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Memorizar y aprender mientras duermes: ¿Mito o realidad?


Memorizar mientras duermes puede convertirse en una de esas metas personales que te gustaría conseguir para ahorrar tiempo y esfuerzo, siempre que tengas claro hasta qué punto es mito o realidad. Pero, ¿realmente es posible? Y, sobre todo: ¿puedes memorizar a secas, o también puedes aprender mientras duermes?

Como este misterio también nos intriga a nosotros, intentaremos descubrir contigo si se puede aprender mientras duermes y repasaremos diversos aparatos tecnológicos que pueden ayudarte a conseguir este objetivo. Porque una buena siesta, si además te ayuda a mejorar tus habilidades, es dos veces buena, ¿a qué sí?

Escuchas algo mientras duermes, ¿y lo memorizas?

El mito procede directamente de la obra Un mundo feliz, en la que un niño polaco se duerme escuchando la radio en inglés y, al día siguiente, se despierta hablando la lengua de Shakespeare casi a la perfección. Esto sucedió en 1931 y, desde entonces, muchos opinan que es posible.

Los estudios científicos más recientes, de 2019 para ser exactos, confirman, en parte, esta teoría. Un grupo de psicólogos de la Universidad de Berna sometió a varias personas a una investigación que ofreció unos resultados que confirman que hay mucho camino por recorrer pero que quizá sí que se pueda afianzar algún conocimiento en fases además de la vigilia.

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Tras comprobarse que cada participante estaba dormido, se le colocaban los auriculares correspondientes para que escuchase una serie de palabras inventadas con un significado que sí conocían. Por ejemplo, la palabra «tutu» significaba «torre».

Al despertar, los participantes ignoraban qué significaba exactamente «tutu», pero sí tenían la capacidad de indicar que se trataba de algo de gran tamaño o de algún tipo de edificio. O lo que es lo mismo, como se confirmó en 2015 en un estudio con ratones, el cerebro humano tiene la capacidad de recordar ideas o conceptos que podría conectar con una palabra, pero no asociar mientras duerme cada palabra con un significado concreto. Así, todo parece indicar que se puede aprender mientras duermes, pero no de la misma manera que lo haces cuando estás consciente.

Inventos tecnológicos que han intentado demostrar esta teoría

Fue en el primer cuarto del siglo XX cuando los psiquiatras y los psicólogos comenzaron a utilizar los avances de la tecnología para comprobar la veracidad de estos planteamientos teóricos. En 1927 se creó el psicófono, un aparato que se instalaba en el dormitorio de los jóvenes con más ganas de triunfar en los negocios para que lograsen el éxito comercial.

Y no, no sorteamos un psicófono, ¡ya te gustaría! Para lograr el éxito comercial tenemos algunos consejos aquí. Échales un vistazo si quieres.

A mediados del siglo pasado, Simon y Emmons consideraron importante demostrar cómo funciona el cerebro, pero con el apoyo de la lectura que facilitaban los electrodos colocados en él. El resultado volvió a ser el mismo: no es posible aprende mientras se duerme.

En la década de los sesenta, la Unión Soviética se centró en la investigación de esta posibilidad: cómo memorizar escuchando mientras duermes. Svyadoshch decidió hipnotizar a los participantes bajo la premisa de que iban a recordar todo lo que escuchasen al día siguiente al despertar. Según sus conclusiones, el 80% lo logró.

Balkhashov, otro investigador, se propuso aprender italiano mientras dormía. Si bien confesó que sentía cierto desorden mental, confirmó que tuvo la capacidad de traducir diversos artículos escritos en el antedicho idioma. Experimentos soviéticos que, si fueran ciertos, llevarían a preguntarte: ¿qué haces estudiando y por qué eres incapaz de recordar tu nombre tras una larga siesta?

Nadie esperaba que a principios del siglo XXI se retomasen estos intentos tecnológicos. Diversos estudios han confirmado que el ser humano tiene la capacidad de memorizar formas, colores e incluso aromas, pero no todo lo que escucha durante la noche.

