Para definir un pozo de horas no hay que ser muy gamer, basta con utilizar un poco la lógica. Hay juegos que hacen que pasemos tiempo y más tiempo desarrollando misiones secundarias que no sirven para avanzar en la historia, pero sí para evolucionar al personaje poco a poco o conseguir un arma u objeto específicos que tampoco es que supongan una gran ventaja. Esto hace que tengamos que dedicarle mucho más tiempo del que exige la historia por sí misma y, por lo tanto… que se convierta en un pozo de horas.
Los MMORPGs son un buen ejemplo de esta dinámica, aunque caemos en ella una y otra vez porque claro… ¿quién se resiste a ese traje o a ese nuevo peinado?