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Quién lo diría. En plena era de la IA y con el 6G por llegar, se está dejando de lado lo último en tecnología porque se vuelve a lo retro y lo analógico. Y sí, eso incluye los míticos aparatos de los 2000: ¡todo aparece de nuevo en nuestra vida!
Si lo piensas, no es tan loco. Quienes vivieron esa época la recuerdan con cariño, pero lo más interesante es que hay gente que no había nacido cuando el iPod estaba de moda... ¡y lo quiere! ¿Qué está pasando? ¿Es que TikTok ahora nos dice que los móviles con tapa son cool?
La respuesta corta: sí. Y no solo TikTok. Instagram, Pinterest, los famosos y hasta las marcas están apostando por esta resurrección de gadgets dosmileros. ¿Moda pasajera o revolución tecnológica inversa? Pues... ¡un poco de las dos cosas!
Agárrate fuerte, porque vamos a hacer un viaje al pasado donde los MP3 mandaban, las cámaras digitales tenían personalidad y el sonido de cerrar un móvil con tapa era mejor que cualquier notificación actual. Let’s go!
Lo curioso de esta tendencia es que la mayoría de los que están flipando con estos gadgets ni siquiera los usaron en su momento. Pero eso no impide que los quieran: la razón es que en redes se ha creado una imagen idealizada de esos tiempos.
Esa “vida sin notificaciones constantes”, con fotos mal enfocadas y canciones descargadas una por una, suena más atractiva que el burnout digital que hoy está tan en boga. La nostalgia vende, aunque sea de segunda mano. Y lo retro tiene una estética demasiado potente como para ignorarla.
Además, todo esto conecta con una tendencia global que busca frenar la sobretecnologización. Menos pantallas, más momentos. Y si eso incluye una Game Boy o un reproductor de CD, pues mejor aún. Volver a lo simple es, en parte, un acto de rebeldía.
Y si lo piensas, muchos de estos aparatos son como amuletos pop. No tienen la utilidad de antes, pero sí un poder emocional brutal. Son objetos que nos conectan con una era que parece más relajada, más real, aunque probablemente no lo fuera tanto.
Este furor no se limita a un par de objetos aislados. Hay toda una generación abrazando una estética tecnológica que parecía olvidada. Desde las tiendas de segunda mano hasta Amazon, estos gadgets vuelven en forma de revival o reversionados.
Y lo mejor: no necesitas ser techie para unirte al club. Muchos de estos aparatos se han vuelto superaccesibles, con precios bajos, opciones modernas y versiones compatibles con lo actual. Vamos con los protagonistas de esta movida.
El iPod está teniendo un revival digno de película. Aunque Apple lo retiró, la estética del clickwheel ha vuelto a enamorar a las redes. Hay gente pagando cifras sonrojantes por los modelos clásicos y otros resucitando sus viejos MP3 para desconectar del caos actual.
El nuevo fandom los usa para escuchar música offline, sin interrupciones. Porque sí, Spotify es cómodo, pero no hay nada como una playlist elegida a mano y sin algoritmo de por medio. Hasta hay marcas lanzando nuevos reproductores de MP3 con estética retro.
¿Fotos con cero edición y flash directo a la cara? Sí, por favor. Las cámaras digitales compactas están de vuelta y TikTok lo ha confirmado. Lo que antes se consideraba cutre ahora es aesthetic.
Las marcas como Kodak o Canon están gozando de esta segunda juventud. Además, muchas de estas cámaras aún funcionan genial y se pueden encontrar a buen precio en tiendas de segunda mano.
La gracia está en lo espontáneo, en lo imperfecto... ¡y en compartir fotos que no se ven como las de todo el mundo!
Lo que empezó como una broma se ha convertido en tendencia: volver a los móviles de tapa. Algunos rescatan viejos Nokias o Motorolas, otros compran modelos nuevos tipo “feature phones” solo para llamadas y mensajes. Y sí, también para posturear.
Lo interesante es que hasta Samsung y Nokia han sacado modelos nuevos con ese rollo retro. Son perfectos para quien quiere hacer un digital detox sin desaparecer del mapa. Cerrar el móvil físicamente para terminar una conversación tiene algo de mágico, ¿no?
Los CDs, que eran el formato cool antes del streaming, están volviendo por la puerta grande. No solo el fandom de la música de los 2000 los están recuperando; también artistas nuevos lanzan álbumes en CD y vinilo, con diseños currados y ediciones especiales.
El vinilo, por su parte, nunca se fue del todo, pero ahora es símbolo de cultura musical premium. Tener música en formato físico vuelve a tener valor emocional. Y aunque sea más incómodo, también es más significativo que tener mil canciones en el móvil.
Las consolas de los 2000 están más vivas que nunca. Desde la Nintendo DS hasta la PSP, pasando por las Game Boy o la mítica Wii, todo lo que parecía cosa del pasado ha vuelto. Y no solo en su forma original, sino en versiones chinas con mil juegos preinstalados.
Hay quienes las usan por pura nostalgia y quienes lo hacen por una razón muy Gen Z: los juegos eran más divertidos, simples y sin pagos extra. Hay toda una comunidad en redes compartiendo trucos, mods y montando setups old school que parecen sacados de una peli de 2005.
Este comeback tecnológico no va solo de estilo. Hay algo más profundo: una búsqueda de control, de sencillez, de pausa. En un mundo hiperconectado, usar gadgets limitados es como tomarse unas vacaciones mentales. Y eso se ha vuelto más necesario que nunca.
En la película “Princesas”, la protagonista tiene un gran monólogo en el que habla de la nostalgia: “¿Se podrá tener nostalgia de algo que aún no te ha pasado? Porque a mí a veces me pasa.” ¿Puede que nosotros también sintamos esa nostalgia de algo que no existe, o no ha existido para nosotros?
Tal vez tiñamos el pasado con un filtro de Instagram, creyendo que todo tiempo pasado fue mejor, y por eso tratamos de volver a él, aunque sea solo con un MP3 en el bus camino al trabajo.
Además, tiene un punto de rebeldía: si todo el mundo está obsesionado con lo último, volver a lo viejo es un acto de diferencia. Una forma de decir: “yo elijo lo analógico”. Y eso tiene muchísimo peso en una generación que valora la autenticidad por encima de todo.
En resumen: los gadgets de los 2000 han vuelto, y no por necesidad, sino por deseo. Porque en un mundo que va demasiado rápido, lo retro nos da pausa y personalidad. No es solo tecnología vieja: es un símbolo de una vida que, aunque idealizada, se siente más humana.
Así que, si ves a alguien con un iPod, una cámara de 10 MP o un Nokia de tapa... ¡que no te extrañe! Y tú, ¿cuál de estos gadgets te comprarías o rescatarías? ¿Aún guardas algunos de estos dispositivos? 🤔💿
