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Nada, ni con esa palabra que parecías haber apuntado pero que no recuerdas del todo, ni con la dirección ni con ningún otro truco cervantino. Google no es capaz de encontrar lo que estás buscando.
Es una situación más habitual de lo que piensas, y aunque el buscador parecía haberla resuelto hace ya muchos años con el famoso botón de “Voy a tener suerte”, la realidad es bien distinta. Y si no que te lo pregunten ¿verdad?
Quizás llegaste a pensar que, memorizando aquella fotografía, ese cartel llamativo o aquél letrero original, podrías correr a Google para plasmarlo en la barra de búsqueda. En ese caso, sí hay una solución para ayudar a tu memoria.
En los últimos años el contenido multimedia no ha dejado de crecer en Internet; por un lado porque las empresas saben que genera mucho más engage y, por otro, porque ayuda a sintetizar en poco espacio lo que habría que escribir en mucho.
Ahí iba la empresa de Sundar Pichai hace unos años a llevarse un trozo de la inmensa tarta con algo que seguramente conocerás pero que nunca (o casi nunca) has utilizado: la búsqueda por imagen.
Seguimos hablando de lo mismo, pero a nivel técnico —y friki— nos estamos refiriendo a una búsqueda inversa. Es decir, a localizar algo siguiendo el proceso contrario al habitual.
No tienes la información, la introduces y llegas al contenido. Sino que primero encuentras el contenido y después sigues explorando para llegar hasta la información que lo rodea. Equilicuá, Google.
La búsqueda por imagen de la compañía es precisamente eso. Tienes una imagen que has conseguido a través de redes sociales, de una web o incluso un chat de WhatsApp, y quieres saber más sobre ella.
A lo mejor es un meme del que no conoces el nombre (y quieres su plantilla), o quizás se trate de un famoso al que no terminas de colocarlo en tus recuerdos.
Da igual el motivo; tomas la imagen, te vas a la herramienta y lo introduces para llegar a las webs en las que ya está alojada.
Entre los resultados que puedes obtener la propia firma señala los siguientes:
¿Te parece increíble? Pues seguro que no has pensado en uno de los mayores potenciales de esta búsqueda. Como dice Google, “hacer una foto a una planta y utilizarla para buscar información u otras imágenes similares”.
Exactamente. Vas por la calle, ves por ejemplo un perro muy bonito y quieres conocer su raza. Solo tienes que sacar tu móvil, hacerle una foto y después introducirla en el buscador para dar con los resultados que buscas.
Parece bastante obvio, pero depende desde dónde lo estés haciendo. Si es el ordenador, a parte de la conexión a Internet (ejem, ejem), tendrás que elegir un navegador compatible. Google destaca Chrome, Firefox y Safari, pero hay muchos más.
Ahora bien, lo que nos interesa en este artículo es desgranar la herramienta en su versión móvil. Y en ese caso los requisitos son distintos, y aún más sencillos de lo que acabas de ver:
Eso es todo. Eliges una de las dos opciones y buscas la herramienta en el navegador. También puedes probar a descargarte de la Play Store algún otro explorador y hacerlo (te funcionará igual).
¿Qué pasa si utilizas iOS? Pues no mucho, la verdad. Es exactamente igual que en el caso anterior, solo que añadiendo la posibilidad de llevarlo a cabo con Safari 11, el navegador nativo de este Sistema Operativo.
Lo primero que tienes que hacer es entrar en Google Imágenes desde el navegador que estés utilizando.
En este punto es necesario que accedas a la versión de escritorio del sitio porque si no, no podrás hacer la búsqueda inversa. Haz clic en las opciones del navegador y selecciona dicha versión (esto dependerá del explorador y de la marca del móvil).
Volverás al mismo sitio, pero ahora verás en la parte derecha de la barra de búsqueda un nuevo botón con forma de cámara. Tócalo para que se abra la ventana flotante con las dos opciones de búsqueda por imagen.
Pegar URL de imagen: es tal y como suena. Copias la dirección de la imagen y la pegas ahí.
Eso sí, no es la URL de la web en general, sino solo la de la imagen propiamente dicha. Para eso tienes que dejar el dedo sobre ella y abrirla en una nueva pestaña.
Al pegar la dirección Google te mostrará, tanto otras imágenes similares como las páginas en las que está insertada. ¡Y ya está! Tan sencillo como eso. Pero espera, nos queda la otra posibilidad.
Subir una imagen: pulsas el botón de “seleccionar archivo” y llegarás hasta la galería del móvil. Lo único que tienes que hacer es elegir la imagen que quieras y aceptar. Los resultados serán también los que buscas.
Una forma mucho más sencilla para hacer esto sin tener que acudir a ninguna versión web pasa por descargarse la app de Google. Se llama así, “Google”, y está disponible tanto para Android como para iOS.
Eso sí, lo más seguro es que ya la tengas instalada de serie si tu móvil es Android o pertenece a la propia familia de modelos Pixel de la compañía.
Ahora entra en Google Imágenes (images.google.com) y busca la imagen que quieras.
Pincha sobre ella y selecciona el botón con forma de objetivo de cámara de la parte superior derecha. Automáticamente te mostrará los resultados similares.
En la primera sección verás un resumen de información con varias imágenes idénticas y un botón para ir al navegador, “Resultados para [lo que hayas introducido]”. Si seleccionas eso volverás a la búsqueda inicial.
Pero si haces scroll un poco más verás lo realmente interesante: “Imágenes similares”. ¿Quieres inspiración? El algoritmo de Google se encargará de dártela con archivos visualmente parecidos por color, formas y temática.
Con las alternativas que te hemos dado hasta ahora deberías tener más que suficiente para encontrar la información que buscas. Esta última parte es solo para los que quieren un poco más, para los que les gusta juguetear con la tecnología.
Hablamos de Google Lens, la app de la compañía que permite hacer todo tipo de virguerías con imágenes propias o de terceros. Recortar, leer textos, traducir, editar; prácticamente lo que se te ocurra.
En este caso nos interesa su integración con la propia aplicación de Google. Entra en ella, y selecciona el botón con forma de cámara que aparece en el extremo derecho de la barra de búsqueda.
Inmediatamente después se te abrirá Google Lens (tendrás que haberlo descargado en la Play Store o la App Store previamente). Aquí tienes dos opciones: o subir una imagen de la galería o hacer directamente una foto.
Al hacer lo primero, y pulsar sobre la imagen en cuestión guardada, la app se pondrá directamente a hacer una búsqueda inversa. En este caso es mucho más sutil que todo lo que hemos visto.
Google Lens permite seleccionar un área concreta de la imagen y los resultados varían en función de eso. A nosotros, con un meme conocido nos asocia una llama con plátanos y cacahuetes por los colores y las formas.
Si ampliamos el marco a toda la imagen, obviamente veremos un resultado mucho más preciso. Es cuestión de ir probando hasta dar con lo que queremos.
Así que será por alternativas. Ya no tienes excusas para desistir a la mitad de camino.
Elige entre la búsqueda por imagen tradicional o por la nueva de Google Lens. Pero hagas lo que hagas, nunca te quedes con las ganas por desconocimiento. ¡A buscar!
