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No es lo mismo hablar de "Mazinger Z", "Heidi" o "Vickie el vikingo" que de "Shin-Chan", "Dragon Ball" o "Sailor Moon". En España lo de los dibujos en tele comenzó en los 70, pero durante las tres décadas siguientes los temas y estilos fueron cambiando mogollón.
Por eso las series de dibujos de los 90 se suelen asociar directamente a los millennials. O sea: gente que ahora tiene entre 25 y 40 años y que se pasan el día recordando los partidos interminables de "Oliver y Benji" o los casos de "Detective Conan".
Fue con la entrada de las teles privadas a finales de los 80 —Telecinco, Antena 3, Canal+, las autonómicas— cuando el tema del anime comenzó a explotar. Pero ojo, en los años siguientes no solo se hablaba de Toei Animation y compañía.
Muchas de las series de dibujos de los 90 que se recuerdan venían de Estados Unidos. Ni "Vaca y Pollo" ni "Las Supernenas" eran producciones japonesas. Y estos son solo dos ejemplos. Así que vamos a montarnos en la máquina del tiempo, pero bien.
Llegas del cole, coges la merienda y enciendes la televisión. Un día cualquiera en el Club Megatrix podría ser algo como lo que hemos montado por aquí. Ojo, que esto es solo una selección que deja muchas cosas fuera.
No vamos a mencionar las series tokusatsu porque no son de dibujos animados. Nos referimos a "Los Power Rangers" y compañía. Les tenemos mucho cariño, obv, pero no entran en la misma categoría. Dicho eso, ¡vamos a por el aperitivo! 📺
A nadie le parecía raro que durante más de 160 episodios Tommy, Chuckie, Phil y Lil fueran por ahí teniendo aventuras sin ni siquiera haber dejado el biberón. Así es como "Rugrats, aventuras en pañales", nos convencieron en los 90 que los niños podían hacer mucho más que comer, dormir y llorar. Hasta 2012 esta fue la serie más larga y vista de Nickelodeon. Eso a pesar de que Angelica siempre desabarataba todos los planes y tenía el mismo papel en cada episodio. En 2003 tuvo una continuación pero no consiguió replicar el éxito de los 13 años anteriores.
Fue una de las grandes series de dibujos de los 90 en la época dorada de La 2 (aunque se hizo famosa en Clan). "La pajarería de Transilvania" es la entrada más rara de esta lista. Lo decimos porque no es una producción ni japonesa ni americana, sino europea. Así es, nació de una colaboración francobritánica que se fue extendiendo por todo el continente. Su animación era más bien cutronga, pero aun así al doctor Granudo y a Horrifido se les recuerda con mucho cariño.
Se le tiene tanto cariño que cuando Disney Plus llegó a España, quienes la vieron de pequeños se lanzaron de cabeza a revisitarla. "La banda del patio" es toda una institución entre los millennials de nuestro país, y no es para menos. Las historias de T.J. Detweiler, Ashley, Vince, Gretchen, Mikey y Gus eran carismáticas, divertidas y superadictivas. Estos niños se dedican a liarla en el patio del colegio, mientras huyen del chivato Randall y la profesora Muriel, y del chico "popu", Rey Bob. 6 temporadas increíbles que finalizaron con una película un poco meh.
"Un, dos, tres, las tres melliiiizas. Un, dos, tres, veréis qué riiiisa"... ¿Te suena? Una auténtica institución en La 2 y Clan durante muchos años, esta producción era el clásico entretenimiento educativo para los más peques de la época. Teresa, Elena y Ana viven todo tipo de aventuras mientras la Bruja Aburrida intenta desbaratarlas. Es una serie de dibujos completamente española; de hecho es una adaptación del cómic original de Roser Capdevila.
Hablamos de los episodios que se emitieron durante los 80 y los 90, no de la serie que todavía continúa hoy con un diseño de personajes algo distinto. "Doraemon" entra perfectamente en el top 3 de grandes series y animes de toda la historia. La imagen de Nobita es casi tan influyente en la cultura pop como la de Hello Kitty: se trata de un niño torpe y llorica que saca malas notas en el colegio y sufre acoso de sus "amigos". Un día le visita un gato cósmico del futuro que dice conocerle de mayor. Para evitar que llegue a esa vida posible, le da todo tipo de aparatos que facilitan su vida. Esta serie es una adaptación del manga de Fujiko. F. Fujio (1969 - 1996) y cuenta con miles de episodios.
