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Normalmente estamos en Internet sin prestar mucha atención a las páginas a las que entramos. Y lo cierto es que en general estamos seguros gracias a la NAT. Si no te suena, hoy te explicamos qué es y cómo se relaciona con las direcciones IP.
Una IP es una dirección que sirve para localizar a cada dispositivo que entra en las webs; es necesaria para el acceso. Sirve para distinguir a todos los usuarios de una página y además los ubica porque tiene geolocalización.
Como es lógico, las IP ayudan a prevenir ciberestafas ya que cada dirección deja una "huella", un registro de las personas que entran a cada sitio web. ¿Y qué tiene que ver la NAT con todo esto? Bueno, te lo contamos. 😉
Ahora mismo estás usando la NAT y no sabes ni siquiera qué es (¡no te preocupes, nos pasa a todos, a diario, con mil cosas!) Esta configuración es la Network Adress Translation, que en español significa "Traducción de direcciones de red".
Seguro que alguna vez has visto la red IP de tu ordenador cuando estabas trasteando el router o la configuración de tu PC. Pero la de tu vecino es casi idéntica, o igual. ¿Por qué?
Precisamente de eso se encarga la configuración NAT. Este sistema se encarga de ocultar toda tu dirección IP privada detrás de una IP más genérica que es a la que se tiene acceso.
¿Y cómo funciona? Cada dispositivo tiene una dirección IP privada que se oculta gracias a la configuración NAT para conectarse a la red. En el caso de los ordenadores, ese encriptado se realiza en el router de casa.
Cuando entramos en una web nos mimetizamos con ella y entramos dentro de una red IP pública. De esta manera, se soluciona también un problema con el número de direcciones disponibles.
En los comienzos de Internet no se tenía pensado que llegásemos al punto en el que estamos ahora de interconexión (¡lógico!), así que se creó un sistema que admitía un total de 4.294.967.296 direcciones únicas.
En resumen, como había un número limitado de direcciones IP se creó el sistema NAT para que varios dispositivos pudiesen estar conectados a una sola IP pública.
Tu impresora, ordenadores de casa y Smart TV tienen diferentes direcciones IP privadas, pero al utilizar la configuración NAT aprovechan la misma para entrar en la red.
Ya sabemos qué es el NAT y cómo funciona. Se sigue utilizando después de muchos años porque cumple; pero además tiene ventajas (e inconvenientes, eso también) que debes considerar.
La ventaja más destacada es que soluciona el problema del número de direcciones IP limitadas con las que se creó Internet. Ahora que puedes conectar a una IP pública varios dispositivos, baja mucho el volumen.
Para las empresas esto viene especialmente bien; por ejemplo: una oficina en la que hay más de 50 trabajadores, con sus respectivos ordenadores y unas 10 impresoras. Todos esos equipos solo necesitan unirse a una dirección IP.
También ayuda muchísimo a mejorar la seguridad de la navegación por la red. Como se oculta nuestra dirección IP es muy muy difícil que un hacker o cualquier otro pueda acceder a ella.
Sin embargo, la principal desventaja es que puede dar fallos de conexión. Es posible que no te permita entrar en alguna web o que algún firewall sea incompatible.
Ya hemos visto que el sistema NAT nació como respuesta al problema de las direcciones IP limitadas, pero con la llegada del IPv6 parece que esto se acabó.
Ahora hay espacio para 340 sextillones de direcciones IP privadas, así que tenemos bastante margen de maniobra. Entonces, ¿qué papel va a cumplir el sistema NAT ahora?
A largo plazo está destinado a desaparecer, pero eso no significa que dejemos de usarlo. Mientras que se realice la transición hasta el IPv6, se puede usar el sistema NAT para conectar las dos versiones.
De esta manera se puede avanzar hacia esta nueva versión de direcciones IP pasito a pasito. Primero se hará un gran cambio hacia el IPv6 y el NAT servirá como nexo entre las versiones.
Este proceso puede que dure años, así que al sistema NAT todavía le queda mucho tiempo. También puede que se siga usando para mantener la seguridad de tu IP, pero eso todavía está por ver.
La configuración NAT ha sido muy útil para permitir un acceso global a la red, sin problemas y garantizando unas condiciones de seguridad. Parece que tiene los días contados, pero todavía le quedan varios años a nuestro servicio.
Si quieres mejorar tu navegación puedes usar una VPN para aumentar la seguridad en la red. ¡Ah!, y también hay algunas extensiones de Chrome que te pueden echar una mano y hacerte la vida más fácil. 😁
