Eres un lead. Todo el tiempo que pasas en Internet te hace ser un lead con un precio y una clasificación determinada. Pero, ¿sabes por qué?
La primera conexión entre ordenadores se dio en 1969 en California, logrando conectar tres ordenadores de diferentes universidades californianas. En ese punto, la palabra Internet se coló en nuestro pasado, presente y futuro con una intensidad que esos ordenadores no eran capaces de almacenar.
Entre 1990 y principios de los 2000, el uso de Internet se extendió de manera global hasta el punto de estar conectados prácticamente las 24 horas del día a nuestros dispositivos electrónicos.
Según el estudio Global Internet Use Accelerates llevado a cabo por We Are Social y Hootsuite, en lo que llevamos de 2019, ya hemos superado el número de usuarios de Internet que se registró en 2018.
El informe asegura que hasta el momento, somos 4.388 millones de internautas en todo el mundo. Es decir, un 57% de la población mundial. Cifra que supera al 4.021 millones de usuarios en 2018 y lo que suponía un 53% de la población global.
Los países con una mayor penetración del uso de Internet son: Emiratos Árabes Unidos con un 99% de la población conectada; Dinamarca con un 98%; Suecia, Alemania y Países Bajos con un 96% de población conectada a Internet.
España se coloca en el puesto 13 con un 93% de los españoles conectados al universo online. Y, en la cola de la lista, encontramos a Corea del Norte con un 0,08% de su población conectada a Internet.
Intercambiamos mensajes personales con nuestros amigos y familiares, publicamos mensajes y fotografías, compartimos nuestra información y ubicación, buscamos información de todo tipo, compramos, vendemos, consumimos contenido multimedia… Internet es una herramienta habitual en nuestro día a día.
Por ello, nuestro comportamiento social ha cambiado mucho durante las últimas décadas y una de las razones principales de ese cambio brusco ha sido Internet y su cotidianidad. Un gesto tan simple como buscar piso, irte de vacaciones o escuchar música ya no es lo que era hace 20 años.
Internet: ¿el bueno o el malo de la película?
El debate sobre el efecto de Internet en la sociedad está servido: ¿Internet es tan bueno como lo venden o tiene sus inconvenientes?
Algunos defienden que Internet favorece el intercambio de información y el desarrollo de la participación ciudadana y, por ende, de una globalización y democratización. Por otro lado, otros defienden que Internet se ha convertido en el mejor sistema de vigilancia masiva de todos los tiempos.
Los escándalos sobre venta de datos personales de redes sociales están a la orden del día. A finales de 2018, The New York Times publicó una investigación en la que aseguraba que Facebook había compartido los datos de sus más de 2.200 millones de usuarios con más de 150 empresas, entre las que figuraban Netflix, Spotify y Amazon.
Además, hace menos de un mes, el ‘boom’ de la aplicación móvil FaceApp con la que te hacías viejo, dio lugar a muchas personas se llevasen las manos a la cabeza por su manipulación de los datos y accesos que la app hacía aceptar a sus usuarios.
¿Por qué es tan importante la información personal de un usuario de Internet?
La información personal de un usuario en Internet aporta datos, opiniones, metodologías, gustos y patrones que representan al usuario.
Ya te habrás dado cuenta de que cuando quieres comprarte un reloj, al poco tiempo, en todas las páginas webs que visites aparecerá publicidad de relojes. No significa que te hayan leído la mente; significa que, como usuario, has dejado un rastro.
Has visitado páginas o perfiles en redes sociales de relojes, has comparado precios, has leído algún artículo sobre relojes… Ahora eres un posible comprador de relojes interesado en relojes. Blanco fácil para una empresa de relojes y su publicidad.
Los usuarios que navegamos por Internet estamos clasificados de muchas formas: por sexo, por edad, por gustos, por compras online, por las horas que pasamos en Internet, si tenemos hijos, mascotas o hacemos deporte…
Uno de los objetivos principales que tienen las estrategias de marketing de cualquier marca o empresa es la generación de leads. Pero, ¿qué es un lead?
Un lead o registro es un usuario de Internet que ha entrega sus datos a una empresa para ser registrado y clasificado en una base de datos. Además, la empresa podrá interactuar con el usuario, ya que habrá aceptado la política de privacidad de la compañía.
Es decir, cuando nos registramos en una web para realizar una compra y dejamos nuestra dirección postal, teléfono, email y nombre, somos un lead.
Cuando nos registramos en una página de citas para conocer gente y dejamos nuestros datos, aficiones, foto de perfil y contacto, somos un lead.
Cuando nos registramos para ver una película en una plataforma de contenido audiovisual y nos ofrecen ‘Sugerencias para ti’, ya hemos sido clasificados por nuestros gustos y preferencias.
Cuando nos inscribimos a una newsletter porque nos gusta su contenido, estamos dando nuestro lead y consentimiento para enviarnos notificaciones o emails. Y cuando nos llegan correos a spam de cientos de empresas, es porque, en algún momento, les hemos dado nuestro email y permiso para ponerse en contacto con nosotros.
Los leads se utilizan para llamar la atención del posible consumidor que un día se interesó por la marca y le cedió sus datos, mediante estrategias como email marketing. También, se utilizan para analizar el público al que la marca o empresa está impactando. El objetivo es que cada lead generada se transforme en una venta.
¿Cuánto cuestan mis datos en Internet?
Tu lead tiene un precio pero no es el mismo para todos los compradores.
Unas marcas o empresas pagarán más y otras menos, y dependerá de un previo análisis de la marca que definirá qué porcentaje de leads se convierten en ventas, el precio de venta del producto o servicio, el tipo información personal que necesita el cliente para ser un lead completo (nombre, dirección, email, teléfono…), entre otras.
Por ejemplo, completar el registro de un usuario en una app de alquiler de coches con foto del documento de identidad, fecha de nacimiento, teléfono, dirección, cuenta bancaria… no costará lo mismo que inscribirte a un boletín de noticias semanal con solo la dirección email.
Y, ¿las cookies?
Las cookies son archivos creados por un sitio web que contiene datos y que se envían entre un emisor (el servidor donde está la página web) y un receptor (el navegador que has utilizado para visitar la web).
El propósito de las cookies es identificar al usuario y almacenar la actividad y el modo de navegación del usuario en esa página web. Así, cuando vuelvas a entrar en esa web, la información y el modelo será adaptado al modo de navegación y las preferencias que hayan registrado esas cookies anteriormente.
No es malo ser un lead, solo hay que ser conscientes de que lo somos y actuar en consecuencia.