Es el anime de los 90 por excelencia. Aunque "Dragon Ball" echó a andar a mediados de los 80, el viaje de Goku y compañía por la década de la que hablamos se enmarca dentro de "Dragon Ball Z". Fue ahí cuando conocimos a los Saiyans, a Freezer, los androides, Célula, Buu y el resto de grandes villanos de la franquicia. En esta época Toei Animation vivió una de sus épocas más doradas de su historia (algo que no ha conseguido recuperar). Son 291 episodios encabezados por el mítico "Cha-La Head-Cha-La".
Era inevitable que no estuviera. Aunque, ojo, solo incluimos la primera temporada que se emitió a finales de los 90. Ya sabemos que las continuaciones, especialmente las de Johto y Hoenn, están muy bien valoradas, pero ya no son noventeras. Esta primera adaptación cuenta con nada menos que 276 episodios, en los que se narra la aventura de Ash y Pikachu por Kanto, para conseguir las 8 medallas de Gimnasio. La primera aparición del Team Rocket, Charmander, Bulbasaur, Squirtle, la historia de Butterfree... todo, todito, todo está aquí.
Una de las series de dibujos de los 90 más influyente de las últimas generaciones en España. "Shin-Chan" es mucho más que un anime, está en ese grupo especial de producciones, junto con "Doraemon", que traspasa formatos y épocas. Shinnosuke es un niño de 5 años que vive en Kasukabe, Saitama, con su familia: su madre, Misae, su padre Hiroshi y su hermana pequeña, Himawari. Vive un día a día normal en la guardería, la gracia es que tiene un carácter muy extrovertido y maneja un lenguaje fuera de su edad. El tono causó mucha controversia con la llegada de la serie a España, pero eso no la detuvo. Hoy roza la treintena de películas y pasa de los 1000 episodios.
Lo mismo que el caso anterior: nos quedamos con su temporada original, la que se emitió entre 1999 y 2000. Luego llegaron muchas secuelas —algunas más aclamadas que otras— y mogollón de películas. Pero aquí es donde conocemos a Taichi Yagami, Yamato Ishida, Sora Takenouchi, Koshiro Izumi, Mimi Tachikawa, Jo Kido y Takeru Takaishi; los siete niños elegidos. Qué decir de este anime: tiene un opening que todavía eriza la piel y una historia emblemática. La animación corre a cargo de Toei Animation, quienes por cierto hace poquito estrenaron un reboot con el formato actualizado.
Aunque originalmente es una serie ochentera, entra en esta lista de series de dibujos de los 90 porque luego tuvo distintas continuaciones, y porque la de 1994 readaptó los episodios originales. "Oliver y Benji" es una de las producciones más influyentes de los últimos 50 años; es la adaptación que canalizó la pasión de miles de niños españoles por el fútbol, y que puso en el mapa cultural al nuevo Japón del anime. Merecen la pena todos y cada uno de sus episodios; desde las primeras pachangas hasta los problemas de corazón de Julian Ross y la participación en el Mundial con la selección. En la memoria quedan esos campos de fútbol infinitos, las técincas sobrehumanas y el opening, por supuesto.
Pétalo, Cactus y Burbuja son la Santísima Trinidad de los millennials. La animación no era la más depurada y los guiones eran más bien simplones, pero nada de eso impidió que "Las Supernenas" se convirtieran en una de las series de dibujos de los 90 más aclamadas por parte de Cartoon Network. Lo de "azúcar, especias y muchas cosas bonitas fueron los ingredientes escogidos para crear unas nenitas perfectas", todavía resuena gracias al Profesor Utonio. La serie se emitió entre 1998 y 2005 con 6 temporadas y muchos, muchos enemigos. Luego en 2016 recibió un reboot, aunque ya no tan especial.
Era rara por dos motivos: unos protagonistas muy particulares y un tono oscuro que sacaba a Disney de su zona de confort en los años 90. Estas dos cosas le dieron una personalidad única a "Gárgolas", una de las series de dibujos más recordadas por los niños de esa década. Aunque se terminó cancelando, durante tres temporadas y casi 80 episodios pudimos disfrutar de las aventuras góticas del grupo de Goliath, revividos en 1994 en Nueva York, tras una maldición lanzada en el siglo X en Escocia.
