Los 8 consejos cotidianos para ayudar a frenar los incendios y el cambio climático
16 Enero 2020 - Actualizado 23 Enero 2020
Australia vuelve a arder en uno de los incendios más devastadores de la historia. Más de 5 millones de hectáreas ya han sido arrasadas por el fuego. Además, según el profesor de la Universidad de Sídney Chis Dickman, se estima que los incendios ya han matado a más de 1.000 millones de animales.
Según el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copérnico, los incendios forestales sufridos en el mundo durante el 2019 -es decir, sin contar los últimos incendios de Australia - generaron un total de 6.375 toneladas de CO2, lo equivalente a 19 veces las emisiones totales de España en un año.
Rusia, Brasil, Siberia, Indonesia, Canadá, España, Estados Unidos, Israel, Líbano, Congo o Australia son algunos de los países que han sufrido las consecuencias del fuego en sus bosques.
Greenpeace, la organización mundial que actúa en contra de los abusos contra el medio ambiente, explica: “El cambio climático es responsable de la generación de incendios más peligrosos, rápidos e incontrolables que, a su vez, agravan la crisis climática. Los incendios agravan el cambio climático y el cambio climático intensifica los incendios forestales”.
El cambio climático produce las condiciones propicias para que un incendio sea voraz: altas temperaturas, sequías prolongadas y olas de calor. Como es el caso de Australia, sumergida en una fuerte sequía desde el 2017 y alcanzando temperaturas de 41,9 ºC durante el mes de diciembre.
¿Qué puedes hacer para ayudar?
Como ya hemos explicado, las razones principales por las que los incendios son cada vez más peligrosos, rápidos e incontrolables en todo el mundo es el cambio climático.
Por ello, cada uno de nosotros debemos poner nuestro grano de arena y reducir en nuestra vida cotidiana el consumo desmesurado, utilizar y reutilizar los recursos que tenemos, reducir la contaminación y el consumo de energía que acentúa la crisis en el medio ambiente.
Gestos tan simples como apagar la luz cuando no estemos en una habitación o retirar el cargador del enchufe si no lo estamos utilizando pueden ayudar a la causa climática. Aquí te dejamos ocho simples tips para cambiar en nuestras vidas y en casa que pueden ayudar al cambio climático.
1. Reciclar
Según el Instituto Nacional de Estadística, durante el 2019, en España, cada habitante produjo 438,9 kg de residuos urbanos. Esto supone un aumento del 2,7% con respecto al 2016.
Repasemos rápidamente la lección teórica de reciclar para saber dónde va cada residuoque originamos en nuestro día a día:
¿Envases de plástico? Al amarillo. ¿El vidrio? Al contenedor verde. ¿El papel? Al azul. ¿Los restos orgánicos como la comida? Al contenedor marrón. ¿Y el cristal? Debes depositarlo en el punto limpio.
Por ello, además de aprender a consumir con moderación y comprar de forma responsable, es necesario aprender a reutilizar y, posteriormente, reciclar y hacerlo diariamente.
Por ejemplo, la comunidad internacional Basurama transforma la basura en creatividad mediante proyectos de investigación, arte y arquitectura para concienciar de los problemas de generar basura.
2. Cierra el grifo cuando te duches
Durante una ducha de 5 minutos, podemos gastar aproximadamente 95 litros de agua. Pero ¿es necesario tener el grifo abierto durante los 5 minutos que dura la ducha?
Podríamos utilizar el agua simplemente para mojarnos y aclararnos, pero, durante el tiempo que empleamos para enjabonarnos, el grifo podría estar cerrado. De esta forma, reduciríamos la cantidad de agua utilizada.
Natalia Gómez fue más allá en el ahorro de agua fundando Nantic; una alternativa ecológica a los sanitarios portátiles. Los baños ecológicos Nantic no funcionan con agua, ni productos químicos, ni energía. Además, recuperan los deshechos y los convierten después en compost.
