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¿Eres productivo en tu día a día? Los cuatro métodos para ser más productivo


El teletrabajo nos ha forzado a investigar los métodos para ser más productivos en el día a día, sin que el hecho de ser productivo signifique sacrificar el ocio y la conciliación. Hemos salido a la calle a preguntar a la gente cómo se las ha apañado para trabajar en remoto y cuáles son las anécdotas más divertidas que han vivido trabajando desde casa.

Teletrabajar, trabajar en remoto, trabajar a distancia y trabajar desde casa: no son lo mismo y la productividad es diferente

Últimamente, hemos escuchado las expresiones teletrabajar, trabajar en remoto, trabajar a distancia y trabajar desde casa, como si fueran meros sinónimos.

Pero no solo no lo son, sino que además están contemplados de forma distinta según los expertos en derecho laboral y exigen pautas diferentes de productividad y conciliación, de acuerdo con los especialistas en Recursos Humanos.

Teletrabajo en cuarentena

Grosso modo, para no enrollarnos mucho, la gran diferencia entre el teletrabajo y el trabajo en remoto reside en la capacidad del trabajador para trabajar desde cualquier lugar físico y la arquitectura tecnológica que se necesita para cumplir con ese trabajo.

Teletrabajo: el trabajador tiene permitido trabajar desde donde quiera y/o necesite

En esta modalidad, la empresa permite que el trabajador cumpla sus funciones desde una sede física inespecífica: el AVE, una segunda residencia, una biblioteca, su propia casa, etc...

Trabajo en remoto: la tecnología vela por el buen cumplimiento del trabajo

Redes VPN, equipos portátiles, herramientas de correo y mensajería instantánea y muchos elementos más, conforman la arquitectura tecnológica de las empresas, que permite que se pueda trabajar desde fuera de la oficina.

Productividad y conciliación: reinas del debate

La productividad es la musa de los artistas. ¿Te has dado cuenta de que un día eres muy activo y rindes mucho en tus tareas pero, sin embargo, al día siguiente no eres capaz de concentrarte? Esto se debe a los índices de productividad.

La productividad es la capacidad para producir, ya sea proveniente de la naturaleza, de la industria o de nuestro esfuerzo físico e intelectual. El índice de productividad humano depende de la innovación, motivación tanto salarial como emocional, la organización y la complejidad de los procesos para llegar al resultado, entre otras cosas.

Muchos expertos en recursos humanos han argumentado que la productividad no tiene nada que ver con las horas que le dedicas a una actividad. Es decir, si tus métodos de producción son los adecuados, llegarás a los objetivos en menor tiempo y con mejores resultados.

Según Eurostat, la productividad española es del 31,5% por hora trabajada, la mitad que en otros países europeos como Bélgica, Francia, Alemania, Noruega y muy por debajo de Suiza o Dinamarca.

El famoso ‘smart work’ que permite a los empleados trabajar desde casa, jornadas de 6 horas en lugar de las 8 horas convencionales o trabajar 4 días a la semana y descansar 3, son algunas de las nuevas estrategias que los expertos proponen para aumentar la productividad en las empresas.

Aún así, la productividad personal está condicionada por nuestros métodos de productividad. Muchas veces decimos: “Voy a estudiar a la biblioteca porque en casa no me concentro” o “Voy a trabajar a la cafetería porque soy más productivo”. Esto se debe a que las distracciones externas son más fuertes que nuestros niveles de productividad.

Existen cientos de claves para aumentar la productividad en el día a día y obtener mejores resultados durante las horas de trabajo o estudio. Aquí van cuatro métodos para concentrarse y rebosar de productividad.

Método Pomodoro

Aunque suene a receta culinaria, no vamos a comernos ningún tomate (pomodoro, en italiano) para ser más productivos. El nombre fue dado por los cronómetros de cocina en forma de tomate que miden el tiempo que le marcamos mientras cocinamos. Por ello, esta técnica está muy relacionada con el tiempo, pero no con la comida italiana.

La técnica Pomodoro consiste en cronometrar 25 minutos en los que estaremos realizando una actividad intensamente. A los 25 minutos, suena el cronómetro y tendremos 5 minutos para descansar. Así habremos completado el primer pomodoro.

