Viajar fuera de España tendrá que esperar. La pandemia por el Covid-19 ha afectado a todos los aspectos de nuestra vida, incluso a nuestras vacaciones.
La movilidad entre distintas provincias y/o autonomías no está aún permitida. Recientemente, se ha dejado abierta la posibilidad de que, a partir del 7 de junio, se pueda viajar entre provincias y autonomías que estén en, al menos, en la fase 3 de desescalada establecida por el gobierno.
Todo esto dependerá de la evolución del coronavirus en España y de la decisión que tomen las autonomías.
Pero ¿podremos viajar al extranjero este verano? La respuesta es: “Depende”. Según las previsiones, las fronteras españolas se abrirán en julio y las compañías aéreas están empezando a establecer sus rutas habituales.
Los españoles podrán viajar al extranjero, pero todo dependerá de las restricciones del país de destino.
Por ello, aunque con Yoigo puedes utilizar el móvil en cualquier país de la Unión Europea como si estuvieses en casa, ya que no te cobramos por utilizar tus datos y las llamadas y mensajes tienen el mismo coste que tienen en tu tarifa, te proponemos un Interrail sin moverte del sofá. ¡No necesitas mapas! ¡Solo utilizaremos Google Street View!
¿Qué es el interrail?
Si no sabes qué es el Interrail, seguro que lo has escuchado mencionar o conocerás a alguien que lo haya hecho. Es uno de los viajes predilectos por los jóvenes europeos y los preferidos de los mochileros.
El Interrail es un billete o pase disponible para los ciudadanos europeos que permite viajar en tren a un gran número de países dentro de Europa en un periodo establecido. El bajo coste y las innumerables aventuras que te ofrece este plan es lo que hace al Interrail atractivo para los espíritus aventuraros.
Comúnmente, se llama Interrail al formato de viajar en tren de país en país, no solo al billete.
París, Bruselas, Ámsterdam, Berlín, Praga, Viena y Venecia
Según la página oficial de interrail.eu, el billete o pase más popular es el de siete días en un mes. Es decir, podrás utilizar el billete siete días para moverte de un país a otro durante un mes. Esta es la opción perfecta para visitar entre seis y ocho destinos europeos.
Por ello, nuestro Interrail sin movernos del sofá tendrá este formato y visitaremos virtualmente siete famosas ciudades de 7 países europeos: París, Bruselas, Ámsterdam, Berlín, Praga, Viena y Venecia.
París
Nuestra primera parada es la capital francesa, la llamada “ciudad del amor” o “de las luces”, ya que fue una de las primeras ciudades que contó con un sistema de iluminación urbano.
En esta ciudad recorreremos sus calles, veremos en el horizonte la Torre Eiffel, nos dejaremos impresionar por las obras del Museo del Louvre que, por cierto, podemos visitar de forma online, pasearemos por los Jardines de Luxemburgo y los Campos Elíseos, acompañaremos en su recorrido al río Sena y soñaremos en la Catedral de Notre-Dame.
París es una de las capitales europeas con más historia y la sexta ciudad más visitada del mundo en 2019. Por algo será…
¡No te olvides de probar los escargots (caracoles) y los croissants!
Bruselas
En menos de 3 horas y 45 minutos en tren, dejamos la capital francesa para irnos a la capital belga: Bruselas.
Bruselas es la principal sede de la Unión Europea y, además de acoger al Parlamento Europeo, podemos pasear por la Grand Place mientras saboreamos uno de sus magníficos gofres, visitar el Manneken Pis y pensar: “Creía que era más grande” o verte reflejado en el Atomium.
Además, si te gusta la cerveza es imprescindible que visites la cervecería Delirium Tremens, la más conocida de la ciudad.
Amsterdam
Cogemos de nuevo el tren para dirigirnos a Amsterdam, en un trayecto que duraría aproximadamente 2 horas y 20 minutos.
Amsterdam es la capital de los Países Bajos. Una ciudad cubierta de canales, bicicletas e historia. La casa de Anna Frank, la Plaza Dam, el Barrio Rojo, el Museo Van Gogh… Perderte entre sus calles y respirar la tolerancia que emana Amsterdam será uno de los mejores sabores que te puede ofrecer su país.
Berlín
Tras 7 horas y 30 minutos de tren desde Amsterdam, descubrimos la capital alemana: Berlín.
La Puerta de Branddeburgo, el Reichstag, el Muro de Berlín y su tramo artístico llamado East Side Gallery, la Alexanderplatz, el Monumento al Holocausto… Todo el centro de la ciudad es un paseo al pasado, a la Segunda Guerra Mundial. Pero, a la vez, su modernismo y su reconstrucción nos hacen estar viajando constantemente entre dos épocas.
Además, dicen que el mejor kebab del mundo está allí, en un puesto de la calle Mehringdamn 32: Mustafa’s Gemuese Kebab.
Praga
Después de casi 7 horas de tren, ponemos nuestros pies en Praga, la bonita capital de la República Checa.
Atrás quedan las grandes edificaciones de Berlín. Praga es una ciudad de cuento, también llamada la Ciudad de las Cien Torres, con edificios de colores, gente amable y un reloj astronómico que te hará soñar con viajar al pasado.
Además, es la ciudad perfecta para los amantes de la cerveza. República Checa es el país que más cerveza consume por habitante del mundo. Por ello, tienen diferentes tours cerveceros y gran variedad de cervezas tanto industriales como artesanales.
Viena
Dejamos atrás la capital checa y, tras 5 horas y media de tren, descubrimos la capital austriaca: Viena.
El legado artístico de esta ciudad es impresionante. La Ópera Estatal de Viena nos recordará a dos de sus más famosos habitantes en el pasado: Mozart y Beethoven. Pasearemos por el Palacio de Schönbrunn, visitaremos el Palacio Imperial de Hofburg y el Palacio Belvedere, todo esto acompañados del río Danubio que baña la ciudad.
En la cocina, a los austriacos les gustan los estofados de carne. Además, un plato que, aunque no es original de Austria sino de su vecina Hungría, triunfa en Viena es el goulash, un estofado de carne en forma de guiso o sopa.
Venecia
El trayecto más largo lo hemos dejado para el final. Tras 15 horas y 30 minutos en tren, llegamos a Venecia.
La ciudad italiana de los canales. Una ciudad sin carreteras, solo canales. Las góndolas, las máscaras venecianas, el misterio de cada callejuela y los cánticos de los gondoleros nos envuelven.
Visitaremos la Plaza y la Basílica de San Marco, cruzaremos entre puentes góticos y pasearemos entre cristales preciosos de Murano.
Para hacer oda a la gastronomía italiana, probaremos los spaghetti ai frutti di mare y, de postre, un tradicional tiramisú.
Esta será nuestra última parada antes de volver virtualmente al sofá de casa.
Independientemente de lo que ocurra fuera, Internet y las nuevas tecnologías nos permiten poder seguir descubriendo nuevos destinos, ver sus monumentos, pasear virtualmente por sus calles y soñar con vivir nuevas experiencias cuando todo esto acabe.