Cada día que pasa una veintena de personas mueren en el mundo debido a la indisponibilidad de órganos para el trasplante. Esta situación parecía inevitable hasta el desarrollo de las nuevas impresoras en 3D. Gracias a ellas, podremos crear tejidos, células e incluso replicar órganos enteros para los pacientes que los requieran.
En esta entrada vamos a contar todo lo que necesitas saber sobres las impresoras 3D en el sector de la medicina. Hablaremos de los últimos avances que se han producido y las ventajas que nos brindará esta tecnología en el futuro.
Qué es la impresión de órganos en 3D🧠
Las impresoras 3D han revolucionado por completo nuestra sociedad y economía. Al principio se utilizaron sobre todo en el campo del diseño o la automoción. Aunque con el paso de los años han evolucionado hasta llegar a sectores tan dispares como la gastronomía y la salud.
En la actualidad, ya se han reproducido pequeñas partes del cuerpo con éxito, como por ejemplo las piezas dentarias. Sin embargo, crear un órgano es un proceso mucho más complicado. Para ello, los especialistas han optado por utilizar células vivas como material de impresión, lográndose increíbles avances en los últimos años.
¿Cómo funciona la impresión 3D con células vivas?👁
Las impresoras 3D utilizan capas de células para crear tejido y órganos. Imaginemos que queremos imprimir una nariz. Primero se creará una estructura flexible compuesta por hidrogel. Y posteriormente se recubrirá de células de piel y cartílago, que a medida que crezcan se irán adaptando al molde.
Este hidrogel se biodegrada en 6 meses, por lo que al final la nariz estará formada en exclusiva por las propias células del paciente. De esta manera, se evita que haya rechazos por parte del cuerpo. Algunos órganos son más complicados que otros. Ya existen riñones e hígados en miniatura utilizados para probar nuevos métodos de quimioterapia. Pero otros como el corazón o el cerebro solo podrán ser duplicados por completo en un futuro muy lejano.
¿Se pueden usar ya los órganos impresos en 3D?💉
Todavía no existen órganos impresos en 3D que sean completamente funcionales. No obstante, un grupo de investigadores de la Universidad de Connecticut ha logrado crear un prototipo de riñón artificial. Aunque no puede ser trasplantado todavía, es capaz de filtrar las toxinas de la sangre, por lo que podría ser de gran ayuda para evitar la dependencia de la diálisis.
En la Universidad de Northwestern han conseguido imprimir ovarios a partir de colágeno relleno con folículos ováricos. Es uno de los descubrimientos más increíbles que se han producido. Todavía no ha sido probado con humanos, pero fueron implantados en una hembra de ratón que consiguió quedarse embarazada.
Cuáles son las ventajas de usar estas impresoras en el futuro🔬
Las ventajas de la impresión 3D en la medicina son numerosas. Por ejemplo, podremos reproducir un cuerpo humano artificial para probar fármacos. De esta forma, evitamos tener que usar animales durante este proceso. Se pueden crear tumores en órganos artificiales para estudiar su evolución, mejorar el conocimiento de distintas enfermedades y así aplicar tratamientos que sean mucho más efectivos.
Casi el 100% de los audífonos actuales están fabricados con impresoras 3D, que pueden producir más de 30 dispositivos en tan solo hora y media. Y también es vital su contribución en la industria dental, que permite hacer piezas que hasta hace 10 años eran imposibles.
Ya se han realizado las primeras cirugías con huesos impresos en 3D en Estados Unidos. En 2016 se reconstruyó el 75% de un cráneo humano a partir de material biocompatible con características similares al hueso. Y un año después se realizó con éxito un implante de mandíbula de titanio.
Las prótesis también han experimentado un enorme auge gracias a esta nueva tecnología. No solo podemos hacer modelos adaptados a cada paciente, sino que los costes disminuyen en gran medida, permitiendo su uso por parte del gran público. Las nuevas prótesis mejoran el proceso de recuperación y cuentan con sensores que permiten una monitorización constante por parte del personal sanitario. Esto es muy importante para garantizar la cobertura en zonas rurales o de difícil acceso.
También será esencial en el campo de la cirugía experimental. De hecho, ya lo es en la actualidad. En la Universidad de Michigan unos especialistas consiguieron replicar el cráneo de un paciente que requería una intervención crítica. Cualquier imprevisto significaría la muerte. Gracias a la impresión 3D, los cirujanos pudieron practicar antes y no correr ningún riesgo durante la operación.
Pese a todos estos avances, aún queda algún tiempo para que la impresión de órganos en 3D sea una realidad. Los expertos estiman que tendremos que esperar unos 30 años para asistir a los primeros trasplantes con éxito de órganos artificiales. Una auténtica revolución que la comunidad médica está esperando con los brazos abiertos.