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Vale, rewind rápido: durante años, decir “me flipan las pelis basadas en videojuegos” era como admitir que jugabas a “League of Legends” por diversión. Puro juicio social.
Pero ya no estamos en la época del “Resident Evil random n°7”, estamos en la actual era dorada, donde Hollywood por fin respeta el lore gamer y no mete guiones hechos por NPCs.
Hoy te traigo un ranking full gamer, full nostalgia, full vibes, con las pelis que más han representado lo que sentimos cuando encendemos la consola y metemos modo tryhard.
Prepárate, porque esto lleva easter eggs, nostalgia, diálogos que huelen a joystick y hasta recuerdos de cuando buscabas trucos en revistas, no en TikTok.
El famoso erizo azul de Sega tiene el honor (o la vergüenza) de contar con la primera adaptación de videojuego al cine que sucumbe a la comunidad gamer. Paramount lanzó en 2019 un primer tráiler de la película de Sonic creyendo que iba a enamorar a los fans, y lo que se encontró fue una de las mayores oleadas de hate de la historia. Tal fue la presión que el estudio se vio obligado a retrasar el estreno y rediseñar al protagonista. Por suerte el resultado final fue más que entretenido y la cinta lo petó en recaudación. Hoy Sonic no es solo una de las películas de videojuegos más aclamadas, sino también una de las que más futuro tienen.
Sal del refugio en el que hayas estado viviendo si no has oído hablar de esta peli. No sabemos si es por el rollito de Ryan Reynolds, por el tipo de animación furro o porque siemplemente se basa en Pokémon, pero Detective Pikachu es una de las películas de videojuegos más entretenidas y redondas de la historia. Por eso mismo está en lo más alto de nuestra lista. Es una adaptación perfecta del spin-off de la saga, que se guarda suficientes ases en la manga como para tener muchas secuelas en el futuro. Y esperemos que las tenga. Por el bien del mundo meme.
No hay gamer que no haya gritado MORTAAAAL KOMBAAAT alguna vez. Esta peli es puro noventas, techno, artes marciales, efectos dudosos, pero corazón al 200%. No será perfecta, pero su impacto cultural es cheat code infinito. Sin esto, el cine gamer quizá seguiría en Game Over. Finish him, sí, pero con cariño.
Blizzard llevaba años flipando a la gente con sus tráileres. El mundo de WoW y de Starcraft es casi tan famoso por sus cinemáticas como por sus campeonatos competitivos. Por eso cuando en 2016 se estrenó Warcraft: El Origen, muchos fans se deshicieron en hype. Duncan Jones, todo un friki de los videojuegos, tenía que clavarlo, ¿verdad? Bueno, la cosa no salió exactamente como se esperaba, y aun así fue notable. De todas las películas de videojuegos de los últimos años, esta es sin duda la que mejor apartado visual tiene. Lo de la trama de Azeroth... es otro tema.
¡Ojo! Nos referimos a la versión más reciente y no a las clásicas protagonizadas por Angelina Jolie. Aquellas eran buenas cintas de acción, pero pésimas adaptaciones como películas de videojuegos. En 2018 Alicia Vikander protagonizó una Tomb Raider que se inspiraba directamente en los aclamados videojuegos de Crystal Dynamics. Es decir, que aquí no tenemos ni sexualización ni habilidades sobrehumanas: solo una chica aventurera interesada en la arqueología del mundo asiático y precolonial. La peli es entretenida pese a los clichés y tiene una secuela en marcha.
Fue demasiado adelantada a su época, como cuando tú compraste VR pensando que Metaverso 2022 iba a cambiar el mundo. Visualmente impresionante para su tiempo, con estilo sci-fi serio y espiritual que no era exactamente el del juego, pero sí ambicioso. Puede que no fuera el fanservice que algunos querían, pero puso nivel cinematográfico real a la animación digital antes de que fuera mainstream.
Tom Holland + acción parkourosa + Nathan Drake en modo aprendiz de saqueador de tumbas señor de los puzzles imposibles. Es más blockbuster que adaptación literal, pero eso no es malo. Tiene escenas tan over the top como ese momento en el juego donde dices “imposible que aguantara esa caída pero ok, game logic”. Fun as hell.
La joya rara de este listado. Drama judicial, estética anime real, objeciones que resuenan como ultimate en “Overwatch” y una energía teatral maravillosa. Captura el caos del juego, con trajes imposibles, pruebas dramáticas y caras que hablan más que los diálogos. Es de culto y merece más amor del mainstream.
Oscura, retorcida y con esa vibra de “no juegues esto solo a las 2 AM”. Esta peli sigue siendo referencia cuando se habla de terror adaptado del gaming. La niebla, Pyramid Head, la ambientación… todo huele a survival psicológico del bueno. No te va a saltar a gritar como un screamer baratito; te va a inquietar el alma como cuando oyes pasos en “Phasmophobia” y estás solo en casa.
El momento en el que Nintendo dijo “hagámoslo nosotros porque si no Hollywood nos trolea otra vez”. Resultado: un festival de color, nostalgia y cariño gamer, donde cada escena tiene una referencia y Peaches se quedó pegada en la cabeza medio año. No busca ponerse profunda ni ser cine de autor, sino darte energía de sábado por la mañana con cereales. Y funciona brutal. Bowser fase cantante es canon ya.
No está “The Last of Us” porque hoy es día de pelis, no series (y porque si la meto me pongo intensa). Tampoco “Five Nights at Freddy’s” ni “Prince of Persia”, pero sabemos que entran en el multiverso friki.
Las pelis de videojuegos pasaron de “esto es meme malo” a “esto es cultura pop mainstream”. Ya no somos el público ignorado: somos la generación que sabe que los videojuegos son historias gigantes y merecen brillar. ¿Os gustaría ver la próxima vez un ranking de series? 🏆🎥
