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Instagram está probando cuentas especiales para influencers, famosos y otros creadores de contenido. Esto nos viene muy bien. Nos viene genial. Sobre todo porque no ha pasado tanto tiempo desde que los selfies pixelados con Quokkas que parecían sonreír para la cámara rompieron Internet.
Entre medias hemos visto muchos millones de platos de pasta, más millones de vestidos del Zara y otros muchos millones de anillos de pedida, puertas de Alcalá, mojitos, gatos y más... la mayoría pasados por el filtro Valencia y alguno que otro desvelando píxeles y detalles más o menos turbios de las habitaciones y cocinas de mucha gente.
Para Ashley Yuki, gerente de producto de Instagram, las nuevas cuentas están orientadas a personas que han hecho de compartir fotos y vídeos una verdadera profesión: "este tipo de creadores ha elegido Instagram para crecer como emprendedores y la plataforma no está concebida para ello". Es decir, que hemos pasado del postureo de andar por casa a algo mucho más formal, delicado y que merece especial atención.
"Crear un espacio donde se pueda especializar la experiencia (de Instagram) según sus necesidades creativas", es la intención de estas nuevas cuentas.
Las cuentas de Instagram profesionales incluirán indicadores de crecimiento, métricas sobre seguidores, funcionalidades de mensajería directa selectiva y mucho más, permitiendo a los creadores de contenido obtener learnings sobre los posts que mejor funcionan o las fluctuaciones en su base de fans.
Además, los influencers podrán filtrar los mensajes por categorías, por leídos o nuevos o por su relevancia o antigüedad, lo que convertirá Instagram en un verdadero centro de trabajo, mucho más avanzado que la primera versión profesional de esta plataforma, el Instagram para negocios que vio la luz en 2016.
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