Colonizar Marte y sacar coches eléctricos que derroten al imperio industrial de los hidrocarburos no es una tarea que emprendas a diario. A no ser que te llames Elon Musk.
El tipo que devoraba de pequeño ensayos de Isaac Asimov, y sufrió bullying y la violencia de un padre que le machacaba, ha crecido para convertirse en un visionario y personaje peculiar a partes iguales.
A ver si lo he entendido bien. ¿Que quieres salvarnos llevándonos a Marte?
Todos conocemos su obsesión con la extinción de la humanidad por culpa de un catastrófico evento en la Tierra. No podrá pegar ojo tranquilo hasta que consiga llevarnos a todos a Marte.
Es, por decirlo así, pura supervivencia, aunque por el momento el planeta rojo sea un mundo inhóspito. Para salvarnos, Musk fundó SpaceX, una compañía privada que prevé enviar la primera misión no tripulada al planeta de los marcianos en 2023. A partir de ahí, comienzan las misiones con los primeros colonos.
Poca broma, amigos. Según su visión, en los próximos 100 años debería haber un millón de personas viviendo en Marte y sus planes van por el buen camino. En febrero de este año, logró una misión importante. Después de incontables inconvenientes, lanzó su cohete más potente: Falcon Heavy.
El bicharraco de 70 metros de altura puso en órbita uno de sus famosos coches Tesla conducido por un maniquí vestido de astronauta rumbo a Marte y dos de sus propulsores consiguieron volver a aterrizar en Cabo Cañaveral, el mismo sitio donde se propulsó el mítico Apolo 11, la misión que llevó a la humanidad a la Luna.
Sí, es alucinante y sabemos exactamente lo que te estás preguntando, pero no tenemos ni idea de en qué dirección recibirá el maniquí las multas si sobrepasa los límites de velocidad espaciales.
El bueno de Musk también ha firmado contratos millonarios con la NASA, agencia que ha contratado sus servicios, y lo mismo ha hecho la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Todo eso está muy bien -enhorabuena, Musk- pero a veces a sus ideas les sobra creatividad.
Eso sí, el maniquí, llamado Starman en honor a David Bowie, está encantado, ya que pasar de un escaparate de ciudad a ser visto por media galaxia ha sido una mejora considerable.
Por Internet incluso circulan algunas teorías sobre lo que hay realmente dentro del traje espacial, como por ejemplo que Musk podría haber inventado la mejor manera de deshacerse de un cadáver: enviándolo al espacio en un coche descapotable.
Musk -que apenas duerme, come en 5 minutos y trabaja 100 horas por semana- debió idear este plan en algún momento de su ajetreo. Y aunque la broma le costó 90 millones de dólares, demostró al mundo que ya tiene un cohete capaz de llegar a Marte.
Apenas duerme, come en 5 minutos y trabaja 100 horas por semana.
Musk tiene boca, y por eso a veces también se equivoca
Pero no todo le ha salido rodado. La verdadera piedra en el zapato del empresario es el automóvil Model 3, dependiente de su compañía Tesla. Hace poco, Musk reconoció que su producción estaba siendo un infierno, asolado por los constantes retrasos que está sufriendo.
De quién es la culpa, sorprende. En la fabricación del vehículo, que promete acelerar de 0 a 100 en menos de seis segundos y que su batería tenga una autonomía de 346 kilómetros, faltaban… humanos. Musk ha tenido que deshacerse de gran parte de los robots y su cadena automatizada para reemplazarlos por personas.
En un tuit reconoció: “Sí, la excesiva automatización de Tesla fue un error. Para ser preciso, mi error. Los humanos están infravalorados”. Mira por dónde, ahora resulta que Musk sí que nos necesita. Quizá todo se deba a que su mejor amigo de la infancia fue el robot Emilio.
En la próxima de la junta directiva de Tesla se decidirá si Musk sigue siendo su presidente. Algunos inversores creen que combinar su rol de CEO y director de la compañía, sumado a todo lo que participa en otros proyectos, enquistan el avance. Por lo pronto, ya se ha conseguido que deje la presidencia de su comunidad de vecinos.
Si en el pasado fue socio fundador de PayPal y OpenAI, ahora está también inmerso en el Hyperloop, un tren con el que viajaremos a 1.200 kilómetros por hora. Luego, con su compañía, The Boring Company, ha puesto en el mercado un lanzallamas -el típico lanzallamas que todo el mundo necesita- a 500 dólares, más impuestos, es decir una arma de diversión más-IVA.
Los gastos de envío también se cobran a parte, y no es pedirlo contrarrembolso, porque a ver quién es el guapo que intenta cobrarle a un tipo con un lanzallamas. Si estás pensando en pedir uno, llegas tarde porque se pusieron a la venta 20.000 unidades de edición limitada, y se agotaron TODAS.
Aunque no lo parezca, Musk también es un sentimiento y tiene seres humanos
También hay un hueco para el amor en su vida. En la actualidad el empresario sale con la cantante Grimes pero, antes de eso, se casó por primera vez a los 22 años, con Justine Musk, con la que tuvo a sus cinco descendientes.
En 2008 se divorció y conoció a la actriz Talulah Riley. Con Talulah contrajo matrimonio en 2010, se divorció dos años más tarde y volvió a casarse con ella en 2013 hasta se divorciaron por segunda vez en 2016.
A sus 5 hijos los ve muy lejos de convertirse en seres humanos ordinarios por lo que, en 2014 le vino a la cabeza fundar una escuela para ellos de la poco se sabe más allá de que se llama escuela Ad Astra (“hacia las estrellas” en latín), está situada en algún lugar del sur de Los Ángeles y los niños aprenden y tienen debates sobre ética y moral.
A ti te falta tiempo para ir a las reuniones escolares y este tipo se permite el lujo de crear una escuela propia. Por suerte no sois hermanos, imagínate cómo serían los comentarios comparativos de tu madre en las comidas navideñas.
Eso sí, los que sí se quejan de no tener ni un minuto son algunos de sus miles de trabajadores. Según The Guardian, denunciaron desmayos por el estrés, mucha presión y horas extra obligatorias. En el libro biográfico Elon Musk.
El empresario que anticipa el futuro, el periodista Ashlee Vance recoge una parte de sus conversaciones con Musk reveladora: "¿Por qué hay tanta gente trabajando siendo sábado [en Tesla]?"
¿Por qué hay tanta gente trabajando siendo sábado [en Tesla]?
¿Es Elon Musk un poco tirano? Podría ser. Pero también tiene un humor que no le cabe en Twitter. Un día te bromea con que está creando un dragón cyborg, otro con que no es un alien pero antes lo era y al siguiente con que abrirá un compañía que haga caramelos. Tiempo al tiempo...