la entrada de vuestra casa. Y en ella, automatizáis que el Bluetooth se active solo, y se apague el WiFi. El procedimiento es sencillo: tan solo tendréis que acercar el teléfono a la etiqueta o pegatina y el móvil actuará.
Pero no solo eso, también podéis activar alarmas, hacer que se mande un mensaje a alguien o ordenar distintas funciones, y no solo en vuestra casa: podéis hacer que se conecte el Bluetooth… ¡cuando entréis en vuestro coche!
Como os hemos explicado, con las etiquetas NFC podéis simplificar acciones que seguro que hacéis mucho con vuestro teléfono, pero lo que quizá no sabéis es la cantidad de datos o funciones que podéis compartir con vuestro smartphone. Por ejemplo, podéis olvidaros de apuntar vuestro teléfono en un papelito y dárselo a la persona que queréis. Olvidaros también de dar vuestro teléfono a alguien, número a número.
Podéis crear una etiqueta NFC y pegarla al teléfono o en la cartera y cada vez que os la pidan, tan solo tendréis que pedir que os escaneen la pegatina para que tengan vuestro teléfono en sus agendas. Fácil, ¿no?
Las opciones que ofrecen las etiquetas NFC son múltiples y fáciles de usar y comprender. Ya hemos visto que con las etiquetas NFC podemos automatizar ciertas funciones, pero debéis saber que también podéis transferir imágenes y vídeos a una buena velocidad. Compartir cosas entre smartphones usando la tecnología NFC es una gran idea, por ejemplo, si queréis compartir aplicaciones, pero también imágenes o vídeos. Tan solo tenéis que juntar dos teléfonos y activar o pulsar la opción de NFC para poder transferir cosas de un teléfono a otro.
Con las etiquetas NFC también podréis, entre otras cosas, crear una etiqueta, colocarla en alguna parte de vuestra casa y así, cuando alguien venga a vuestra casa, tan solo deberá escanearla para conectarse a vuestra red WiFi en vez de darle ese número larguísimo que es la contraseña.
Si lo que queréis es pagar usando la tecnología NFC debéis saber que además de tener un teléfono móvil y una tarjeta de crédito o débito también es necesario una aplicación para gestionar todo el proceso de compra. Tanto si tenéis un iPhone como si tenéis un teléfono Android podréis hacerlo con las aplicaciones que os recomendamos a continuación.
Puede que si os decimos Android Pay sepáis qué se trata de Google Pay. Es la plataforma oficial de pagos de Google. Está pensada para pagar todo lo que queráis y su uso es muy sencillo. Además, viene preinstalada en los Andoid más nuevos y si no es así, la podéis descargar en Google Play.
Si tenéis un Samsung debéis saber que Samsung Pay tan solo está disponible en algunos modelos de Samsung Galaxy como son los modelos Galaxy Note 8; Galaxy S6 en adelante; Galaxy A5 2016 en adelante; y Galaxy A8 2018. Ofrece una compatibilidad de bancos a usar mayor que Google pero han habido algunas quejas por su dificultad de instalación. Aún así, es una gran opción para pagar con vuestro smartphone si tenéis un teléfono Samsung.
Si sois de Apple, con Apple Pay podréis pagar de manera fácil y además podéis usarla con los dispositivos Apple que tengáis. Por supuesto es una aplicación segura y como es habitual en las aplicaciones de iOS, es muy intuitiva y sencilla de usar.
Este sistema de pago instantáneo entre dispositivos se está popularizando mucho, y es que cuenta con el respaldo de los principales bancos y está integrado en sus propias apps. Además, Bizum permite pagar en tiendas mediante NFC y es compatible con cualquier móvil.
Masterpass es el servicio digital de compra o billetera digital de Mastercard que permite comprar y pagar directamente desde el teléfono móvil. Nos permite beneficiarnos de promociones exclusivas y es totalmente seguro y fácil de usar.
Después de la explicación que os hemos dado sobre el funcionamiento de la tecnología NFC, sus usos y aplicaciones, tan solo queda explicar paso a paso cómo pagar desde el móvil con la tecnología NFC. Como veréis, es sencillo y sobre todo, seguro, por lo que empezar a pagar y comprar con la tecnología NFC es una gran idea.
1.Verificar que tenéis función NFC en vuestro teléfono. La mayoría de modelos iPhone integran NFC en su hardware, ya que los pagos se hacen a través de Apple Pay. Y si tenéis un Android, por defecto está desactivado, pero podéis activarlo yendo a ‘Ajustes’, luego a ‘Conexiones Inalámbricas’ y activar la opción NFC.
2.Vincular el smartphone con la tarjeta de crédito o débito que vais a usar.
3.Acercar vuestro teléfono al TPV o datáfono del establecimiento o negocio en el que queréis pagar.
Tras una primera etapa de prueba y testeo, la tecnología NFC parece haber llegado para quedarse. Cada vez hay más negocios y establecimientos que permiten pagar con NFC y las entidades financieras más importantes han entendido las ventajas que supone aprovechar usar la tecnología NFC.
El uso de las etiquetas NFC puede suponer un gran avance, y es que en eventos multitudinarios como el Mobile World Congress ya se ha usado la tecnología NFC para identificar a los asistentes. Incluso algunas marcas automovilísticas ya apuestan por la NFC para automatizar funciones como abrir el coche o programar distintos usos en los smartcars o coches inteligentes.
Ahora ya sabéis qué es la tecnología NFC, de dónde proviene, cómo se usa y qué podría llegar a ser en el futuro. Es una tecnología fácil de utilizar y segura, así que ya sabéis qué hacer si queréis pagar con rapidez vuestras compras y quién sabe si acabáis llenando vuestra casa de etiquetas NFC y os convertís en expertos de esta tecnología.