3. Apaga la luz
En muchas ocasiones, dejamos la luz encendidas en habitaciones vacías con la excusa de “ahora vuelvo”. Esos 5 minutos que pasamos fuera de la habitación en la que hemos dejado la luz encendida, son 5 minutos de energía desperdiciada que tiene un coste para nuestra factura de la luz y, sobre todo, para el medio ambiente.
Apaga la luz cuando salgas de las habitaciones; no es necesario dejarla encendida. Además, solo tienes que bajar un interruptor.
4. Desenchufa los aparatos eléctricos
Apagar un aparato electrónico, como la televisión o la lavadora, no significa que deje de consumir electricidad.
El problema es que muchos de estos aparatos electrónicos tienen incorporado un modo espera (“stand by”) que les permiten reactivarse en poco tiempo. Esta funcionalidad consume electricidad. Por ello, la televisión tiene el piloto rojo encendido, aunque la hayamos apagado o el microondas marca la hora, aunque no esté funcionando.
Los expertos en ahorro energético recomiendan desenchufar por completo de la corriente los aparatos electrónicos que no estemos utilizando. Por ejemplo, no dejar los cargadores conectados al enchufe, cargar el móvil durante el día para desconectarlo cuando esté cargado, desenchufar el microondas, horno y televisión cuando no se utilicen…
5. Utiliza el termostato
Utilizar el termostato para controlar la calefacción o el aire acondicionado es imprescindible si queremos ayudar al medio ambiente. El consumo de energía producido por la calefacción se reduce notablemente cuando reducimos tan solo un grado la temperatura de la sala.
6. Abre las persianas y ventanas
La luz natural es uno de los recursos naturales más preciados que tenemos. En ocasiones, encendemos la luz artificial de las habitaciones, aunque no sea necesario, o conectamos el aire acondicionado para climatizar la sala.
Antes de utilizar la electricidad y privarnos a nosotros mismos de la luz natural, abre la ventana y sitúa tu zona de trabajo o estudio cerca de esta para aprovechar al máximo la luz y ahorrar energía.
7. Cambia las bombillas
Si empezamos a utilizar bombillas de bajo consumo en casa también ayudamos al medio ambiente. Estas bombillas se calientan menos, consumen menos energía, duran más tiempo y alumbran igual que una bombilla normal.
8. Utiliza el transporte público
Los protocolos de anticontaminación de las grandes ciudades tienen como objetivo principal reducir la contaminación de CO2 que producen los automóviles. Por ello, se prohíbe el acceso de los vehículos particulares a los centros de las ciudades, que son, por regla general, los núcleos de la contaminación.
Sin embargo, los transportes públicos pueden seguir utilizándose y tienen acceso a estos puntos de la ciudad.
El resto del año, el transporte público, como metro, autobuses o trenes, nos permiten movernos más fácilmente y aun coste más reducido que en el caso de un vehículo particular. Por no hablar de la reducción de contaminación si todos utilizásemos el transporte público para movernos.
Además, una de las soluciones para ayudar a reducir el CO2 del planeta es plantar más árboles.
Según Juan Carlos Sesma, CEO de CO2 Revolution, afirma que sólo un 3% de las hectáreas quemadas se reforestan. Una de las soluciones que se proponen para aumentar y hacer más eficaces los métodos de reforestación de las zonas boscosas de nuestro planeta es la tecnología de CO2 Revolution.
Mediante el Big Data que te permite conocer el estado del suelo, la temperatura, el tipo de vegetación adecuada para ese territorio, C02 Revolution trata las semillas que, después, los drones depositarán sobre el territorio. La reforestación en gran escala. “Un solo dron puede reforestar 100 hectáreas en un solo día. Hablamos desde 100.000 a 1.000.000 árboles en un día”, dice Juan Carlos.
La crisis climática es un problema que todos debemos combatir en nuestro día a día.
La activista Greta Thunberg sentenció: “Dentro de 10 años, habremos llegado a un punto en el que desataremos una reacción en cadena que probablemente supondrá el fin de nuestra civilización. Nos estamos enfrentando a la sexta extinción masiva y el ritmo de extinción es 10.000 veces más rápido de lo normal”.