Lo ideal es que cada 4 pomodoros, hagamos un descanso más largo. Muchos expertos recomiendan realizar al día un máximo de dos pomodoros para exprimir al máximo la productividad que nos facilita este método.

Para que el método Pomodoro sea efectivo al 100%, es necesario que durante los 25 minutos que dedicamos a esa actividad, sea la única actividad que realicemos (¡Adiós a las multitareas!). Además, nadie nos puede molestar y no podemos despistarnos mirando nuestro teléfono móvil.

Existen aplicaciones móviles que emplean el método Pomodoro. Por ejemplo, la app Forest dibuja un bosque en la pantalla de tu teléfono móvil durante los 25 minutos que dura el pomodoro. Forest tiene un coste de 2,29€ y cientos de opiniones positivas, consiguiendo un 4,4 en Google Play.

Ley de Pareto o Regla del 80/20

Esta regla también está relacionada con Italia, pero solo porque su creador fue italiano.

La regla del 80/20 fue un descubrimiento económico que vino a decir que el 80% de la riqueza de su ciudad italiana estaba en manos de un 20% de la población. Y que el 80% de la población restante se repartía el 20% de la riqueza sobrante.

Este principio económico es muy frecuente y se da en otros sectores y ámbitos de la vida. Por ejemplo, el 80% de los beneficios de una empresa vendrán por el 20% de sus clientes.

Para maximizar la productividad con la Ley de Pareto tenemos que identificar qué actividades nos dan mayores resultados (el 80% de los resultados) y les estamos dedicando poco tiempo (un 20% del tiempo). También a la inversa; es decir, ¿qué actividades me están ocupando un 80% del tiempo y me dan solo un 20% de mis beneficios?

Haciendo este planteamiento, podremos identificar nuestras “pérdidas de tiempo” y definir un reparto del tiempo más adaptado a nuestra productividad diaria.

Lista anti-To Do

La mayoría de las personas utilizan en su día a día listas de tareas pendientes para organizar sus jornadas y no pasar nada por alto. Estas listas también se denominan listas To-Do, que deriva del inglés.

Estas listas van desde un pos it en el escritorio, un bloc de notas abierto en el ordenador, la app de Recordatorios de iPhone saturada… Y todas tienen la misma funcionalidad: ayudarnos a gestionar las tareas y recordarnos todo lo que tenemos que hacer.

Marc Andreessen, co-funder de Netscape, diseñó la técnica contraria a estas listas: la lista anti-ToDo. Él alegó que ver todas las cosas que tenemos que hacer o que no nos ha dado tiempo a terminar durante la jornada, nos agota psicológicamente y nos desmotiva porque pensamos que no hemos hecho nada durante el día.

Por ello, el método Lista anti-ToDo consiste en apuntar todas las tareas que vamos finalizando durante el día. Así, cuando terminemos la jornada, estaremos satisfechos con nuestro trabajo productivo.

No rompas la cadena

Para llevar a cabo esta técnica de productividad, se necesita un calendario, un rotulador rojo, uno o varios objetivos a largo plazo y mucha constancia.

El método ‘No rompas la cadena’ consiste en fijar en el calendario una fecha límite para alcanzar un objetivo a largo plazo. Una vez que se haya marcado dicha fecha, día a día se tendrá que realizar una actividad o entrenamiento que te acerque al objetivo. Si esta actividad se ha realizado, se tachará el día. Si no, se quedará en blanco.

Si la actividad se realiza durante varios días seguidamente, en el calendario se formará una especie de cadena de X que, psicológicamente, no debemos romper dejando en blanco un día.

Por ejemplo, si nos establecemos que el próximo 1 de julio tenemos que adelgazar 5 kilos y empezamos hoy, tendremos que tachar todos los días que, por ejemplo, hagamos deporte. Y, sobre todo, ¡no romper la cadena!

Ser productivos también nos ayuda a ser más felices en nuestro día a día, ya que nos sentimos útiles y confiamos en nosotros mismos y en nuestras capacidades. Por ello, es muy importante entrenar esta productividad y dar siempre el 100%.

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