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La fibra óptica mide aproximadamente como el pelo de una persona... y permite que tengamos algo tan básico y necesario hoy en día como es una conexión a internet de alta velocidad. Para que nos entendamos, es como pasar del ALVIA al AVE.
Pero cuidado, no todos los cables de fibra óptica son iguales. Estos son capaces de transferir miles de señales de datos en forma de luz (por eso es tan rápido este método) a través de cientos de kilómetros de distancia.
El cable blanco que ves está formado por varias fibras que están protegidas por una cubierta plástica. Por eso mismo, muchos usuarios los conocen como cables ópticos. Permiten mucha más velocidad que los tradicionales de ADSL que se instalaban antes.
Un punto positivo de la fibra es que, al no ser metálica, no le afectan las posibles interferencias magnéticas. Otra característica es que son más seguros porque como no conducen corriente, no generan chispas o cortocircuitos.
Para que esta tecnología sea posible, los cables pueden ser de diferentes tipos en base a las necesidades, longitud, modos de transmisión… Cada una de ellas especifica para qué uso está destinada. Se divide en cables monomodo y multimodo. Esta clasificación depende de la terminación.
Se habla de este tipo de cables cuando solo tienen un modo de transmisión. La fibra es de vidrio de entre 8,3 y 10 micrones (un diámetro muy estrecho). Es el que proporciona la transmisión más alta y alcanza hasta 50 veces más de distancia que uno multimodo.
Su uso normalmente está destinado para enviar datos en multifrecuencia y en general tiene un precio más elevado.
Este tipo de cable es más grande y tiene un diámetro que va desde los 50 a los 100 micrones. En la mayoría de los casos necesitas dos fibras para este tipo de cable. Está pensado especialmente para distancias medianas y una banda ancha con velocidades altas.
Es mucho más económico pero eso tiene un precio; si instalas un cableado muy largo puede causar distorsión y afectar a la velocidad de conexión. Dentro de la tipología multimodo hay cinco divisiones: OM1, OM2, OM3, OM4 y OM5.
El concepto hace referencia a la fibra óptica plástica y es un recurso muy interesante como alternativa a los amplificadores de wifi o PLC. Este tipo de cable está pensado para instalar cuando la cobertura no llega a ciertos rincones de la casa.
Es muy utilizada en sectores como el aeronáutico o el de la automoción y se diferencia en que, en vez de vidrio convencional, utiliza polímero. Su principal ventaja es que es un cable flexible y delgado que es inmune al ruido eléctrico y se puede introducir en otros tubos de corriente ya existentes.
Existen otras tipologías basadas en la terminación del cableado que pueden ser FTTA, FTTC, FTTB, FTTH o FTTP.
Este tipo de fibra óptica (fiber to the antenna) es una arquitectura en la que la fibra se distribuye hasta la parte superior de la torre. De esta forma sustituye en parte a lo que era antiguamente un cableado coaxial más pesado.
La conocida “fibra hasta la acera” es una conexión parcial en la que los cables ópticos se extienden por las aceras. Después, los cables de cobre transmiten las señales desde la acera al resto del tramo.
Este término hace referencia a la fibra hasta el edificio. Se entiende que el cale llega hasta el interior de una propiedad compartida (una comunidad de vecinos o una oficina). Desde ese punto, el siguiente tipo de cableado conectará los diferentes espacios.
Las redes más rápidas de todas. Son las fibras hasta el hogar (FTTH) y las que llegan a las instalaciones (FTTP). Este es el tipo de conexión que más nos interesa, ya que el 100% de los cables que se utilizan en esta instalación son de fibra óptica.
Van directamente conectados desde terminales hasta nuestros hogares, edificios, empresas, espacios públicos. Como dato curioso, España es el país de toda Europa que más despliegue de fibra FTTH tiene.
Dentro de este grupo nos encontramos dos circuitos, por un lado, el simplex y por el otro el dúplex.
Un circuito simplex es aquel cuyas señales circulan solamente en una dirección. En un extremo se sitúa el transmisor y en el opuesto el receptor; por tanto, no existe la posibilidad de intercambios.
En su interior se encuentra una única hebra de vidrio de fibra plástica que está protegida por una cubierta exterior. Puede contener tanto cables multimodo como monomodo. Esta opción es la ideal si quieres que los datos se envíen en largas distancias y en una sola dirección.
A diferencia del anterior, en este caso el circuito es capaz de tener una comunicación bidireccional (de ahí el “duplex”). Envía y recibe mensajes de manera simultánea. Consta de dos fibras de vidrio o plástico.
Para que te hagas una idea, es como la unión de dos cables simplex mono o multimodo. Este tipo de instalaciones se utiliza en redes donde se necesita una transferencia de datos bidireccional al mismo tiempo. Un ejemplo puede ser una gran estación de trabajo.
A su vez, dentro de los “duplex” existen otros dos tipos: semiduplex y duplex completo.
Las conexiones semiduplex, también llamadas “alternativas” son en las que los datos circulan en una dirección o en otra, pero no en ambas a la vez. Por tanto, como podrás imaginar, en el duplex completo este “problema” no ocurre.
Un ejemplo del primer tipo sería una radio de banda ciudadana, mientras que el segundo serían las comunicaciones telefónicas.
Como ves, no solo es importante tener contratado el mejor servicio de fibra en tu casa o en el trabajo, sino que hay otros factores que también influyen en su funcionamiento.