Sin embargo, Henke confirmaba en 2010 que el tema debería seguir siendo investigado a lo largo del presente siglo para comprobar si sería posible, o no, aprender algo escuchando una grabación.

Siguiendo esta recomendación, Alger confirma que el problema reside en que, hasta la fecha, lo que se aprendía durmiendo se quedaba en la memoria temporal, pero no se fijaba. Es decir, lo que acabas de escuchar se queda en la fase del sueño de ondas lentas y otras acciones como comer, hablar o caminar están ya instaladas en la fase REM, por lo que se podría producir una especie de saturación en tu cerebro que impediría que recordases lo escuchado.

Rasch, sin embargo, ha demostrado que si tras estudiar te pones a dormir, es posible estimular tu memoria y lograr una mejora del 10%. El problema reside, como dicen estos dos últimos investigadores, en que todavía sigue siendo una incógnita cómo funciona realmente el cerebro.

El sueño de aprender inglés, o cualquier otro idioma, mientras duermes

Pensemos que se te dan mal los idiomas, pues esto sería una solución perfecta a tu problema. Lo malo es que, como indica Züst, el sueño y el aprendizaje no son dos funciones que pueda hacer tu cerebro al mismo tiempo. Y es que las células cerebrales necesitan dejar de trabajar durante la noche: si lo que pretendes es que aprendan algo y que descansen al mismo tiempo, no te extrañe que no tarden en formar un sindicato y declararte una huelga indefinida.

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Además, no toda la poliglotía repentina y sin esfuerzo es buena, y si no, pregúntaselo a la niña de El Exorcista, que en la peli dominaba un montón de idiomas por un motivo más bien chungo...

Calma, no todo está perdido. Los estudios más recientes confirman que lo que sí puedes conseguir es reforzar lo que ya has aprendido. Es decir, si te grabas diciendo una serie de palabras en inglés y las escuchas durante la siesta, es más posible que tu cerebro las recuerde. El milagro completo sigue sin existir, pero menos da una piedra.

Y si no, puedes seguir tirando de traductor online, cruzando los dedos para que no den algún traspie que te meta en un lío.

Memboost, la aplicación que prometía grandes resultados

Fue en 2015 cuando un grupo de investigadores se centraron en crear un dispositivo específico para el aprendizaje. A pesar de que el proyecto fue muy bien acogido, sus objetivos eran tan complicados, tal y como se ha demostrado con el paso del tiempo, que convertirlo en realidad ha sido casi imposible.

La idea era que el aparato analizara la actividad eléctrica de tu cerebro para detectar cuándo te quedabas dormido y pusiera en marcha la grabación para que aprendieras inglés o el contenido del examen del día siguiente. Por suerte, sus creadores no dudaron en indicar que esto no iba a funcionar si no estudiabas antes, por lo que no deja de ser la confirmación directa de la conclusión de los estudios arriba mencionados: aprender algo totalmente nuevo mientras se duerme no es posible.

¿Como memorizar escuchando mientras duermes?

Si bien es cierto que el que algo quiere, algo le cuesta, y que sí o sí vas a tener que hincar el codo para estudiar, los siguientes consejos te ayudarán a memorizar mejor lo que desees aprender:

- Graba las palabras, el contenido o la melodía que quieras tener memorizados al despertarte y que ya hayas estudiado con anterioridad. Intenta dormir siempre sin ningún tipo de contaminación acústica y pon la grabación a un volumen bajo, que suene casi como un susurro. Al despertar, posiblemente lograrás recordarlo todo mejor.

- Intenta asociar cada frase o palabra a una onomatopeya o a un sonido concreto. Así, al volver a escucharlo te será más fácil recordarlo.

- Aunque tengas mucho sueño, no te pongas la Enciclopedia Británica para dormir, porque no te va a dar resultado. Es mucho mejor apostar por contenidos cortos en bucle. Recitar todos los temas del examen del día siguiente no sirve, lo sentimos.

