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¿Quién no ha sentido ese vacío horrible cuando una serie se cancela? Te atrapa, te obsesiona, la recomiendas a todo el mundo... y de repente, ¡adiós! Hoy venimos con el top de esas series canceladas antes de tiempo que más echamos de menos.
Y ojo, porque aquí no solo repasamos por qué fueron canceladas, sino qué tenían de especial.
Desde Sense8 hasta Westworld, pasando por joyas como The OA o Ultrasecretos, vamos a repasar los casos más sonados. Prepara pañuelos, porque, en serio, muchas tenían un potencial que se quedó sin explotar.
Lo mejor es que podrás votar por tu favorita, o por la que más rabia te dio que se cancelase, para que quede claro cuál es la cancelación más dolorosa de la historia reciente. ¡Comenzamos!
Si hablamos de cancelaciones dolorosas, Sense8 es la reina absoluta. Las hermanas Wachowski nos regalaron un viaje de ciencia ficción con personajes conectados mental y emocionalmente alrededor del mundo. Diversidad, representación LGBTQ+, acción… todo era único. Pero Netflix dijo adiós tras dos temporadas por los altísimos costes de producción. Hubo protestas y campañas de todo tipo; tanto ruido que la plataforma dio un especial de dos horas para cerrar la historia, pero fue insuficiente.
Ojalá no la hubiesen cancelado, porque ese mundo global y diverso tenía todavía muchísimo que contar.
Glow lo tenía todo: lucha libre femenina, ambientación ochentera, humor con drama, empoderamiento y un cast brutal encabezado por Alison Brie. Su cuarta temporada estaba confirmada, iba a ser la despedida perfecta… pero llegó la covid-19 y Netflix decidió que producirla era demasiado caro y complicado. Se canceló sin cierre. El fandom todavía echa de menos a Debbie y Ruth, dos personajes llenos de matices y evolución. Glow se sentía fresca y necesaria, porque mostraba mujeres tomando el control en un mundo hipermachista.
Ojalá no la hubiesen cancelado, porque ese último combate prometía ser top.
Un clásico de la comedia de los 2000. Earl Hickey gana la lotería y decide arreglar su karma tachando todas las malas acciones del pasado. La serie duró cuatro temporadas, con humor absurdo y personajes memorables como Randy y Joy. Pero en 2009 la NBC dijo basta. Lo peor es que terminó con un cliffhanger brutal, dejando la lista incompleta. Se habló de llevarla a otra cadena, pero nunca cuajó.
Ojalá no la hubiesen cancelado, porque todos merecíamos ver si Earl realmente lograba redimirse: esa lista pedía un final, y nunca lo tuvo.
La obra maestra rara de Brit Marling, mezclaba ciencia ficción, espiritualidad y universos paralelos con coreografías que eran casi un lenguaje propio. Estaba planeada para cinco temporadas, pero Netflix cortó el viaje tras solo dos. Una cancelación que dejó a todo el mundo con la boca abierta. El cliffhanger fue demoledor y el fandom organizó campañas gigantes con hashtags como #SaveTheOA, incluso ayunos simbólicos frente a las oficinas de Netflix. Nada funcionó.
Ojalá no la hubiesen cancelado, porque esa historia de dimensiones infinitas estaba destinada a convertirse en serie de culto eterna.
Westworld empezó siendo la joya de HBO: androides en un parque temático del lejano oeste, reflexiones sobre la conciencia y giros de guion alucinantes. La primera temporada fue épica, pero con el tiempo perdió espectadores. Tras la cuarta, HBO canceló los planes de una quinta temporada. La pena es que los creadores tenían claro un final redondo, un cierre que devolvía la historia al origen. No se llegó a rodar y nos quedamos a medias.
Ojalá no la hubiesen cancelado, porque entre androides, humanos y dilemas filosóficos aún había mucho que explorar.
Una de las series animadas más divertidas y caóticas de los últimos años, en Netflix. Ultrasecretos nos llevaba a Cognito, Inc., la empresa que controla todas las conspiraciones del mundo: reptilianos, Illuminati, clones… todo era real y cómico. La serie había sido renovada, pero nunca vimos la segunda temporada. La creadora Shion Takeuchi tenía planes enormes para Reagan y Brett, pero nos quedamos sin ellos. Ultrasecretos podía haber sido el Rick y Morty conspiranoico definitivo.
Ojalá no la hubiesen cancelado, porque su humor ácido tenía mucho futuro.
Dentro del universo Marvel, The Punisher era de las series más intensas. Frank Castle, interpretado por Jon Bernthal, cargaba con un trauma brutal y buscaba justicia con violencia sin filtros. Dos temporadas llenas de acción y dilemas morales que engancharon a muchísimos fans. Pero en 2019 Netflix la canceló porque Disney recuperó los derechos de Marvel, y se cerró de golpe. Aunque Frank regresará en el MCU, nunca sabremos qué hubiera pasado con su versión Netflix.
Ojalá no la hubiesen cancelado, porque Castle merecía mucho más desarrollo.
De los mismos creadores de Stranger Things, esta serie juvenil seguía a Sydney, una chica con poderes y problemas emocionales. Solo tuvo una temporada y nos dejó colgados con un cliffhanger enorme. Netflix la canceló oficialmente en 2020, también en parte por los problemas derivados de la pandemia. Su mezcla de drama adolescente con poderes era fresca y directa, una versión más cruda de lo que ya funcionaba.
Ojalá no la hubiesen cancelado, porque Sydney apenas estaba empezando a descubrir quién era realmente.
Sense8 nos dejó soñando con un mundo conectado; Glow, con un último combate que nunca llegó; The OA, con dimensiones que jamás veremos. Ultrasecretos tenía conspiraciones para rato, y Westworld, un cierre que nunca existirá.
Al final, el denominador común a todas es esa sensación de que nos robaron algo. Ahora te toca a ti: ¡vota por tu serie favorita de este ranking, la que más te dolió que cancelaran! ¿Eres del team Sense8, lloras por Glow o sigues soñando con The OA? ¡Deja claro que los fans no olvidamos y que estas historias merecían más! ❤️🩹