Quizás la recuerdes más larga pero ¡solo tuvo 13 episodios! También es verdad que Disney Channel la emitió en bucle para España durante muchísimos años. Ya en 2002 Francia la continuó con otros 52 episodios, pero dejaba de ser la original. "Marsupilami" todavía se recuerda por sus particulares protagonistas: unos marsupilamis, claro, bastante gamberros y traviesos. Por la selva también se pasaban Maurice el gorila, Stewart el elefante y Eduardo el jaguar. Este es un spin-off del cómic belga "Spirou y Fantasio" creado por André Franquin en 1952.
La serie era tan simple y rara como su nombre. "Vaca y Pollo" gustó tanto como atormentó (y no porque fuera de terror). Los protagonistas eran dos hermanos; una vaca y un pollo cuyos padres parecían humanos pero nunca se les mostraba por encima de la cintura. Tenían de amigo a una comadreja y por ahí se paseaba también una especie de demonio ultrasexualizado que más que desbaratar planes lo que hacía era darles un toque bastante incómodo. Con todo, esta es una de las series de dibujos de los 90 que más se recuerdan. Como para no.
Hablar de las mejores series de dibujos de los 90 es hacerlo sí o sí de Genndy Tartakowski. El responsable de "Samurai Jack", la adaptación animada de "Star Wars: Clone Wars" o "Dos perros tontos", entre otras muchas cosas, trabajó con los mejores animadores de la década. ¡Estuvo hasta en la serie de Batman! A él le debemos "El laboratorio de Dexter", una de las cosas más bizarras y adictivas que han pasado por la tele. El argumento es bien sencillo: Dexter es un niño superdotado de 10 años que se dedica a experimentar en el laboratorio secreto de su casa. Sin embargo, su hermana mayor, Dee Dee, se la suele liar siempre. Ciencia ficción y humor negro en grandes dosis.
En los 90 la imagen de 7Up estaba ligada sí o también a Fido Dido, un adolescente de pelo plasticoso y cara alargada. No fue nada raro que su autora, Sue Rose, decidiera unos años más tarde probar suerte con la televisión. Fue así como en 1997 nació "Pepper Ann", una de las series de dibujos de los 90 más emblemáticas. Solo se emitió durante tres años, pero sus cinco temporadas bastaron para hacer a esta adolesente de Pensilvania mundialmente conocida, con Pepper, Nicky y Milo viviendo sus movidas de teenagers. Esta fue, por cierto, la primera serie de Disney protagonizada por una mujer.
Junto con Batman, fue la serie de dibujos de los 90 que inició la época dorada de Fox Kids con los superhéroes. A "X-Men" no solo le debemos el meme de Lobezno acariciando una foto. Esta adaptación contaba con muchos más personajes de los cómics que proyectos posteriores, y tenía a Stan Lee en producción y al mítico Jim Lee en diseño de personajes. En su segunda temporada tuvo crossover de Spider-Man y ahí ya terminó de asentarse. Eso sí, se tomaba bastantes licencias narrativas y manejaba unas traducciones muy a la española. Clasicazo de nada menos que 5 temporadas.
Es verdad que casi todos sus episodios se emitieron ya en los años 2000, pero su creador, Danny Antonucci, le dio forma a mediados de los 90 con la estética y las temáticas de la época. "Ed, Edd y Eddy" nos presenta a tres jóvenes algo gamberros que se dedican a estafar a su vecino Jonny —y a su amigo imaginario en forma de tabla, Plank— para conseguir caramelos. ¿Bullies? Totalmente. Cada cual tiene unos atributos peores que el anterior, pese a que en el fondo tengan "buen corazón". Esta producción es la original más larga de Cartoon Network, con 6 temporadas en una década.
Otro de los grandes clásicos en esta lista de series de dibujos de los 90. De hecho, para la gran mayoría de fans es la mejor adaptación animada que se ha hecho nunca del personaje. Hablamos de "Spider-Man", la serie de mediados de los 90 que tomaba inspiración de las producciones de los 80 (a su vez herederas de la de 1967). Lo tenía todo: muchísimo humor, historias fieles a los cómics y una animación más que decente para la época. Además de icono millennial, hoy esta serie es una inmensa fábrica de memes. Gracias, Stan Lee.
