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No hace falta que te digamos lo importante que es proteger tu ordenador siempre que navegas por Internet. Existen diversos programas que puedes instalarte para conseguirlo, pero el esencial es el Windows Defender.
Es gratuito, protege ante cualquier problema y detecta todos los malware. A pesar de que es muy útil, en ocasiones puede resultar molesto porque nos corta el paso siempre que queremos instalar un programa que no está dentro de lo “permitido”.
Esto tiene solución, puedes desactivarlo temporalmente en tu Windows 11 y que deje de molestarte. Eso sí, siempre bajo tu responsabilidad, y contando con alguna alternativa de respaldo.
Como podrás imaginar, Windows Defender es la suite de seguridad que Microsoft instala en todos los sistemas operativos. Con el paso de los años, este programa ha ido mejorando notablemente su funcionamiento.
La versión actual es capaz de detectar malware y ransomware, y así puedes navegar sin necesidad de instalarte otro producto de pago. Este sistema de seguridad está tan integrado que a veces es incluso complicado esquivarlo.
Windows Defender está activado para proteger el equipo. Y sí, eso hace. Pero igual que elimina virus, también acaba con nuestra paciencia a veces por su intromisión en según qué ajustes su funcionamiento.
Desinstalar este sistema es casi imposible, algo que puede crear un problema si tenemos o queremos adquirir otro antivirus diferente. La manera más efectiva es desactivarlo de manera temporal.
Hay ciertos programas que son específicos para realizar algunas tareas específicas, y como no son muy conocidos, Defender los bloquea sin ser una amenaza. Puede que lo detecte como un peligro por la procedencia.
Por si acaso comprueba que es segura la página de descarga antes de continuar con el proceso.
El problema aparece cuando no detecta bien que el programa instalado es un antivirus e impide el arranque de la aplicación. Por eso, tienes que decidir entre seguir con el programa de Microsoft o desactivarlo y utilizar la alternativa que tenías pensada.
También puede que afecte a la experiencia de navegación si entras a menudo en páginas potencialmente peligrosas o utilizas programas de intercambio P2P. Defender puede quedarse pequeño y no reconocer las amenazas reales, mientras que otras compañías sí que incluyen esta protección.
Puedes activar o desactivar Microsoft Defender en Windows 11 de una manera sencilla. Si te encuentras en alguna de las situaciones que hemos explicado y quieres que este programa de seguridad no esté activo, puedes configurarlo tú mismo.
Eso sí, antes de realizar este proceso cerciórate de que las páginas en las que entras o los programas que quieras instalar no suponen ningún riesgo.
Lo primero que tienes que hacer es entrar en la configuración de tu dispositivo y pinchar en Privacidad y Seguridad.
Aparecerá una ventana como puedes ver en la imagen de abajo y ahí será donde tendrás que localizar “Protección contra virus y amenazas”.
Al pinchar en ella se abrirá una nueva ventana con diferentes opciones de configuraciones. Aquí tendrás que ver todas las opciones para encontrar la posibilidad de activar o desactivar la protección en tiempo real, la basada en la nube y otras de este estilo.
En esa pantalla desmarca la casilla de Protección en tiempo real. De esta manera Windows Defender dejará de estar activo y no analizará ninguno de los otros archivos que descargues o programas que instales.
Tranquilo, desactivar esta opción no inhabilita por completo el programa de protección, pero sí que interrumpe los constantes falsos positivos.
Asegúrate de desactivar la opción “Protección contra alteraciones”; esta se encuentra dentro del menú que te comentamos antes. Quita todas las que necesites para inhabilitar Defender por completo.
Una vez hecho esto, entra en el Editor de directivas de grupo. Para acceder a él tienes que pulsar el comando Windows+R y ejecutar gpedit.msc.
Allí tendrás que acceder a la Configuración del equipo, después Plantillas administrativas, Componentes de Windows y finaliza entrando en “Antivirus de Microsoft Defender”.
En esa pantalla encontrarás la opción “Desactivar Microsoft Defender”, en cuanto hagas doble clic, el programa dejará de funcionar. A continuación, se abrirá un menú desplegable en el que tendrás que confirmar la selección hecha.
Este cambio no es permanente, puedes volver a activarlo cuando quieras, y el proceso es el mismo. Pero en el paso final cambia la selección.
Para que estos cambios tengan efecto (y evitar problemas), en cuanto le des a Aceptar, reinicia tu dispositivo. En cuanto se encienda el antivirus habrá dejado de funcionar. Eso sí, ten en cuenta los riesgos que esto conlleva antes de desactivarlo.
Además de instalar un buen antivirus, lo mejor que puedes hacer para proteger tu dispositivo es actuar con cabeza. No entres en ninguna página extraña, no descargues aplicaciones sospechosas y ten mucho cuidado con los datos personales.
Windows Defender te garantiza todo esto en parte. Pero como todo en la vida, nada es perfecto. Actúa con responsabilidad y busca la mayor protección en Internet.