- No descuides las horas de sueño. Es la única manera de que tu cerebro memorice la información que le quieres introducir. Recuerda irte a dormir todos los días a la misma hora y hacerlo en una habitación ventilada. Si la ordenas de vez en cuando y te centras en conseguir un ambiente confortable, mejor que mejor.

El futuro de la hipnopedia

La ironía de Huxley y los estudios científicos solo coinciden en un único punto: a todo el mundo le gustaría poder aprender algo mientras duerme. No dudamos que en lo sucesivo se seguirán produciendo diversos estudios que unirán la hipnosis y el sueño profundo para comprobar los resultados, pero en la actualidad esto no deja de ser una quimera.

Las empresas que garantizan la consecución de este objetivo hablan de porcentajes de hasta el 40% de éxito en los casos en los que se aprende algo nuevo, y del 80% cuando la persona ya conoce el contenido que vuelve a escuchar.

Si esto fuera cierto, ¿por qué siguen existiendo academias de todo tipo? ¿Qué hace un estudiante en un centro educativo? ¿Para qué se les paga a los profesores? Con un móvil, una aplicación y el material a escuchar todos podríamos ganar el Nobel sin molestarnos en estudiar y en perder años de esfuerzo en un instituto o facultad.

De hecho, observa tu propia experiencia. Seguro que has estudiado el día antes de un examen y, si te han preguntado lo último que te has aprendido, has suspendido, pero has aprobado si las preguntas giraban en torno a un tema que habías repetido en mayor número de ocasiones.

Lo único que los científicos tienen claro es que la repetición es la única forma de lograr que algo se fije en tu memoria. Práctica que hacen los músicos, los actores y todos aquellos que necesitan aprender algo y desarrollarlo en un examen o ante el público.

Además, lamentamos informarte de que el paso de los años afecta directamente a la memoria y a tu capacidad para aprender. Al nacer, tu cerebro es como un papel en blanco. A medida que se va llenando de contenido, resulta cada vez más complicado mantener el disco duro en óptimas condiciones.

Como no es posible resetearte o usar un programa de limpieza, debes hacer el hueco necesario para incorporar nuevo material y desechar el que quizá no te sea tan útil. Si pretendes hacer todo lo anterior durmiendo, alabamos tu autoconfianza, aunque ¿quién sabe? Quizá, como te indicamos más adelante, puedas convertirte en el pionero de esta técnica que bien puede ayudarte a estudiar más fácilmente y a desarrollar mejor tu capacidad de aprendizaje.

Inténtalo, a ver qué tal

Tampoco queremos ser unos aguafiestas. Igual descubres un sistema de aprendizaje que te hace millonario y entonces no tienes que estudiar más, salvo la manera de invertir tu fortuna. Bromas aparte, como bien indican los científicos, cada cerebro funciona de una manera determinada y tiene una actividad eléctrica específica.

Puede que solo tengas que probar a poner en marcha la grabación en distintas fases del sueño y a un volumen diferente. Quizá puedas ir probando las distintas opciones a tu alcance para comprobar si puedes reforzar tu aprendizaje al dormir.

Mejor si usas esta técnica durante la siesta al ser, por lo general, un periodo de sueño mucho más corto. La excepción suele confirmar la regla, por lo que quizá aprendas a memorizar más fácilmente mientras duermes. Todo sea por sacarle el máximo partido a tu cerebro y por lograr el ansiado sueño de conseguir estimular tu memoria y tu aprendizaje.

Siempre que eso no ponga en peligro tu descanso. Es importante estar a lo que estás, es decir, que cuando vas a dormir, sea exclusivamente a ello y con la única intención de descansar.

Y tú, ¿todavía crees que si escuchas algo mientras duermes lo memorizas? ¿Te atreves a aceptar el reto de estimular tu cerebro? ¿Vas a sacarle partido a tus sueños? ¿Eres la persona más adecuada para formar parte de tu propio experimento?

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