Si hoy conocemos a las ardillas más famosas de Disney es solo por esta serie de dibujos que se emitió a principios de los 90. "Chip y Chop: Guardianes rescatadores" nació en realidad como una película de unas dos horas, que el estudio decidió trocear y convertir en formato episódico para televisión. Luego, claro, se repusieron hasta la saciedad durante los años posteriores. Durante más de 60 episodios, Chip y Chop tratan de resolver crímenes a lo detectives, junto con sus amigos Gadget, Monterrey, Jack y Zipper.
¿Qué podemos decir de ella? Para nosotros es una de las series de dibujos de los 90 más emblemática. "Patoaventuras" puso en el mapa al Tío Gilito, quien durante años había pasado desapercibido por la popularidad y presencia del Pato Donald. Este se marcha a la Marina y deja a cargo del magnate a Juanito, Jorgito y Jaimito, tres niños de lo más traviesos. La serie se divide en dos tramas; la de estos últimos y sus trastadas, y la del propio Tío Gilito intentando hacerse más rico y protegerse de ladrones y rivales. 100 episodios memorables.
Danny Elfman en la banda sonora y Mark Hamill entre las voces protagonistas. ¿Qué más podíamos pedir? Para muchos esta es la mejor serie de dibujos de los 90 es la mejor de toda la historia. Dejando a un lado el atractivo del propio superhéroe de DC, quizás algo tuvo que ver su particular animación y su tono oscuro muy inspirado en el cine noir de los 40 y 50. Para sus autores la producción era Dark Déco, por la mezcla de oscuridad y estética art déco. Vamos, que personalidad no le faltaba. Se emitió durante tres años con cuatro temporadas. En la última, eso sí, se renombró a "Las aventuras de Batman y Robin".
Aunque casi nadie lo sabe, el estudio de animación que dio vida a "Rugrats, aventua en pañales" fue el mismo que hizo famosa "Rocket Power". El estreno de esta serie de dibujos noventera provocó que los niños de medio mundo se quisieran ir a California a practicar skate y otros deportes de riesgo. La culpa la tienen Otto, Reggie, Twister y Sam. Bueno, y el tío Ray que se lo consentía todo a los niños. Surf, patinaje, ciclismo, hockey y muchas otras cosas en Ocean Shores. La producción se prolongó nada menos que 4 temporadas y más de 70 episodios.
No hay serie de dibujos de los 90 más simple que esta. Lo cual no quiere decir que "Johnny Bravo" no tuviera su gracia. Hanna-Barbera y luego Cartoon Network presentaban a un joven flipado, musculoso y egocéntrico que se pasea por las calles de Aron City intentando ligar con todo lo que ve. Tiene un "uh, há" característico de saludo, y un peine que saca a pasear cada dos segundos. Aunque todos rechazan a este Elvis Presley pasado de vuelta, siempre se las arregla para mantener su autoestima intacta.
En "¡Oye, Arnold!" no hay ni un solo personaje normativo y quizás eso es lo que la hacía especial. El protagonista vive con una familia desestructurada, sin padres y un abuelo algo rarillo. Le gusta mucho el fútbol americano y el béisbol, pero no tiene unas habilidades sociales muy pulidas. A todo ello hay que sumarle que vive en un barrio multiétnico; que Helga, la niña que se enamora de él, tampoco está muy fina; y que la gente que le rodea es bastante extravagante. Una gran obra de 5 temporadas y 100 episodios perfecta para aprender sobre aceptación e integración.
Gustó porque no se metía en temas fantásticos y era bastante realista. "Doug" nos dejó a principios de los 90 una de los retratos más entrañables de la preadolescencia. Por eso, aunque hoy no todos se acuerdan del nombre de la serie de dibujos, sí que reconocen al protagonista cuando lo ven. Doug es un niño de 11 años que vive con sus padres, su hermana y su perro Chuletas. Está pillado por Patti Mayonaisse y corre aventuras con su mejor amigo Tito Valentino. Además, cada episodio incluía una moraleja final.
Sabemos que nos dejamos mogollón de anime fuera y alguna que otra serie de dibujos también bastante noventera. Pero es que todo no puede caber en una sola lista. De todas formas aquí ya tienes una buena pastillita de nostalgia para echar el rato.
